Game of Thrones: Blogger asegura que el general Carlos Prats es el Ned Stark chileno

Quedan solo horas para el estreno del segundo capítulo de la séptima temporada de Game of Thrones, la serie más pirateada de todos los tiempos, según el libro de récord Guinness, y abrumante ganadora de 38 premios Emmy.

La ansiedad de los fanáticos alcanza límites insospechados y así lo demostró el blogger chileno que escribe bajo el seudónimo de Jaedlaco en el sitio Inenarrables, quien expuso en siete puntos las semejanzas de uno de los protagonistas del primer arco de la serie de HBO, Eddard Stark (Sean Bean), con el fallecido general chileno, Carlos Prats.

Para el escritor, tanto la Mano del Rey de Robert Baratheon como el ex comandante en jefe del ejército de Salvador Allende «fueron hombres de gran valía y portadores de un pesado código moral que los terminó convirtiendo en mártires y héroes para la posteridad». Revisa a continuación los siete puntos de equiparación:

1. Forastero de la metrópolis. Según explica Jaedlaco, Prats nació un 2 de febrero de 1915 en el seno de una familia de Talcahuano. «Él  y sus cuatro hermanos menores cursaron sus estudios primarios en el puerto, para luego continuar en el Liceo de Concepción. Migró a Santiago para ingresar a la Escuela Militar recién a los 16 años. Pese a que muchos altos oficiales de la época también venían de fuera de la capital (Pinochet entre ellos) el trato afable, la sencillez cotidiana y la carencia de grandes vicios lo mantuvieron como provinciano a ojos de de la prensa y políticos de oposición, quienes en sus años más peliagudos como comandante, lo trataron despectivamente de ‘penquista’«.

Por otro lado, los fanáticos de la serie también sabrán que Ned Stark, amo y señor de Invernalia, tuvo que viajar a Desembarco del Rey para cumplir las labores que se le habían encomendado.

2. Diestro aprendiz, célebre educador. El texto destaca el camino de Prats: «Oficial de artillería desde su egreso de la escuela Militar, sirvió en diversas guarniciones del país para ganar experiencia. Aperrado como era, ingresó al curso regular para oficiales de Estado Mayor en la Academia de Guerra, desde donde egresó como primero de la promoción, recibiendo dicho honor del mismísimo presidente Alessandri Palma. Todo un mateo, por decir lo menos«.

Con los años, se convirtió en profesor de historia militar, estrategia y logística, donde fue ampliamente respetado incluso por opositores políticos, como Julio Canessa Robert. En sus clases, solía citar a grandes estrategas de la historia como Napoleón Bonaparte, Adolf Hitler y Manuel Baquedano. «El arte de la guerra lo fascinaba, y cuando se enfrentaba a un problema complejo fruncía el ceño y jugaba con su lengua al interior de sus mejillas, acompañado de un buen cigarrillo. Pucha, ya quisiera yo haber tenido profes tan cool», añade.

3. Reemplazante de un amigo asesinado. Carlos Prats sucedió en el ejercicio de la comandancia en jefe del Ejército a René Schneider Chereau, quien se ganó la animadversión de grupos de ultraderecha por sus ideas constitucionalistas. Por su parte, Stark tuvo que asumir como Mano del Rey en lugar de Jon Arryn, señor de Nido de Águilas quien fue envenenado presuntamente por los Lannisters.

4. Mano derecha de un líder controversial. Lo único que regía a Prats eran sus ideales republicanos, ya que nunca tuvo afiliación política. No obstante, en un escenario de ascenso de las fuerzas populares y el gobierno de la UP en pleno avance de su programa, su condición no podía ser neutra. De ese modo, propuso al Presidente Allende avanzar en equilibrar las remuneraciones de las Fuerzas Armadas y modernizar el Ejército. Esta alianza fue caricaturizada frente a la oposición, condición que empeoró cuando fue nombrado Ministro del Interior y tuvo que enfrentar el paro de camioneros y el Tanquetazo.

Por otro lado, Ned Stark se convirtió en un punto de equilibro del gobierno Baratheon. Tuvo que hacer frente a los Lannisters y al mismo tiempo asesorarse con tres pirañas que privilegiaban la estabilidad por sobre los valores de justicia que encarnaba el amo y señor de Invernalia.

5. Humillaciones por doquier. Jaedlaco trae a colación un episodio que sacó a Prats de sus casillas: En junio de 1973, desde un Renault rojo le gritaron «múltiples obscenidades, por lo que el comandante apuntó su revólver» y disparó sin saber que quien conducía era una mujer. Esa misma tarde, presentó su renuncia, pero Allende lo logró convencer de que se quedara. Desde la oposición lo acusaron de cobarde e incluso cuestionaron su estabilidad mental.

En agosto de ese mismo año, Prats descansaba de una gripe cuando se organiza una manifestación frente a su casa por parte de esposas de militares. Renunció nuevamente aquella vez, al entender que le habían dado la espalda desde la propia institución castrense. Allende no pudo esta vez rechazarla.

6. Recomendó a Pinochet como sucesor. Las malas decisiones se ciñen sobre ambos personajes. En el caso de Prats, fue subestimar a Augusto Pinochet Ugarte: Un militar de mediocre intelecto, sin afiliación política y sin garantías de su probidad en torno a la Constitución, mucho menos de su ambición. Si bien Ned Stark no tuvo oportunidad de elegir sucesor, fue su intento de rebelión lo que le valió la traición definitiva.

7. Traicionera e innecesariamente asesinado. Tras el golpe, Prats vivió un breve exilio en Buenos Aires hasta que una bomba fue instalada bajo del Fiat 125 donde viajaba. La operación fue orquestada por el general Iturriaga Neumann y la DINA, con participación directa del norteamericano Michael Townley.

Para Jaedlaco, su muerte fue innecesaria, sobre todo tras las palabras que le escribió a Pinochet días después de concretado el golpe: «El futuro dirá quién estuvo equivocado. Si lo que Uds. hicieron trae el bienestar general del país y el pueblo realmente siente que se impone una verdadera justicia social, me alegraré de haberme equivocado yo”.

Lo de Stark es igualmente trágico y también dejó a toda una familia huérfana.