Avisos Legales
Opinión

¿Lo Espejo en dictadura? Alcalde despide dirigentes gremiales y profesores con enfermedades catastróficas

Por: Carlos Díaz Marchant | Publicado: 11.03.2017
¿Lo Espejo en dictadura? Alcalde despide dirigentes gremiales y profesores con enfermedades catastróficas |
El alcalde Miguel Bruna (PPD) ha iniciado lo que podríamos llamar una verdadera persecución contra docentes enfermos, muchos de ellos con cáncer e incluso algunos a sólo meses de jubilar. El actuar del alcalde es de una inhumanidad pocas veces vista, considerando que entre los docentes castigados también figuran profesores con trasplantes y serios problemas de salud: tumores y otras enfermedades graves.

Como todos los años, se está iniciando el período escolar en nuestro país con muchos problemas y denuncias de rebajas horarias, despidos, traslados de docentes y problemas que afectan seriamente la educación que reciben nuestros niños, niñas y jóvenes.

Lamentablemente se ha hecho costumbre que los primeros días de marzo de cada año se caractericen por el clima de incertidumbre respecto del futuro laboral de miles de maestras y maestros en todo el país. Esta vez la situación se ha visto agravada por la disposición emanada en enero pasado desde el Ministerio de Educación, respecto de la no entrega de recursos a muchas escuelas que no rindieron dichos fondos de acuerdo a lo señalado por la ley. Ello ha traído preocupación, despidos y estrés a miles de docentes que no tienen certezas respecto de su futuro laboral.

Cerro Navia es una de las comunas de la Región Metropolitana donde nuestros docentes permanentemente son afectados. Allí tenemos el caso de 21 colegas que siguen esperando, por años, el poder recibir su bono de retiro, pues si bien los dineros llegaron desde el ministerio para que las profesoras y profesores puedan jubilarse, el ex alcalde Plaza los utilizó para otros fines. También esta comuna, el año 2016, fue testigo del no pago de sueldos a sus profesores ya que la cantidad de recursos que llegaban mensualmente no cubrían estos pagos y los perjudicados siempre fueron los trabajadores. Ahora 116 educadores no han recibido sus sueldos, a pesar de que legalmente les corresponde.

Tuve ocasión de entrevistarme el pasado 7 de marzo con el alcalde Mauro Tamayo, quien al salir de esta importante reunión, en la que también participó nuestro presidente nacional Mario Aguilar y otros dirigentes nacionales, expresó con mucha firmeza: “hemos venido a reunirnos especialmente para discutir la situación actual y preocupante de nuestra comuna. Hoy tenemos una situación de no poder pagar sueldos de enero y febrero a 116 trabajadores de la educación. Estamos avanzando en acuerdos pero en verdad lo que se requiere es discutir un nuevo sistema de financiamiento a la educación municipal que permita subsistencia de las escuelas y liceos municipales públicos independiente de la gestión de turno. Nosotros tuvimos la pésima herencia del alcalde Plaza. En ese sentido hoy debemos sumar a todos los actores a la defensa de la educación pública para poder salvar la educación pública en nuestra comuna”.

Efectivamente, el alcalde Tamayo es certero en su análisis y compartimos que el tema de fondo es la urgencia de contar, a la brevedad, con un nuevo sistema de financiamiento que garantice efectivamente una educación pública sólida y a la altura de lo que nuestros niños y jóvenes se merecen.

El caso de Lo Espejo

Lo que hemos presenciado en los últimos días en la comuna de Lo Espejo nos hace recordar los graves y tristes episodios vividos en nuestro país en tiempos de la dictadura militar de Pinochet, donde la irracionalidad y el irrespeto absoluto por los derechos de las personas se instalan como método de acción política. En esta comuna, el alcalde Miguel Bruna (PPD) ha iniciado lo que podríamos llamar una verdadera persecución contra docentes enfermos, muchos de ellos con cáncer e incluso algunos a sólo meses de jubilar. El actuar del alcalde es de una inhumanidad pocas veces vista, considerando que entre los docentes castigados también figuran profesores con trasplantes y serios problemas de salud: tumores y otras enfermedades graves.

A esta situación se agrega el despido, a partir de un sumario muy resistido por los docentes de la Escuela Hernán Olguín, de una dirigente comunal del Colegio de Profesores recientemente electa y de otros 5 funcionarios de dicha unidad educativa. También este inicio de año escolar tuvo traslados inconsultos de profesores y amenazas de nuevos sumarios en la comuna.

Mención especial en todo esto es la desafortunada decisión de las autoridades edilicias de Lo Espejo de llamar a carabineros para sacar de la escuela por la fuerza, a un docente que ha laborado 29 años en dicha unidad educativa. Es el caso del colega Álvaro Alvear, destacado y reconocido profesor, ex presidente comunal del Colegio de Profesores, colega respetado y muy querido por estudiantes y apoderados. En sus casi tres décadas de trabajo en el Centro Educacional José María Caro, Álvaro formó muchas generaciones de estudiantes, demostrando su profesionalismo y vocación permanente.

Toda una vida dedicada a la entrega y formación de niños y jóvenes, situación que de nada sirve a una autoridad comunal que pretende tratarlo como un delincuente y no trepida en llamar a la fuerza pública para que lo saquen de su lugar de trabajo. La cordura y racionalidad del personal de carabineros permitió que dicha situación no prosperara y a pesar de la exigencia de la autoridad, finalmente el profesor no fue sacado por la fuerza pública.

Me parece gravísimo lo que está sucediendo con las y los profesores de esta comuna. Estos hechos dan cuenta de lo perdido que está un gobierno comunal cuando comienza a ver fantasmas en profesionales que lo único que desean es contribuir y apoyar a miles de niños para que salgan de la miseria y subdesarrollo en que viven.

No podemos permitir que la persecución ideológica contra los docentes se instale en nuestro país, como tampoco toleramos que por enfermarse un docente sea despedido. Ese no puede ser el pago que se entregue a un profesor o profesora después de haber dado toda su vida por la educación chilena.

Carlos Díaz Marchant