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Selección chilena: El dilema en torno a Zárate y Ulloa

Por: Rodrigo Ruiz | Publicado: 16.01.2015

Frente a la polémica levantada por la nacionalización de extranjeros para ser nominados a la selección chilena, he decidido aclarar algunos conceptos que consideré básicos. Convengamos primeramente que la Constitución chilena, admite 4 formas para obtener la nacionalidad:

1. Territorio, los nacidos en nuestro suelo.
2. Consanguinidad, hijos de padre o madre chileno.
3. Carta de nacionalización, extranjeros que han vivido en el país por más de 5 años.
4. Nacionalización por Gracia, beneficio entregado por el Congreso ha extranjeros que han contribuido al país.

Mauro Zárate

Mauro Zárate

Los extranjeros que han sido sondeados por Jorge Sampaoli para vestir la “Roja” son Mauro Zárate y Leonardo Ulloa. Estos dos jugadores militan en el fútbol inglés. Zárate es hijo de padre chileno y madre argentina, está posibilitado para jugar por la selección por tener sangre chilena. Ulloa, también tiene un lazo sanguíneo, ya que su abuela es chilena. Resumiendo, los candidatos extranjeros que Sampaoli quiere que jueguen por nuestra selección están constitucionalmente capacitados para hacerlo.

Cerrado el tema referente a la legalidad, podemos pasar a un tema más subjetivo sobre los estos jugadores y su posibilidad de jugar por Chile. Nada más subjetivo que mi opinión sobre el tema.

Leonardo Ulloa

Leonardo Ulloa

A continuación les daré mis razones para aceptar que cualquier jugador que cumpla los requisitos constitucionales pueda jugar por la selección.

– Primero un argumento tipo sociológico, en época de la posmodernidad las fronteras sólo existen en los mapas. La realidad integrada postulada por Baudrillard habla de un mundo total y concreto, frente a esto el argumento de nacionalidad se cae a pedazos. Si el dinero que es un material inerte puede circular libremente a través de transacciones inmateriales (PayPal, crédito, débito entre otras) ¿Por qué los seres humanos debemos tener fronteras? La respuesta es porque sólo nosotros creemos en argumentos oxidados como la patria, la nación o la propiedad privada. Términos utilizados por la superestructura o grupos de poder para crear una sociedad atomizada. Una sociedad donde se destaque las diferencia por sobre la similitud.

– Un argumento semiótico, está ciencia tiene por objeto de estudio al signo. El signo estaría compuesto por una doble dimensión, por una parte un significante es lo concreto, el uso común y el significado la imagen mental que signo evoca. Haré el ejemplo con un el signo extranjero, el significante sería una persona que no pertenece a nuestra nación y su significado puede ser alguien que no comparte nuestras mismas metas. En sentido Zárate y Ulloa son extranjeros, pero lo que hace complicada la operación es que ambos si quieren salir campeones del mundo o de la copa América con Chile. En una realidad integrada no existe el extranjero, somos extranjeros hasta que nuestros intereses se vuelven comunes. Esto apela a una ciudadanía mundial y también a la desaparición delo doble componente del signo.

– Un argumento emocional, muchos pueden pensar que al no haber nacido en esta tierra los jugadores pueden sentir menos la camiseta. Me parece esencial en un deportista de alto rendimiento la necesidad imperiosa de ganar, fíjense en la mayoría de las declaraciones de los futbolistas, a ninguno le gusta perder. Hoy por hoy los jugadores se mueven por distintos equipos del mundo desde China, pasando por Francia y llegan incluso a Emiratos Árabes, en todos estos lugares juegan y quieren salir campeones ¿Por qué debería ser distinto con una selección de fútbol? Los jugadores quieren ganar los campeonatos de las ligas donde juegan, con mayor razón una copa del mundo o la copa América. Esto es meramente una carga emocional tanto para el jugador y para nosotros.

Y, por último, me parece no entender nada de nuestra del momento histórico del mundo, mantener argumentos de nacionalidad como limitantes no sólo para el deporte, sino que para cualquier actividad es anacrónico. Me parece que declaraciones como “no me parece bien. La Selección tiene muy buenos jugadores chilenos y no necesitamos nacionalizar a otros”[1] son argumento reduccionistas y darwinistas, estos no reflejan lo variopinto que es hoy Chile. Recordemos que el 10 de Argentina, Lionel Messi, se crió en España; el 9 de España, Diego Costa, es brasileño; el lateral chileno, Miiko Albornoz, nació en Suecia y no habla nada de español y es alternativa válida. El mismo caso para Pedro Pable Hernández y otros tantos jugadores.

El problema me parece más que apunta a las declaraciones que realizó Rolando Zárate, hermano de Mauro Zárate en las cuales señaló “que el delantero aceptó la nominación a la selección chilena tras ver que no lo llamarían en Argentina”[2]. En mi opinión, si Chile está jugando la final de la Copa América contra Brasil, minuto 89 y Sánchez se la toca a Isla, éste gana línea de fondo y centra atrás y Zárate remata y es gol, todo se olvidaría y todos gritaríamos de igual manera el gol del argentino nacionalizado chileno, en las noticias veríamos biografías de él de su padre etc. No es prudente cerrarle las puertas a nadie. En un fútbol que a nivel de selección, sólo tiene un tercer lugar en el mundial del 62 y ninguna Copa América, me parece que si la constitución lo autoriza Zárate, Ulloa y cualquier otro que quiera ayudarnos a conseguir un objetivo, debe ser bienvenido.

 

NOTAS

[1] http://www.lanacion.cl/noticias/deportes/la-roja/seleccion-adulta/eduardo-vargas-no-quiere-a-zarate-ni-a-ulloa-en-la-roja/2014-12-03/094107.html. (25 de diciembre 2014)

[2] http://www.emol.com/noticias/deportes/2014/11/04/688229/sampaoli-estaria-molesto-porque-zarate-ve-a-la-roja-como-segunda-opcion-pero-igual-lo-citara.html. (28 de diciembre del 2014)

 

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