La dura carta de Emmanuelle Verhoeven a Michelle Bachelet: «La comandante Ana no existe»

Marie Emmanuelle Verhoeven, llamada «comandante Ana», quien hoy permanece detenida en India y es requerida por la justicia chilena en la investigación del asesinato en 1991 del senador UDI Jaime Guzmán, escribió una dura carta a la presidenta Michelle Bachelet, señalando que espera que «detenga este acoso ilegal judicial». La misiva, revelada por T13, se hace pública a dos días de que el Tribunal Supremo de la India señalara que sí puede ser extraditada a Chile.

En la carta, Verhoeven descarta haber formado parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y declara que su única vinculación fue su trabajo por los Derechos Humanos como asesora del ex director de Gendarmería, cuando vivió en Chile. Ese rol la llevó a monitorear la situación de los presos políticos en la cárcel de San Miguel, dos de los cuales fueron vinculados al crimen: «esta información es suficiente para invalidar la «teoría » de mi afiliación con la Dirección del FPMR . Se puede imaginar cómo fui monitoreada durante este período, así como durante mi trabajo en la Comisión de Derechos Humanos», señala. 

Además, Verhoeven hace una larga explicación para demostrar que «La comandante Ana no existe». «Mis abogados buscaron en todos los periódicos, publicaciones, declaraciones del FPMR y no encontraron una sola alusión a este personaje. Por otra parte , todos los testimonios de ex miembros del FPMR confirman que esto es una gran mentira», señala, coincidiendo con lo que ha declarado el único imputado residiendo en Chile, Enrique Villanueva. «No soy ni la autora material ni intelectual. Entonces, ¿quién soy? Sólo una persona que trabajó con dos presos políticos en 1994. No hay otros vínculos. Puede buscar, no encontrará ninguno», dice Verhoeven.

La mujer señala que la Corte Suprema señaló en 2014 que la Comandante Ana podría corresponder a «Manuela Vargas. Esta mujer existe y fue perfectamente identificada». Agrega que «la dirección del FPMR negó públicamente mi afiliación» y que «en 1996, una investigación precisa de la policía chilena concluyó que nada permitía ligarme a la dirección del FPMR». «¿Por qué persiste Chile en el deseo de elaborar una historia , una versión , una tesis que no corresponde a la realidad, a la verdad?», sostiene Verhoeven.

Además de criticar el rol de la UDI en todo su proceso judicial ( la acusa de «aparecer por todos lados»), Verhoeven, actualmente bajo libertad condicional en India, apuntó a la situación de Derechos Humanos en Chile, recordándole a Bachelet que el país ha sido reconvenido por múltiples organismos internacionales.

Finalmente, la mujer desafió al Poder Judicial, apuntando a que un debido proceso pasa por una Comisión Rogatoria en su país de nacionalidad, Francia: «Si la justicia chilena desea realmente escucharme, entonces debe hacer una Comisión Rogatoria en Francia por la vía legal . Nadie se opondrá, por el contrario. No tengo nada que esconder, no tengo nada que ver con el caso Guzmán (…) Yo sé, señora Presidenta, que usted no es responsable de esta mascarada judicial. Espero que detenga este acoso ilegal «judicial» y esta persecución poco saludable y profundamente deshonesto contra mí», agrega.