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Fuera Gajardo: La disidencia del Colegio de Profesores se organiza para disputar en conjunto las elecciones

Por: Francisco Parra | Publicado: 14.04.2016
Fuera Gajardo: La disidencia del Colegio de Profesores se organiza para disputar en conjunto las elecciones Profesores se tomaron la Secreduc en La Serena |
La crisis interna del Colegio de Profesores ha provocado que la «disidencia» a la gestión de Jaime Gajardo decidiera disputar en conjunto las elecciones de fin de año y evitar una nueva reelección del dirigente del PC. Para eso, es fundamental aumentar el número de votantes. Las cifras muestran una baja constante de afiliados y votantes desde que Gajardo asumió la presidencia del Magisterio.
/ Agencia Uno

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De nueve años de gestión al mando del Colegio de Profesores, los dos últimos han sido los más agitados para Jaime Gajardo (PC). Desencuentros con el resto de la mesa directiva, acusaciones cruzadas, pedidos de renuncia y conflictos con las bases y con profesores no colegiados han sido la tónica de dos años en los que los proyectos de la Nueva Mayoría en educación han sido los principales causantes de los problemas internos.

Es por eso que de cara a las elecciones de fin de año, la llamada «disidencia» ha decidido tomar cartas en el asunto. Desde ya, agrupaciones como Fuerza Social y Democrática del secretario general Darío Vasquéz, el Movimiento por la Refundación Gremial y Pedagógica del prosecretario Mario Aguilar y otras fuerzas incipientes como el Movimiento por la Unidad Docente (MUD), y los frentes de profesores de la Izquierda Autónoma y la Izquierda Libertaria trabajan por conformar una lista única para los comicios internos de noviembre y evitar la reelección de Jaime Gajardo.

Las irregularidades y críticas a la gestión

En 2007, Jaime Gajardo, dirigente comunista del profesorado, asumió la presidencia nacional del Magisterio. En 2010 y 2013 sería reelecto con primera mayoría nacional. Y si bien aún no se confirma si competirá nuevamente en las elecciones de noviembre de este año, desde dentro del profesorado dan por hecho que Gajardo querrá la reelección.

Han sido 9 años de gestión de uno de los Colegios más movilizados del país, aunque particularmente tensos los últimos dos, que coincidieron con el gobierno de la Nueva Mayoría, que no han estado exentos de polémicas: De las más recordadas son el llamado «telefonazo», cuando la subsecretaria Valentina Quiroga «bajó» el paro del Colegio de Profesores tras una conversación directa con Gajardo en medio de la discusión por la Agenda Corta a fines de 2014 y las declaraciones de apoyo a proyecto de Carrera Docente mientras el resto profesorado la rechazaba.

Se suman, además, cuestionamientos a la gestión en términos financieros. Un reportaje de Publimetro de fines de 2014 daba cuenta que el sueldo de Gajardo pasó de ser 1 millón 700 mil pesos líquidos en 2012, a 2 millones 800 mil pesos. Raquel Arce, integrante de la Comisión Revisora de Cuentas del Magisterio denunció ante el matutino que «el que es dirigente de los profesores se transforma en un verdadero gerente, con secretarios, con casino exclusivo, con asesores, viajes, viático. Ninguno trabaja como profesor desde hace muchos años. El que llega a ese cargo no quiere irse por nada del mundo y ahí hay gente que lleva 20 o más años en el puesto, por eso es que no está en sintonía con la gente«.

Arce señaló también que la directiva «se convirtió en una bolsa de trabajo para el PC«, a raíz del caso de Silvia Valdivia, quien se presentó como candidata en las últimas elecciones y tras perder, fue contratada como asesora de la presidencia con un sueldo cercano a los 2 millones de pesos.

Además, este medio pudo que recabar que tanto Gajardo como otros dos miembros de la directiva nombrados por él, reciben un «sobresueldo», correspondiente a su participación en el directorio del Hospital del Profesor, que corresponde en un 29% al Colegio de Profesores. Por participar de reuniones del directorio una vez al mes, reciben directamente 500 mil pesos que van a sus cuentas y no pasan por las arcas del Magisterio.

Una de las personas que recibe este beneficio es Verónica Monsalve, la militante de RN que rompe la correlación de fuerza entre la Nueva Mayoría y la disidencia en la mesa directiva. Cada sector tiene 5 miembros y el voto de Monsalve es el que desequilibra, generalmente a favor del oficialismo.

«Es catastrófica la actuación de Gajardo. Por lo menos en el último período no ha mantenido ninguna independencia ni autonomía. Todo se hace a espaldas del directorio», cuenta Darío Vásquez, secretario general del Magisterio.

El paro durante la tramitación de la Agenda Corta y por Carrera Docente han sido episodios conflictivos para la dirección de Gajardo, con múltiples pedidos de renuncia que se escucharon desde la disidencia. «Cuando se presenta el proyecto de Carrera Docente, Gajardo escribe una columna en El Mercurio en la que llena de elogios el proyecto. Después, viendo que el rechazo de las bases era demoledor y que en la consulta el 90% rechazó el proyecto, se ve obligado a asumir una postura crítica», afirma el prosecretario Mario Aguilar.

Para Eduardo González, vocero del Movimiento por la Unidad Docente (MUD), «las propuestas de ley de inclusión, carrera docente y desmunicipalización están en contra de los intereses del movimiento social de sacar las lógicas del mercado de la educación. Gajardo las pone al servicio de la nueva fase del neoliberalismo en educación, a través de mecanismos muy sutiles. Él fue incapaz de oponerse por sus intereses con el gobierno».

La disidencia unida

La creciente oposición a la gestión de Gajardo ha movido las aguas en la oposición. Si en las últimas elecciones se han presentado en separado, para los comicios de noviembre de este año ya están en conversaciones para disputar en conjunto y desplazar a la Nueva Mayoría de la conducción del Colegio.

Las principales caras de la disidencia hasta ahora son Darío Vásquez (Movimiento Amplio por un Nuevo Colegio) y Mario Aguilar (Partido Humanista – Movimiento por la Refundación Gremial y Pedagógica), quienes obtuvieron segunda y tercera mayoría respectivamente en las elecciones de 2013.

Ambos y sus organizaciones, junto a otras  fuerzas incipientes de profesores jóvenes, como el MUD, el Frente de profesores de Izquierda Autónoma y profesores de la Izquierda Libertaria, están en plena campaña de captación de profesores para que ingresen al Colegio y aumenten el número de votantes de cara a noviembre, además de una etapa inicial de conversaciones para delimitar un programa en conjunto.

Aumentar el número de inscritos en el Magisterio es fundamental para la disidencia. Esto porque, según los datos confirmados desde el Colegio, desde el primer triunfo de Gajardo, las cifras de colegiados y votantes han disminuido constantemente. Si en 2007 -para su primera elección- votaron 34.528 personas, en 2010 lo hicieron 30.697, menos de la mitad del padrón habilitado para participar. En los últimos comicios, que coronaron la segunda reelección del profesor del PC, votaron apenas 21.242 personas, cuando el padrón contabilizaba a más de 50 mil habilitados.

La disminución en la participación da cuenta, según la disidencia, del enorme vacío construido entre las dirigencias y las bases en los años de gestión de Gajardo. «La baja del padrón beneficia el continuismo. Con un universo bajo y una alta abstención, ellos son los favorecidos porque tienden a votar los más militantes y cercanos a las cúpulas», dice Aguilar.

Sin embargo, los conflictos internos de los últimos 2 años han motivado a que los profesores no colegiados pasen a formar parte de la organización. Hasta ahora, el pre padrón de cara a las elecciones supera los 55 mil inscritos, revirtiendo la tendencia a la baja de los últimos procesos eleccionarios. Se estima que para noviembre se supere el universo de 60 mil habilitados para votar y se revierte la creciente abstención. «El mayor porcentaje de los colegiados nuevos se inscribe en crítica a la Nueva Mayoría», agrega Aguilar.

El plazo para colegiarse y alcanzar a ser parte de las elecciones es hasta junio. Pero recomiendan que al hacerlo, se cancele inmediatamente la primera cuota y así quedar registrado y evitar problemas.

Las fuerzas jóvenes

Desde 2011 que han aparecido distintas fuerzas nuevas en el Colegio de Profesores. Una de las más consolidadas es el Movimiento por la Unidad Docente, organización que se reconoce cercana a la Unión Nacional Estudiantil (UNE). Se suman en los últimos años el Frente de Profesores de otras organizaciones, como Izquierda Autónoma e Izquierda Libertaria.

Si bien desde estos sectores descartan una réplica automática de la alianza que tienen en el mundo estudiantil. Pero si impulsan en conjunto una campaña de colegiatura y las conversaciones iniciales para un programa en conjunto.

Los primeros lineamientos discutidos van en la línea de una transformación profunda del Colegio como organización, a través de un congreso estatutario que supere los de 1987. Desde el MUD aseguran que es fundamental aplicar mecanismos de democracia participativa -no representativa, control hacia los dirigentes y transparencia financiera.

«Hoy no tenemos relato ni demandas para el siglo XXI. ¿Qué pedíamos en los 90′? Carrera Docente y desmunicipalización. Bueno, ahora nos dieron una carrera en lógica neoliberal y una desmunicipalización que no acaba con la subvención. El Magisterio tiene que reinventar su relato, en medida de las transformaciones del neoliberalismo en el plano educativo«, señala Eduardo Gónzalez.

Desde el Frente de Profesores de Izquierda Autónoma, Romina Maragaño afirma que, más allá de la figura de Gajardo, la disidencia debe articularse para «avanzar en democratización del espacio, el cuestionamiento del rol docente, la transformación del sistema educativo en su conjunto. Son discusiones que se han ido postergando porque la actual dirigencia tiene un rol de oficialismo».

Desde estos sectores valoran la disponibilidad de las organizaciones de Darío Vásquez y Mario Aguilar estén dispuestos a conversar con ellos de igual a igual, teniendo en cuenta que tienen más trayectoria como dirigentes del Colegio de Profesores.

Es por eso que, más allá de las candidaturas comunales, regionales y nacionales que presenten las fuerzas más pequeñas, la presidencia estará entre ellos dos. Tanto Aguilar como Vásquez advierten sobre empezar a discutir nombres antes de tiempo, «no hay que poner la carreta antes de los bueyes», dice Aguilar, pero están dispuestos a asumir el desafío. Y como el sistema de elecciones permite que no vaya pre establecido quién es candidato a presidente -el puesto lo logra el más votado de la lista más votada-, descartan que la definición se transforme en una lucha de egos.

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