Capellán de Techo defiende polémica campaña: «Decir que somos asistencialistas es no conocer nada de lo que hacemos»

«¿Asamblea Constiuyente? ¿Gratuidad? Las reformas no llegan a los campamentos».

Así es la campaña de Techo para Chile que generó inmediato repudio en las redes sociales, en las que se les comparó con las críticas que realiza la UDI a las reformas y se les acusó de asistencialistas. En conversación con eldesconcierto.cl, el capellán de Techo, el jesuita Juan Cristóbal Beytía defendió la campaña y la labor que hace la organización.

– ¿Cuál es el objetivo de la campaña?

Es una campaña captación de voluntarios, dirigida al publico universitario para que ellos sean voluntarios de Techo. Lo que queremos es vincular temas políticos que se discuten entre universitarios con el trabajo en campamentos. En ese sentido creemos que ha sido una campaña buena, exitosa, ha logrado posicionar un tema que esta invisibilizado en el discurso público. Los campamentos no son una preocupación de nadie, salvo de los que trabajamos en los campamentos. Al menos hoy en redes sociales se está discutiendo el tema.

– Pero más que los campamentos, la mayoría de los comentarios los vinculan a la derecha, dicen que son «fachos». ¿En verdad consideran que fue exitosa?

Nuestra postura y lo que la campaña dice con toda claridad es que las reformas se quedan cortas. Y es así, hoy no llegan a los campamentos. Nosotros no hacemos juicio de que sean beneficiosas para otros públicos, pero se quedan cortas. Siempre han tratado de ubicar al techo dentro de espectro político tradicional. No nos engañemos. Nosotros somos una institución política, tratamos de posicionar los intereses de un grupo de la sociedad en el discurso público, hacerlos notar y pelear por ellos. Eso es ser político. El grupo social que queremos ayudar a que se visibilicen sus intereses son las familias de los campamentos. Hoy son 36 mil familias, el equivalente a la región de Aysén. Pero estas 36 mil familias no tienen senadores ni diputados que los representen. Tenemos que aprovechar la plataforma comunicacional que tiene el Techo para posicionarlos.

– ¿Son una organización política pero no ligada a la política partidaria?

Tratar de ubicar al techo en esa línea siempre va a ser infructuoso. En el anterior gobierno decían que éramos izquierda, en este dicen que somos de derecha. Están los dos equivocados, nosotros somos amigos de las familias de los campamentos. Si las reformas que nos propone cualquier gobierno ayuda a las familias de los campamentos, nosotros las vamos a apoyar.

– ¿Qué diferencia tienen con otras organizaciones como Levantemos Chile, más asociada a la derecha?

No sé si están asociados explícitamente a un grupo político. Uno quizás podría asociarlos a un grupo económico. Pero nosotros como institución lo que hacemos y buscamos es la incidencia en la política pública. No nos interesa seguir haciendo caridad, nosotros queremos que hayan cambios estructurales.

– Pero también los critican por tener políticas asistencialistas, que apunta más a la focalización del problema y no al derecho a la vivienda como tal…

Eso es no conocer al Techo. Dentro de los programas de trabajo que tenemos al interior de los campamentos buscamos capacitación de capacidades en las familias. Buscamos que lleguen a ser efectivamente autónomas y que puedan ellos ir definiendo su futuro. En ese sentido, apoyamos el desarrollo escolar de niños y jóvenes, vamos generando capacidades de trabajo para que la gente pueda incorporarse al mercado laboral y pueda emprender. Y al mismo tiempo vamos desarrollando una comunidad que se va organizando para que pueda salir del campamento, que se vayan vinculando a las redes sociales que están en su entorno, llamese municipios, gobernaciones, otras ONGs. Ese es el trabajo que hace Techo y el que hacemos hace muchos años. Decir que somos asistencialistas es no conocer nada de lo que hacemos. Por otra parte, buscamos incidir en política pública. Hemos tenido trabajo con el Ministerio de Desarrollo Social, a propósito del cambio de la ficha de protección social. Tuvimos al capellán de Techo metido en la comisión presidencial que reformuló el tema de la medición de la pobreza multidimensional. El trabajo del Techo está enfocado a generar un cambio. Entendemos que mientras los cambios no sucedan, tenemos que abordar con las familias cosas de primera necesidad, pero siempre lo hacemos con la familia.

– ¿Esperan que eventualmente una organización como Techo no sea necesaria?

Esperamos que efectivamente no hayan familias viviendo en campamentos. Ahora, hay que poner atención a un peligro que es el individualismo del Estado. Es decir, donde como yo ya pague mis impuestos, al que está pasando necesidades le digo «sabe, pídale al Estado, no me pida a mí». Eso significa que me desvinculo y me despreocupo de problemas de mis vecinos. Eso es inadecuado, no genera identidad de país ni comunitaria y transforma a los ciudadanos en  clientes del Estado. No de una tienda, sino en clientes del Estado y eso tampoco es bueno.

– Ahora, la crítica del asistencialismo también va en la línea de que sus voluntarios son mayoritariamente jóvenes ABC1…

Eso también es no conocer el Techo. Es cierto que tenemos una inclinación para que sean jóvenes universitarios los que participen de techos. Eso puede ser un sesgo, pero afortunadamente con la gratuidad universitaria, esperamos que el mundo universitario no este restringido a un grupo económico y eso para nosotros es una gran noticia. Ahora, cuando uno visita los trabajos de invierno, de verano, nos encontramos con jóvenes universitarios en regiones que no son necesariamente ABC1. Hay ABC1 y son parte de la riqueza, pero no solo y eso también es una riqueza que tiene Techo.