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Morbo, justificaciones al agresor y más: Los principales errores de los medios al abordar los casos de femicidio

Por: El Desconcierto | Publicado: 17.03.2017
El estudio evidenció los problemas de cobertura de los medios digitales al abordar los casos de femicidios, con noticias que muchas veces muestran falta de empatía hacia la víctima, justificaciones al agresor y un exceso de sensacionalismo que no aporta a erradicar la violencia.

Las investigadoras Karen Vergara y Cecilia Ananías analizaron la cobertura que los medios de comunicación digitales hacen de los casos de femicidio en Chile y revelaron los principales errores que comenten las y los periodistas al escribir sobre el asesinato de mujeres, a pesar de los manuales de Género y Ética que orientan en esta materia. 

Vergara, columnista de El Desconcierto, manifiesta que uno de los motores de la investigación fue nutrir el nulo material académico que existe al respecto, según consigna un artículo de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres.

«Nos encontramos con trabajos de tesis muy importantes como el de Claudia Lagos, pero que lamentablemente no se traducían en talleres o una formación a los estudiantes que luego pasarían por las salas de redacción. Teníamos esta inquietud con Cecilia y si bien lo propusimos en nuestros años de pregrado, el tema de género en la escuela de Periodismo de la Universidad de Concepción no era bien mirado. En ese entonces se incitaba mucho el reporteo, la redacción de crónica roja, pero había poca reflexión detrás», cuenta.

Por ello, decidieron seguir estudiando. Claudia, en la Universidad de la Frontera, donde hace un magíster en Ciencias de la Comunicación, mientras que Karen se matriculó en un magíster en Estudios de Género y Cultura.

«La idea era poder dedicarnos a la investigación de temas que han sido poco discutidos dentro de las comunicaciones y donde queremos contribuir para que la prensa sea cada vez más consciente de su gran labor e incidencia sobre todo en temas sociales como lo es la violencia de género», argumenta Karen Vergara.

El trabajo investigativo arrojó algunos problemas en la cobertura de los medios sobre estos temas: Por ejemplo, la selección, de parte de diarios como LUN o La Tercera de casos extremadamente violentos, ocurridos a mujeres jóvenes y dentro de la Región Metropolitana, ignorando los asesinatos de mujeres rurales o de mayor edad.

“Hubo medios digitales que escribieron durante todo el mes sobre Juliana, se colgaban mucho de sus imágenes de Facebook y del hecho que era joven y que la consideraban bonita; pero el mismo día que su cuerpo fue descubierto, mataron a Nancy Arenas, una mujer de 60 años que vivía en Rinconada de Los Andes. Y de ella apenas apareció un comunicado corto en BioBioChile. Con eso, estás diciéndole a tus lectores que hay asesinatos de mujeres que importan y venden… y asesinatos que no», explica Ananías.

También hay otra forma de violencia simbólica implícita en el tratamiento periodístico, que se relaciona con la discriminación hacia mujeres de estratos socioeconómicos bajos o que han enfrentado a la justicia. La investigadora apunta que «se suele caer en el encasillamiento y el juicio público en tanto su calidad de ‘mujer’, por ejemplo con Nabila Rifo, de quien los medios hasta reconstruyeron su pasado amoroso».

Justificaciones al agresor y falta de contexto

El 68,5% de las noticias evidenciaron, a juicio de las periodistas, falta de empatía hacia la víctima. Esto se expresa en que rara vez se entregan detalles en las noticias de femicidios sobre las vidas de las mujeres, más allá de su relación con el agresor o de si eran madres.

Desde otra perspectiva, las investigadoras descubrieron que en el 37% de la cobertura de medios digitales se justifica el actuar del agresor, especialmente en el caso de Juliana Acevedo, donde su asesinato y descuartizamiento fue adjudicado a violencia mutua, celos, amor o al fragor de la discusión.

Otro error que impera es la falta de contextualización, en al menos el 77,1% de las noticias analizadas, lo que se refleja en que los periodistas no incluyen voces expertas en temas de violencia de género, ni aportan herramientas que ayuden a otras víctimas, así como tampoco anuncian las condenas que reciben los femicidas. 

El morbo es una de las variables que también se hace presente en buena parte de la cobertura -al menos en un 60%- especialmente en el caso de Juliana Acevedo. Y al respecto, citan un ejemplo gráfico de tratamiento en La Tercera, titulado «De los celos al horror».

“Durante la discusión, Vásquez comenzó a estrangular a Juliana, cada vez más fuerte hasta que ésta dejó de moverse. Luego, le pegó tres golpes en la tráquea. El cuerpo sin vida de la joven quedó en el departamento de un ambiente, mientras el sospechoso salió a dar una vuelta. Regresó entrada la tarde y llevó el cadáver hasta la tina del baño, donde la desmembró. Usó torniquetes, como cordones y poleras, para frenar la hemorragia de las extremidades. Con este mismo propósito, también les echó agua caliente con sal. Cerca de las 23.00 de esa noche escondió el torso y la cabeza en una maleta. Tomó esta valija e hizo parar un taxi, que lo llevó hasta el puente Cal y Canto. Ahí lanzó el bulto al río Mapocho. Volvió al departamento, durmió, y a la mañana siguiente puso las extremidades en bolsas de supermercado. Tomó un nuevo taxi hasta el mismo puente y repitió la acción”, (La Tercera, marzo del 2016).

Las investigadoras advierten que uno de los principales efectos de esto es desincentivar a las víctimas a denuncias nuevas agresiones, ya que están expuestas a una serie de cuestionamientos y discriminación por el hecho de ser mujeres. Del mismo modo, llama a las y los periodistas a leer el estudio.

«Sabemos que las rutinas son extenuantes, que los periodistas viven tapados en turnos, que hay poco tiempo para recabar la información o para continuar formándose, así que queremos presentar este trabajo no sólo como una crítica a los medios, sino que como una ayuda a los periodistas. También, hacer un llamado: si les interesa que presentemos este tema en alguna sala de redacción y respondamos preguntas, estamos dispuestas a hacerlo», señalaron.

Aquí puedes revisar el trabajo completo de Karen Vergara y Cecilia Ananías.

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