«No me arrepiento de nada» sentenció el activista Cédric Herrou, que vive a pocos kilómetros de la frontera de Italia y ha ayudado a centenares de inmigrantes a refugiarse.
El agricultor y activista francés Cédric Herrou fue condenado a cuatro meses de cárcel, exentos de cumplimiento, por haber ayudado a 200 inmigrantes a entrar de manera ilegal a su país.
Según informó Cooperativa, el hombre reside a pocos kilómetros de la frontera con Italia y es conocido por su apoyo a las personas que intentan atravesarla. De hecho, fue sancionado con una multa de 3 mil euros en febrero pasado.
La Fiscalía recurrió la decisión del Tribunal de Niza, al considerar que era insuficiente castigo para el militante de 37 años. Por ello, Herrou fue condenado a pagar mil euros por daños a la compañía ferroviaria francesa SNCF por haber ocupado un lugar abandonado para refugiar a unos cincuenta eritreos.
También se le impidió salir de territorio francés y acceder a cualquier estación de tren de la región. El francés es miembro de «Roya Citoyenne», una asociación que ayuda a inmigrantes.
«No me arrepiento de nada, lo hice con placer y continuaré luchando», manifestó Cédric a la salida de Tribunales, luego de acusar racismo de Estado. En tanto, la condena del tribunal ha sido calificada como una «advertencia» para el militante, que ha llegado a acoger a casi 400 inmigrantes a la semana.