Las diferencias entre Lucía Vega, ex presidenta de la CUT de Valdivia, y el directorio nacional de la organización terminaron por provocar su salida. En una declaración pública, la dirigenta explicó las razones de su renuncia y lanzó sus críticas hacia la directiva.
«He sido dirigenta sindical desde hace ya 18 años y siempre he sido leal a la defensa de los trabajadores en sus derechos y nunca me he prestado para utilizar a los trabajadores o para tomar posiciones políticas ni personalistas, porque siempre me he reconocido como parte de la clase que he representado y defendido, la clase trabajadora», expuso.
Vega fue elegida hace dos años y sus diferencias comenzaron en junio de 2014, cuando el sueldo mínimo fue consensuado sin consulta al resto de los dirigentes y terminó cerrando un reajuste muy por debajo de lo acordado en el ampliado nacional de la CUT. A eso se suma la tramitación de la reforma laboral que, según Vega, «para nada se acerca a lo propuesto por los trabajadores y organizaciones sindicales que tanto luchamos por terminar con un Código Laboral impuesto por la dictadura militar».
«Las organizaciones gremiales no están para defender programas de gobierno o posiciones político-partidarias«, declaró, en clara alusión al rol desempeñado por los militantes del Partido Comunista en la CUT y el Colegio de Profesores. «Lamento el actuar de los dirigentes nacionales de la CUT, personas al servicio de un gobierno de turno, entregando a los trabajadores para ser utilizados por los partidos políticos de los que hoy lideran la Central, no solo no me representa, sino, me avergüenza y me niego rotundamente ser parte o cómplice de la traición», agregó.
Por último, Vega llamó a luchar por una nueva CUT «representativa de nuestra clase, con bandera propia» y aseguró que continuará su acción gremial desde su sindicato.
