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En el 2010 Aguas Araucanía aconsejó a los vecinos de Ñancul no usar el agua potable del pozo que se abastece del río Voipir luego de advertir “alteraciones en su composición”. Hoy la toxicidad está declarada: manganeso y fierro la hacen imbebible. La falta de soluciones sacó a las familias a la calle, donde la señora Isolina Araneda fue baleada por cuatro perdigones de Fuerzas Especiales.
El pasado lunes cerca de 60 personas se manifestaron en familia cortando el puente Voipir y recibiendo la represión de Carabineros. Resultado: Isolina Araneda, de 58 años, fue baleada con cuatro perdigones de plomo en su párpado, cuello, estómago y pierna. Lo que contradice las declaraciones del prefecto Miguel Irribarra tras la movilización: “fue en el ojo por un posible balín de goma”.
Afortunadamente, “la señora Isolina fue derivada desde el Hospital de Villarrica al Hospital de Temuco y no tiene riesgo de perder el ojo”, señala Marcelo Bermedo, presidente de la Unión de Organizaciones Lacustres y vecino del sector.
Según denuncian desde Eco TV la Forestal Voipir, propiedad de la familia Weber Schilling, «tiene al río Voipir infectado con fierro y manganeso. A tal punto que los 3 mil habitantes de la localidad de Ñancul, ubicada a 8 km. de Villarica, no pueden consumir el Agua Potable Rural (APR) y han debido costear agua embotellada para evitar seguir enfermándose».
El pasado 13 de enero la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) intentó controlar la situación poniendo cloro a la fuente de agua, pero la Seremi a cargo, Scarlett Sepúlveda, asume que la contaminación continúa en su trayecto. Declaración que contrasta con la del Seremi de Salud de La Araucanía, Carlos González: “Nuestro equipo vio el agua y resolvió que está con sus parámetros de hierro, manganeso y turbiedad, en las llaves, normales”. Ante las exigencias de los vecinos la DOH dice que el problema se solucionará en abril.
Según denuncia el vecino Ediel Vásquez «Era una manifestación familiar, los vecinos de Ñancul salieron a la calle acompañados de sus hijos a pedir ser escuchados. Ninguna autoridad se hizo presente, la respuesta fue la represión desmedida que dejó como resultado a una vecina herida de gravedad con tres perdigones disparados por carabineros y a una mujer detenida en la comisaría de Villarrica con su hija de 9 meses de edad»:
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