Turquía entrega el poder absoluto a Erdogan y le permite gobernar hasta 2034

Por un estrecho margen, el «Sí» se impuso en el referéndum constitucional que este domingo se celebró en el país otomano para sustituir el sistema parlamentario actual por un modelo presidencialista. Unos 48 millones de turcas y turcos dieron un 51,2 por ciento de los votos a la opción defendida por el presidente Recep Tayyip Erdogan, mientras que un 48,8 por ciento se opuso a su propuesta.

La reforma aprobada, que comenzará a aplicarse en 2019, refuerza la figura del presidente, que concentra las anteriores funciones de ese cargo y del primer ministro, que desaparecerá. Eso habilita a Erdogan a permanecer en el poder hasta 2029, o incluso, hasta el 2034.

“Hoy, Turquía ha tomado una decisión histórica. Ahora vamos a cambiar de marcha y continuar nuestro camino más rápidamente”, dijo el mandatario turco tras la victoria. “Turquía tomará medidas importantes en todos los sectores”, agregó.

Los partidarios de la enmienda lo consideran un cambio necesario para estabilizar el gobierno, especialmente luego del intento de golpe de Estado en julio de 2016.

Por su parte, la oposición denunció que el “cambio ilegal” de reglas para el recuento de votos convierte en “debatibles” los resultados del referéndum y anunció la impugnación de 2,5 millones de votos que considera sospechosos, lo que podría cambiar el resultado de la consulta.

El dirigente del segundo mayor partido de Turquía, el opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kiliçdaroglu, denunció como “contrario a la ley” que la Junta Suprema Electoral ordenara admitir como válidos votos no sellados de forma reglamentaria y prometió “seguir el asunto hasta el final”, llevándolo ante el Tribunal Constitucional o hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Sin embargo, el presidente de la Junta Suprema Electoral, Sadi Güven, rechazó que estos votos, que no tienen el sello de la mesa electoral, puedan ser falsos.

El «No» ganó en las tres ciudades más grandes de Turquía, Estambul, Ankara y Esmirna. En las provincias con población kurda votaron en contra del referéndum luego de que, tras el golpe de julio del año pasado, Erdogan aumentara la represión contra políticos y periodistas cercanos a la causa kurda, acusándolos de «terrorismo» vinculado al Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK), al que Turquía considera como «grupo terrorista».

Alejado de Bruselas

Una de las incógnitas que se abre a partir de ahora es cómo evolucionará la relación de Ankara con la Unión Europea (UE), luego de que las relaciones entre ambos se degradaran durante la campaña debido a los mitines que el partido del presidente intentó celebrar en el Viejo Continente ante el rechazo de los gobiernos locales.

Además, tras la victoria del «Sí», Erdogan, de 63 años, planteó la posibilidad de celebrar un nuevo referéndum para reintroducir la pena de muerte en el país. Esto pondría fin a la adhesión de Turquía al bloque comunitario, según los estatutos del organismo.

Una posible salida de Turquía ya no resultaría sorpresiva y el país podría buscar revertir su adhesión e impulsar una serie de acuerdos comerciales o incluso buscar otras alianzas con países como Rusia.