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Javiera Mena: La misión social del pop

Por: Rocío Venegas | Publicado: 01.09.2016
Javiera Mena: La misión social del pop |
«10 Años» es el nombre del concierto en el Teatro Caupolicán con el que la cantautora celebrará una década de carrera desde su debut con «Esquemas Juveniles». En medio de una pausa entre las decenas de ensayos para el show, Javiera conversó con El Desconcierto para hacer un balance de su trayectoria, opinar sobre la actualidad política y explicar lo que significa hacer pop inserto en un contexto como el chileno.

Harto más de una década ha pasado desde que Javiera Mena (33, compositora, cantante y productora) dio sus primeros pasos en la música. La banda ancha todavía no se alcanzaba a masificar cuando colgó sus canciones en Internet por primera vez. Sola con su guitarra o haciendo bases en Fruity Loops (programa para componer en el computador), la artista desde ya pavimentaba el camino que la llevaría a grabar “Esquemas Juveniles”, su álbum debut, el cual llegaría a convertirse en una de las piedras angulares del pop chileno.

Mena acaba de regresar a Chile luego de tres meses tocando por España, país que junto a México se ha convertido en un segundo hogar para ella. Apenas pisó el país, la compositora se abocó por completo a lo que concentra su atención en este momento: celebrar diez años de una carrera que comenzó con el ya mencionado «Esquemas Juveniles» (2006) y que siguió con “Mena” (2010) y “Otra Era” (2014). Con esas tres placas, Javiera ha recorrido varios países, tocando en escenarios tan variados como el Festival de Viña o el Primavera Sound, uno de los encuentros musicales más importantes de Europa.

La idea de celebrar diez años de trayectoria no nació de la nada. Vino de Wendy Sulca, la famosa cantante pop peruana, quien una vez le contó que en su país los artistas escogen una fecha y todos los años celebran su carrera, tal como un aniversario o un cumpleaños. “Ahí me di cuenta que justo el ‘Esquemas Juveniles’ cumplía diez años pronto y me dieron ganas de juntarme a celebrar con la gente que me sigue, mi familia y mis amigos”, cuenta. En este show de larga duración, Javiera tocará canciones de todos sus discos y promete mostrar una consolidación de sus actuaciones en vivo. “Al comienzo era demasiado tímida en el escenario y me faltaba práctica y técnica. Me costaba confiar y sacar la voz, no es como lo que me pasa al componer o grabar discos, que es algo que se me da innato”, confiesa, añadiendo que sumar a la coreógrafa Tuixen Benet junto a un grupo de bailarinas y una banda a ese espacio la ayudado mucho a pararse frente al público, algo que hoy disfruta más que nunca.

El aborto libre y la política House of Cards

El mismo año que se lanzó “Esquemas Juveniles”, miles de estudiantes salieron a la calle en lo que se conoció como Revolución Pingüina, un hito donde parte importante de la juventud chilena se sacudió fuertemente el noventero “no estoy ni ahí”. Con una carrera siempre en ascenso, la cantante comenzó a entrar y salir de Chile, tránsito que le permitió ser testigo de distintos movimientos sociales, como los indignados en España o Ayotnizapa en México. Eso se suma a lo que ve en su país natal, en donde la ha conmovido tanto la lucha de los estudiantes -el 2011 se ofreció a tocar en la toma de la Casa Central de la U. de Chile- como las calles llenas de gente protestando actualmente contra las AFP, el sistema de pensiones que creó José Piñera.

Foto Promo Otra Era 2. Javiera Mena by Javier Bernal

-Tu eres música. ¿Has pensado en tu jubilación?
Sí. Como soy independiente no puedo cotizar en una AFP, pero las encuentro terribles, no confío en ellas para nada. He visto a amigos músicos llegar a viejos sin un peso, en un momento en que ya no puedes trabajar y solo quieres tranquilidad. Siempre pienso en que tengo 33 años y en que la vejez dura 30 años o más, y no me gustaría vivir intranquila tanto tiempo, así que todos los meses deposito plata en una cuenta de ahorro pensando en eso. Soy muy afortunada de poder hacerlo.

-En otras ocasiones has dicho que desconfías de la política tradicional. ¿Qué opinas de las nuevas figuras como Camila Vallejo, Giorgio Jackson o Gabriel Boric?
No es que no crea en la política, porque la política es todo. Sí desconfío del lugar que ellos usan para hacer política, todos esos engranajes me recuerdan a House of Cards. A Camila Vallejo la encuentro una mujer muy fuerte y poderosa, pero milita en el PC, donde hay muchas ideas que no comparto. En la izquierda también hay machismo y misoginia. Con Jackson y Boric me pasa que los encuentro como una Nueva Mayoría pequeña, pero son muy nuevos y todavía no tienen los papeles quemados, así que no sé. Igual las posibilidades de hacer cambios la veo en otras parte, en la calle o en mis amigos, en la gente luminosa.

-¿Cuáles son esas formas de hacer cambios?
Desarrollar la compasión. Eso lo tienen algunas religiones, pero en las esferas de poder se olvida. Las grandes guerras e injusticias ocurren cuando la gente se cree dueña de la verdad, pero aceptar que el otro es igual a ti y puede tener ideas distintas a las tuyas puede ser súper revolucionario.

-Pero hay casos y casos. Igual con el tema del aborto hay sectores que usan la idea de la compasión frente al feto y se olvidan de la mujer que no quiere o no puede ser madre.
Es que hay que ponerse en el lugar de la madre. Los provida son súper autoritarios, no cultivan la autocompasión para nada, los escucho y son súper militares. La discusión del inicio de la vida puede ser filosófica o religiosa, pero la vida de las mujeres está primero.

-¿Estás por el aborto en todas las causales?
Sí, creo que tiene que ser libre. Las mujeres abortan todos los días y ahora solo la gente con plata puede conseguirse el mejor médico. Tenemos que respetar la decisión de todas y ofrecerles una posibilidad segura.

“Ser lesbiana no es normal en ningún lado”

Fijarse en lo que le preguntan en las entrevistas es una de las formas en que Javiera le toma el pulso a lo que está sucediendo. “Ahí veo los temas que se hablan, por ejemplo antes no me preguntaban nunca sobre ser mujer en el mundo de la música, ahora el tema está en casi todas las entrevistas, y me parece súper importante”, señala. «Antes tampoco se hablaba que los músicos andaban con niñas, pero ahora con lo de Gustavo Cordera o las denuncias a Cristian Aldana de El Otro Yo eso ha salido a la luz, ya nadie lo ve como algo normal», sentencia.

Desde el comienzo de su carrera, Javiera Mena asumió que era lesbiana. Esconder lo que le inspiraba amor -y por ende, gran parte de su música- simplemente no le nacía. De esa forma comenzó a llevar una bandera de la que se ha hecho consciente con los años. Durante el 2014 causó revuelo cuando apareció en la portada de Revista Cosas con la frase “me gustan las mujeres”, como si la revista planteara una ruptura sin decir la palabra lesbiana. “Como si me gustaran todas las mujeres”, cuenta con risa, refiriéndose a un titular que ya había usado en una de sus primeras entrevistas, muchos años atrás.

“En el 1% de las entrevistas no me preguntan sobre ser lesbiana. Pero en esos pocos casos no es porque sea normal, es porque lo encuentran de mal gusto o tratan de concentrarse solo en la música. Ser lesbiana no es normal en ninguno de los lugares en los que me muevo”, enfatiza. Como una forma de hacerse cargo del momento que le tocó vivir, Javiera intenta responder lo mejor posible a la responsabilidad que es ser un referente, en donde pese a que se pueden ver algunos avances sigue existiendo violencia y represión. “Ahí me doy cuenta de que aunque soy músico y no activista, tengo que responder bien a esto, mucha gente lo necesita. El otro día le pegaron a una pareja de lesbianas en el Costanera Center, poco después agredieron a unas trans en la calle. Entonces obvio que tengo que hacerme cargo de esa bandera que me pusieron en la mano, es un tema que está filoso. Mientras más libertad siente la gente, más odio se levanta en contra”, afirma.

Si el contexto se pone filoso, Javiera también responde con más fuerza. Por eso ha instalado el tema “de a poquito, como todo”, se encarga de aclarar. En un acto que también considera político ha realizado vídeoclips como el de “Esquemas Juveniles”, en donde por primera vez aparecía amor lésbico -con la sutileza de miradas y cartas- a “Espada”, donde junto al director Luis Cerveró armaron una estética de psicodelia sexual y amor entre mujeres, que va directo a la pista de baile. Esa es además, una de las canciones que junto a su banda más disfrutan tocar.

-A principios de año participaste en el Festival Ruidosa, una instancia que buscaba hablar de las mujeres en el mundo de la música. ¿Por qué te parecen importantes esos encuentros?
Me parece muy importante que nos juntemos a conversar, a hacernos esas preguntas, porque todavía no hay muchas respuestas y tenemos que encontrar soluciones. ¿Qué pasa que en los festivales son casi puras bandas de hombres? ¿Por qué ellos nomás ocupan los lugares de poder? El movimiento feminista existe hace muchísimo tiempo, pero todavía no hay igualdad de género.

-A lo largo de tu carrera, ¿en qué has notado el machismo?
Siempre lo he visto y he tenido que aprender a vivir con eso. Aunque la sociedad trata de disminuirte, yo me paro como igual. Con mi banda (compuesta solo por mujeres) lo conversamos harto, porque apenas pisas un estudio te encuentras con un club de Toby detrás de las perillas. Hay un mito de que las mujeres no podemos agarrar un programa para hacer música, pero yo partí haciendo música así. Y con la prensa me pasa algo que dijo Björk en una entrevista: si eres mujer, van a buscar a los productores con los que trabajaste, van a atribuirle tu música a ellos. Da lo mismo si fueron los mismos productores con los que graba Kanye West, la prensa en sus notas va a buscar al hombre detrás tuyo, pero sobre él solo van a decir “Kanye, qué maestro”.

-¿Sientes que eso te pasó después de producir tus discos con Cristián Heyne?
De todas maneras. Él también le produjo discos a Gepe o al Alex Anwandter y nadie lo recalca todo el rato. A mí me están transformando siempre en un producto suyo. Él fue una gran ayuda, pero yo siempre he hecho mis canciones, mis bases, mis beats. Siempre he tenido claro cómo quiero que sean mis canciones.

Profunda y liviana: Canciones que rompen la rutina

Una semana antes de su concierto de aniversario, Javiera se enteraba de una noticia que conmocionó al mundo: la muerte del cantante mexicano Juan Gabriel. “Eternamente agradecida de tener tu energía y tu música en mi vida Juan Ga, sigues vivo! te transformaste y estás aquí”, escribió la artista en su cuenta de Twitter. Hace un tiempo atrás, había podido ver al mexicano tocar más de cuatro horas en vivo, en un concierto que recuerda lleno de una fuerza increíble.

“Está en mi biblia, en la música que siempre escucho. Sus melodías son como las de Mozart, te agarran rapidamente y te las aprendes, por eso toda la gente se sabe sus canciones”, explica. Javiera cree firmementer que la figura de “el divo de Juárez” resultó liberadora para el continente entero. «Que nuestro ídolo y compositor más grande haya sido así de femenino es muy importante. Él decía que el arte era una energía femenina, o contestaba que lo obvio no se preguntaba cuando le preguntaban si era gay. Un hombre así siempre va a ser ninguneado y atacado, pero él estaba bien alto en un pedestal, y ahí se mostraba libre”, reflexiona.

Javiera Mena comenzó a hacer electropop en un momento en que ese tipo de música no tenía mucha llegada en Chile. Su primer disco se editó primero en Argentina y cuenta que cuando se lanzó acá, era muy difícil sacar a la prensa especializada de gustos más cercanos a bandas como Faith No More o los Red Hot Chili Peppers. Fue un proceso lento para instalarse con su sonido, que crea nutriéndose de lo más variado, para eso basta escucharla hablar: en la misma frase menciona a Björk y a Juan Gabriel, mientras cuenta que escucha indistintamente música docta, cumbia, reggaetón o electrónica de vanguardia.

Por lo mismo, jamás se imaginó que iba a estar en el Festival de Viña del Mar. «Lo empecé a digerir un poco antes. Lo veía como un lugar apegado a una música con la voz muy potente, de súper cantantes con grandes voces, y lo mío va más por la producción y la composición», dice. De todos los aprendizajes y alegrías que le dejó pasar por ese escenario, destaca su acercamiento a un público masivo, de todas las edades. «¡Por fin mi mamá y mis tías me la compraron 100%!», exclama entre risas.

-¿Cómo ha cambiado en diez años el lugar desde donde haces tu música?
A la música primero me acerqué desde un lado más inocente, escuchando algo y pensando “oh, quiero hacer eso” y empezando averiguar cómo se hacía. Partí con lo que me tocó tener, que es talento. Ahora me he ido curtiendo, la experiencia te quita inocencia, pero te da otras herramientas. Siento que ahora estoy combinando bien la parte creativa -que tiene que ver con la inocencia y el cielo- con la tierra, que es la parte física del sonido, lo más estructurado.

-¿Qué tipo de canciones te gustaría hacer ahora?
Canciones que tengan una idea universal muy completa, que todo el mundo se pueda identificar con ellas, esa cosa liviana y profunda que es la magia del pop como ‘Papa Don’t Preach’ o ‘Así Fue’. Igual todo esto tiene una misión social, puedes estar trabajando todo el día y una canción pop suena y te saca de tu rutina, te lleva a lugares muy bonitos sin necesidad de drogas ni nada. No aspiro a nada más que eso, a que la gente pueda dejar que sus emociones desemboquen con mi música.

Javiera Mena en vivo: 10 Años

  • Teatro Caupolicán (San Diego 850)
  • Domingo 4 de Septiembre, 19:00 horas
  • Entradas a la venta en Ticketek y Disquería Sonar
  • Galería: $10.000 / Cancha: $12.000
  • Acto de apertura: DJ Valesuchi
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