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Académicos y estudiantes de la Arcis responden a ministra Delpiano y al PC: «Nos sentimos como conejillos de indias»

Por: Equipo El Desconcierto | Publicado: 08.12.2016
Académicos y estudiantes de la Arcis responden a ministra Delpiano y al PC: «Nos sentimos como conejillos de indias» |
Sin previo aviso la ministra de Educación, Adriana Delpiano, generó un conflicto entre la resistente comunidad académica y estudiantil de la Arcis, abrió una discusión sobre la Universidad de Chile y volvió a poner en la palestra la polémica relación del Partido Comunista con esa universidad.

Fue el propio Juan Andrés Lagos, miembro del Comité Central del Partido Comunista, quien abrió los primeros fuegos ayer luego de que la crisis de la Arcis volviera al primer plano de la discusión pública. «Nadie dejó botada la universidad, porque lo que ocurrió fue un rechazo brutal desde dentro de la universidad, sectores que, en definitiva, lo que buscaban era expulsar a quienes estábamos en ese momento intentando hacer un proyecto y lo lograron, esa es la realidad», afirmó el ex secretario general de la tienda y ex miembro del directorio Arcis en radio Cooperativa durante la mañana de ayer.

Las declaraciones del lunes de la ministra de Educación, Adriana Delpiano, respecto a que Arcis no era sustentable en el tiempo y que se debía pasar de un administrador provisional a uno de cierre del plantel cayeron como bomba de racimo en distintos lugares: en la misma comunidad universitaria -ya sometida a una tensión considerable desde octubre por una anterior declaración de la misma universidad-, en el mismo Mineduc y en la Universidad de Chile, donde ya se alzaron voces críticas a la posibilidad deslizada por la titular de Educación de que absorba la matrícula además de comprar el edificio de Huérfanos y, por último, en el Partido Comunista, que nuevamente tuvo que salir a responder por su rol en la crisis iniciada en 2014.

Comunidad Arcis: Desayunados por la ministra

FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE / AGENCIAUNO

FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE / AGENCIAUNO

A un año y medio de su nombramiento como administrador provisional de Arcis, ayer Patricio Velasco tuvo que salir, nuevamente, a desmentir el cierre inminente de la casa de estudios. La última vez fue en octubre y también por declaraciones de la ministra Delpiano, cuando aseveró que “el Ministerio no está hecho para administrar universidades” y que luego de la fallida venta de la sede Libertad debía evaluarse la continuidad del plantel.

Velasco literalmente se desayunó con las palabras de la ministra y debió salir a matizarlas, explicando que el eventual cierre se evaluaría luego del proceso de matrículas 2017.  Sin embargo, el que Delpiano explicara que no habló de cierre inminente no sirvió de mucho: durante la noche la universidad fue tomada por manifestantes mientras el administrador Velasco seguía en su interior. Le pidieron, una vez más, la renuncia.

Al respecto, la presidenta de la Federación de Estudiantes, Sandra Beltrami, señaló en conversación con El Desconcierto que «para nosotros fue una puñalada por la espalda porque ya existía un compromiso de la División de Educación Superior de realizar una reunión junto con la ministra y la Confech sobre la Arcis. Además presentamos un proyecto con Giorgio Jackson y Gabriel Boric sobre nuestras demandas respecto al tema de la administración provisional», criticó, añadiendo que «significa un daño irreparable a la imagen ya precaria de la universidad justo en periodo de matrículas, siendo que la misma ministra dice que todo depende de la cantidad de matrículas». La estocada final vino el miércoles, cuando Delpiano volvió a insistir en que no veía cómo llegarían 500 alumnos nuevos en declaraciones a Bio Bio.

Los vaivenes del Mineduc y la reacción en la Universidad de Chile

 FOTO:SEBASTIAN BELTRAN/AGENCIAUN

FOTO:SEBASTIAN BELTRAN/AGENCIAUNO

El día lunes la jefa de la División de Educación Superior del Mineduc, Alejandra Contreras, salió rápidamente a desmentir a su jefa. «La decisión de cierre no se ha tomado», declaró, añadiendo que la ministra Delpiano “probablemente se excedió de la información que existía”. Eso volvió a motivar una respuesta de Delpiano, quien dijo que “no hay ningún excedido y estamos muy bien con Alejandra” al ser consultada por la rápida respuesta de una de las jefas de área a su cargo.

Quienes conocen las tratativas que han llevado los estudiantes del plantel con la División de Educación Superior señalan que la nueva e inesperada declaración de la ministra no cayó del todo bien, especialmente por el compromiso que había hecho Contreras de concertar un encuentro con ellos y la Confech. Para Sandra Beltrami, «puede que haya diferencias de criterio entre la Divesup y la ministra y por eso ella sale de nuevo con esto, como en octubre. Pero sea diferencias internas o un error de la ministra, el daño que nos han hecho es tremendo».

Otra de las esquirlas cayó en la Universidad de Chile, en cuyo Consejo Universitario se mira con buenos ojos la compra de la sede Arcis de Huérfanos para, finalmente, dar solución al histórico déficit del Instituto de Asuntos Públicos. El rector Ennio Vivaldi tuvo que salir rápidamente al paso de las declaraciones de Delpiano sobre el posible traspaso de cerca de 400 estudiantes a la casa de Bello. “Nunca ha estado en contra de ser parte de las soluciones que puedan ayudar a eso. Si en este caso podemos ayudar, vamos a ayudar”, señaló, pero de inmediato se alzaron voces críticas en la comunidad universitaria, como el ex rector Luis Riveros, quien fustigó la posible «pérdida» en calidad que eso significaría.

El Desconcierto preguntó a los estudiantes de la Arcis sobre el hecho de que el Mineduc contemplara su traslado a otros planteles mientras aún no se concreta la reunión con ellos. Para Beltrami, esto va «en la línea de las críticas al administrador Velasco, en el sentido de que hemos dicho que la política del Mineduc y el administrador ha sido el cierre anticipado: dar todas las condiciones para liquidar los bienes y traspasar a los alumnos», explicó, agregando que «obviamente, cualquier cosa que se haga a nuestras espaldas no nos parece bien. Agradecemos a la Universidad de Chile su disposición pero nos parece que la ministra y el Estado no están asumiendo su responsabilidad. Tener un título de una universidad cerrada no se modifica con nada de lo que proponemos, y ahí volvemos a las modificaciones que hemos presentado en nuestro proyecto de ley. Hemos sido conejillo de indias de una ley nefasta y merecemos que nos permitan conversarlo».

Otra vez un flanco abierto para el Partido Comunista

FOTO: JORGE FUICA/AGENCIAUNO

FOTO: JORGE FUICA/AGENCIAUNO

Consultado en «El primer café» de Cooperativa, quien fuera parte del directorio de Arcis y hoy miembro del comité central del PC, Juan Andrés Lagos, intentó una nueva línea argumental ayer miércoles, señalando que el PC no se retiró sino que fue hostilizado hasta retirarse de la universidad. «Hubo sectores que resistieron con violencia hasta que lograron desestabilizar una gobernabilidad que había logrado objetivos bastante importantes, y eso es lo que determina que quienes están en la universidad, en la gobernanza, se retiran», señaló, añadiendo que «hay tribunales de justicia, fiscalías, Banco Central, Ministerio de Educación, Ministerio de Hacienda, Contraloría y ninguna de esas instancias encontró algún tipo de irregularidad, de las cuales la UDI ha hecho cacareo durante todo este tiempo y vuelve a hacerlo ahora».

Durante la tarde de ayer la UDI volvió a «cacarear»: en un punto de prensa, la coalición Chile Vamos anunció la presentación de acciones judiciales respecto a la Arcis.»Creemos que se está tramando un fraude. ¿Qué pasa si no se matriculan los 570 alumnos y se llegan a matricular 200?, creemos que es importante pedirle a la Fiscalía que evite esta situación», señaló Alejandra Sepúlveda del PRI.

Desde Renovación Nacional el diputado Nicolás Monckeberg fue más duro y emplazó directamente al Partido Comunista, «particularmente al diputado Hugo Gutiérrez, quien presenta querellas todos los meses y está obsesionado con presentar querellas contra el ex Presidente Sebastián Piñera, presentar una en contra la Universidad Arcis, precisamente, porque ellos han reconocido que ha habido mal uso de dineros en perjuicio de los estudiantes», señaló.

Al respecto, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Arcis explicó que era un acuerdo de la comunidad estudiantil no referirse al tema del rol del Partido Comunista en la prolongada crisis y eventual cierre. «Es un acuerdo que tomamos, para bien o para mal», señaló Sandra Beltrami. Quien no tuvo dudas fue la directora de Ciper, Mónica González, quien respondió duramente a Juan Andrés Lagos, señalando que «el control por parte del PC no fue un invento que hizo Ciper, el control que tenía el PC de la Universidad Arcis entre 2004 y 2014 lo corroboró el entonces rector de Arcis, René Leal, en el discurso de inauguración del año académico de 2014, cuando estalló la crisis, y se supo que había un déficit operacional de 3.500 millones. En ese discurso público Leal, no Ciper, dijo delante de toda la comunidad que el PC había dejado de ser el controlador de la universidad, algo que Juan Andrés Lagos tiene que saber porque él era presidente del directorio de la universidad». 

El sociólogo, académico histórico de la Arcis y miembro del sindicato de funcionarios de la universidad, Tomás Moulian, es enfático en señalar que «no estoy de acuerdo con el argumento de Juan Andrés Lagos». En la perspectiva de quien fuera rector entre el 2003 y el 2006, «yo no presencié ningún enfrentamiento en contra del Partido Comunista. El Partido Comunista invirtió plata en la Arcis a partir del año 2003 y durante mucho tiempo no gobernó la universidad hasta que llegaron con René Leal, Orión Aramayo y Mauricio Weibel. Ese grupo de dirección se dividió, lo que provocó que la rectoría de Leal durara poco. Por supuesto en la Arcis había grupos anti comunistas, de autodenominados anarquistas, pero en la universidad además había personas públicamente comunistas y no eran golpeados ni perseguidos», puntualiza.

Más crítico es el ex director de la carrera de Psicología del plantel, Andrés Leiva. «La comunidad arciana nunca tuvo problemas con el PC, eso es un mito», refuta, explicando que «en el Consejo Universitario Superior, si es que existen aún las actas ya se discutía cómo se iba a hacer con la salida del PC desde el año 2012. No es un tema de que la comunidad discutía con un anticomunismo afiebrado. Juan Andrés Lagos no puede decir que se fueron por hostilidad hacia los comunistas. El problema se armó a propósito de la salida a tropel que hicieron de la universidad, despavoridos, sin dejar claridad sobre la gestión», señala.

Sobre el hecho de que, efectivamente, ni la comisión investigadora parlamentaria ni las fiscalizaciones han detectado irregularidades, Tomás Moulián explicó a este medio que su opinión es que le «parece que el retiro de fondos del Partido Comunista se hizo en un momento inapropiado, pero no es ilegal». Andrés Leiva recuerda una anécdota ocurrida en una de las fiscalizaciones de la División de Educación Superior en el año 2013. «Le explicamos a la fiscalizadora todas las dificultades que teníamos, los desvíos de dinero, etc. Ella nos dijo: no hay nada que sea un delito. Había incluso un bono que se llamaba, literalmente, ‘Bono de confianza del rector’, que era para la gente ligada al PC y entre ellos reunían entre 100 millones de pesos, ¡bonos por concepto de nada! Cuando le mostramos eso al Ministerio, dijeron que eso no estaba fuera de la legalidad porque era una universidad privada. Clara, no hay una institución de lucro permanente como Laureate o qué se yo, pero sí hay una prebenda permanente de dineros que salen de la universidad permanentemente. O sea, una cosa es decir «no hay ningún delito» y otra es negar que arruinaron la Arcis. Es como un papá que legalmente no ha cometido delitos, pero se fue de la casa y dejó la embarrá con las cuentas», grafica el ex académico del plantel.

Más dura fue la periodista Mónica González en Cooperativa: «cuando dice que no se ha encontrado ninguna irregularidad está mintiendo, lo que él omite mañosamente es que no hay en la legislación chilena, como en los casos de colusión y como en tantos casos que hemos visto en los últimos años que tienen a la opinión pública muy enojada, leyes que sancionen aquellos delitos de muchos millones», recalcó la investigadora, añadiendo que «me parece que debiera haber una mínima autocrítica, pero las palabras de Lagos me causaron estupor por una razón sencilla: no hay ni una autocrítica, ni una palabra para esos estudiantes y sus familias».

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