Zamorano y los 5 goles que le hizo a Venezuela en 1997: «Miré al cielo y vi que mi papá estaba feliz»

Fue la primera vez que la selección chilena disputaba una clasificatoria en el Estadio Monumental y las expectativas eran altas. Ese 29 de abril de 1997 Chile enfrentaba, al igual que hoy, a una Venezuela colista en las clasificatorias a Francia 98, y en la televisión se escuchaban las presiones de personas como Carlos Cazsely, quien aseguraba que la selección nacional debía ganar por al menos tres goles.

Más allá de la parafernalia mediática, el capitán y goleador del equipo, Iván Luis Zamorano, tenía la mente en otra parte.

«Mi papá tenía ese sueño de que yo jugara por Colo Colo, de que entrara con esa camiseta al Estadio Monumental. Desde chiquitito nos sentábamos ahí en las piedras del estadio con mi hermana, con mi mamá y mi papá, y ahora iba a tener la posibilidad de entrar, pero con la camiseta de mi selección», cuenta Zamorano a El Desconcierto.

Su padre, Luis Zamorano, murió en 1980 de peritonitis. Conductor de camiones de Coca Cola y colo colino acérrimo, fue el que le inculcó al pequeño Iván su amor por el fútbol. En una entrevista a Cosas, el goleador expresó que fue la proyección de lo que su padre nunca pudo ser. El mismo padre que, si bien cuando veía a su hijo romperla en las pichangas de La Legua le decía sencillamente que «iba bien», llegaba en la noche a decirle a escondidas a su pareja: «Mija, ¡este niño es extraordinario!».

Ante Venezuela, no fue el único que Iván sintió presente en el partido. Desde las gradas, su pequeña sobrina vería por primera vez a su tío en acción.

-Iván, ¿ganar, gustar o golear? – le preguntó un periodista en el túnel antes de que entrara a la cancha.
-Ganar – respondió con una sonrisa el capitán.

Luego de la foto de equipo, aprovechó de lanzar la pelota con la que posó al público. Y se dio el pitazo inicial ante cerca de 43 mil personas.

«Recuerdo el partido de principio a fin. Se nos puso muy difícil porque Venezuela de alguna manera venía a defenderse y buscar el empate. Nosotros teníamos la dificultad de que no encontrábamos el gol. Hasta que apareció el primero con un centro de Claudio Núñez perfecto con el que tuve la oportunidad de meter el cabezazo», cuenta hoy Zamorano, relatando su gol número 18 -de 34 en total- con la selección chilena.

La confianza de los hinchas llegó de inmediato, incluso empezaron a caer los prematuros «ole» de parte del público. Iván asegura que el primer gol facilitó el resto del partido: «A partir de ese momento se abrió un poco el arco, poquito a poco nos fuimos soltando un poco más. Apareció el Guatón Vega, el Coto Sierra, el mismo Claudio Núñez. Empezamos a tener mucho más la pelota, a generar más fútbol y ocasiones. Afortunadamente las fui concretando».

El segundo gol cayó luego de que Pedro Reyes metiera un cabezazo hacia el pasto y que Zamorano agarrara el rebote con otro golpe de cabeza al ángulo. En la celebración, se le alcanza a ver saludando al cielo. El tercero y último del primer tiempo fue a través de una jugada en la que Marcelo «Toby» Vega se sacó a dos defensores venezolanos y tiró un centro que el capitán tocó con la zurda hacia atrás en el ángulo perfecto para que entrara al arco.

Pantallazo transmisión del partido

«Con razón Iván decía que tenía unas ganas enormes de jugar en esta cancha -decía Pedro Carcuro en el relato-. Es colo colino de tomo y lomo, quería jugar en el Monumental y ya ha pagado con tres goles».

En el segundo tiempo, dos minutos le bastaron para marcar el cuarto gol, luego de un pase de primera del Coto Sierra para Claudio Núñez, quien le centró el balón a Zamorano cuando estaba al límite del offside. Solo y en el área chica, la paró de pecho y le pegó de zurda mientras la defensa se ocupó más de alegar al guardalíneas que de impedir el gol.

El quinto del partido pudo haber llegado a través de un penal que Echeñique le hizo al mismo Bam Bam, pero este trató de meter la pelota colocada al ángulo y terminó errando el tiro. Sin embargo, sí terminaría llegando a través de un cabezazo de Pedro Reyes, jugador del año en el fútbol chileno en 1997, a través de un cabezazo.

El sexto y último de la jornada fue el quinto de Iván, quien recibió un pase largo por la banda derecha, vio que se le adelantó el arquero Rafael Dudamel -hoy DT de Venezuela- y le pegó de fuera del área ante una tibia reacción del portero. El público empezó a corear «Olé, olé olé olé. ¡Bam Bam, Bam Bam!».

«Lo que hoy quiero resaltar no son mis goles ni mi actuación, nunca he sido un tipo individualista. Hoy se merece todo el equipo este homenaje de la gente que nos apoyó los 90 minutos», dijo Zamorano terminando el partido.

Hoy relata a El Desconcierto: «Fue un partido especial por el estadio y porque fue la primera y última vez en la historia que hice cinco goles. Pudieron haber sido seis porque desperdicié un penal, pero fue una anécdota, porque con cinco goles quedé feliz jaja Había hecho cuatro goles en un partido en Suiza, pero cinco no había hecho nunca».

(Revive el partido completo en la página de 24horas.cl)

En la cancha, con el partido ya terminado, Zamorano se acordó del sueño de su padre. «La sensación que me quedó fue mirar al cielo y ver que mi papá estaba feliz disfrutando como en esos momentos en que nos llevaba a ese estadio a ver a Colo Colo desde chico», asegura.

El 9 de febrero de 2003 el sueño de tanto Luis como Iván Zamorano terminaría de cumplirse. Ante Audax Italiano, Bam Bam entró al Estadio Monumental ahora vistiendo la camiseta de Colo Colo, equipo quebrado en el que jugó sus últimos seis meses de profesionalismo sin cobrar un sueldo. Ese día anotó dos goles.