El sangriento delirio de Felipe Duterte ha dejado más de 3.500 muertos, entre policías y narcotraficantes. Su mano dura forma parte de su estrategia para combatir a las drogas, aunque ahora ha dado un paso más allá. Dijo que le gustaría asesinar a los tres millones de drogadictos del país ¿Y a quién citó para justificarse? A Hitler.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, está en el ojo del huracán, aunque no parece importarle.
Su ofensiva a punta de fusil contra el mundo de la droga ha dejado en menos de tres meses más de 3.500 muertos entre narcotraficantes y policías, con un promedio de 47 asesinatos al día.
Sin embargo, el político defiende su postura y anunció que seguirá asesinando a narcotraficantes «para salvar de la perdición a la próximas generación».
El mandatario afirmó que le gustaría asesinar también a los drogadictos. «Hitler masacró a tres millones de judíos. Ahora hay aquí tres millones de adictos. Me gustaría masacrarlos a todos«, dijo.
No contento con disminuir la cifra del Holocausto -dijo tres millones en vez de seis- el enloquecido presidente concluyó con una frase para el bronce: «Si Alemania tuvo a Hitler, Filipinas me tendrá a mí«.
Ante las críticas de la Unión Europea por su feroz política, Duterte acusó a los europeos de hipocresía. «Cierran sus puertas, es invierno y ellos son inmigrantes escapando de Oriente Medio. Permiten que se pudran, ¿pero están preocupados por la muerte de 1.000, 2.000 o 3.000 personas?«, cuestionó.