Gonzalo García de Planeta No: «Ganamos más que una persona que hace lo mismo pero que tiene vagina”

Planeta No comenzó a su camino en 2013, con Gonzalo García, Camilo Molina y Juan Pablo Garín. Sin embargo, es en 2015 cuando saltan a la fama con la edición de su debut Odio, que los llevó a Lollapalooza Chile, la Cumbre del Rock y el Primavera Sound de España.

En entrevista con La Tercera, García repasó la trayectoria y el presente de los músicos en la escena del pop: “El artista educa porque crea cultura, la cultura educa. La cerveza Cristal también educa con potos de mujeres estupendas”, sostiene.

Los oriundos de Concepción son tres hombres heterosexuales y han sido cuestionados por asociarse al imaginario del mundo homosexual: «Se habla mucho de deconstruir la masculinidad, de sanarse. Es un poco hippie pero yo creo que por ahí va la cosa. Creo que el género hay que trabajarlo como parte íntima y personal. Yo soy un hombre hetersexual, el opresor, y eso es infalible”.

Gonzalo García agrega que «lo más importante es revisarse, revisar los vínculos que uno tiene para poder vivir piola, proyectar piola» y sentencia que existe una «naturalización del sexismo aceptado por la sociedad y entendiendo que ganamos más que una persona que hace lo mismo pero que tiene vagina”.

Pese a que aseguran que la música es un terreno que ofrece mayores opciones, el vocalista recuerda que “cuando chico pensaba que las mujeres eran malas para tocar. Creía que eran buenas para el teclado y cantar no más” y sentencia que “en la industria hay mucho machismo. Se discrimina a las técnicos, a las sonidistas. Son pocas. Si antiguamente se decía que las mujeres tocaban mal aún se dice que hacen mal sonido. Eso lo he visto y escuchado”.

Por su parte, Camilo Molina reflexiona que cuando ocurrió lo de Tea Time compartió un artículo feminista al respecto y «varias personas escribieron cosas como ‘pienso súper similar, ustedes nunca harían eso’. Fue fuerte porque ¿qué vola? Es muy difícil de explicar pero mi razón para abogar por la causa es que yo podría haber hecho eso. Es un sistema y a mí me fabricaron de esa manera. Una moneda: cara y sello. Salió una y no lo hice. Tuve suerte, leí tres libros, me contaron cosas, vi en carretes otras, aprendí por contexto. Pero la moneda salta para el otro lado y soy Tea Time”.

“Los hombres tenemos que paquearnos. Tener perspectiva de género siendo hombre es paquearse y eso está bien. No podemos tener miedo de entregarnos a sentir un mínimo porcentaje de lo que siente la mitad del mundo”, concluyen.