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Las diferencias entre estudiar y ejercer en Diseño

Por: Joel Espinoza Morales | Publicado: 17.10.2017
Se sigue enseñando Diseño con la idea de que una vez egresado, te vas a trabajar en una empresa, agencia de diseño o como independiente en la línea de producción. Pocas escuelas les hablan a sus alumnos de ser empresarios o entender el negocio del diseño. Es decir, el problema es que el diseñador solo sabe diseñar. Esta visión nos afecta a todos pero principalmente a los estudiantes de regiones que no ven posibilidades de ejercer si no es en la capital.

¿Qué pasa después de estudiar Diseño? Esta una pregunta que por lo general nos hacemos tarde. No tanto como para no poder reaccionar frente a semejante desafío, pero lo suficiente para que muchos desistan del objetivo de ejercer la profesión luego de largos años estudiando, debido a lo frustrante de salir a un mercado laboral aparentemente superpoblado, lleno de envidias y mala onda, donde reina la desorganización, el desconocimiento de las personas respecto de lo que hacemos, un sin fin de situaciones laborales abusivas, incluso absurdas, la idea de que se menosprecia el trabajo del diseñador y todo lo anterior coronado por bajos sueldos.

Curioso que se repita como credo esto último, ya que muchos dicen saber y reconocer cuando un sueldo es bajo, pero a la hora de presupuestar un trabajo de diseño, poco es lo que saben respecto de cómo establecer un precio, costo o valor. Siendo este ítem el más buscado y difícil de resolver para los diseñadores a lo largo de su vida profesional.

Y claro, la enseñanza en el aula poco ha cambiado en los últimos 15 años. Han cambiado los nombres de los ramos, pero el contenido sigue siendo el mismo e incluso más resumido. Se han sumado a las mallas ramos relacionados con la tecnología (que llama mucho la atención) pero se han ido dejando de lado los contenidos más teóricos, dado que para que la carrera venda y llene sus cupos, las instituciones deben hacerlas ver lo más atractivas posible y con grandes campos laborales. Pero hay pocos estudios serios respecto de campo laboral, empleabilidad y población profesional de la carrera y los que hay están basados en información entregada por las mismas escuelas y no coinciden con la realidad que manifiestan los diseñadores en foros, grupos online, encuentros, charlas y actividades del área.

Por otro lado, las horas de las que dispone por semestre un docente no son suficientes para cubrir un ambicioso árbol de contenidos y se debe resolver una ecuación que conjuga poco tiempo, generaciones de jóvenes desmotivados y con falta de vocación, y con un sistema educacional obsoleto que mide a alumnos con notas que poco representan sus perfiles profesionales.

Otro punto relevante a considerar es la vocación. Entonces pregunto: ¿Cuánta responsabilidad le corresponde a una universidad, a un profesor, a los padres y finalmente al alumno sobre la idea de que deberíamos estudiar algo que esté alineado con nuestra vocación? Vale la pena darse una vuelta por el diccionario y buscar en la V.

Muchos estudiantes llegan a la carrera porque les pareció entretenida o fácil, porque son buenos para dibujar o hacer graffitis y lo asumen como una ventaja, o algún amigo diseñador les dijo que es genial estudiar Diseño (las encuestas dicen que el 75% de los diseñadores es muy feliz con su profesión). Pero ¿cuántos estudian por vocación? La verdad es que pocos. Y esto también influye en la forma en que se aborda la enseñanza en la sala de clases. Muchos estudiantes intentan averiguar si el diseño es o no lo suyo mientras cursan la carrera. Claramente les falta orientación. Tarea que por lo general recae en los docentes en el aula y que en pocos casos escala a instancias mayores. Resultado, muchos alumnos se reciben como diseñadores sin tener la más mínima intención de ejercer.

Entonces, ¿quien o quienes deben hacerse cargo de esto? ¿Se debe hablar con el alumno, escuela, la Dirección de Asuntos Estudiantiles o quien corresponda? ¿Es tarea de las escuelas? ¿Deberían las escuelas ser rigurosas en esto y no dejar avanzar, o más bien re orientar al alumno para evitar lanzar al mercado profesionales que luego no ejercen? ¿Quién fiscaliza que las escuelas hagan un buen trabajo de selección de alumnos? Estamos hablando de los futuros profesionales del área creativa del país, un área que aporto el último año un 2.2% del PIB, según indico el CNCA.

Se sigue enseñando Diseño con la idea de que una vez egresado, te vas a trabajar en una empresa, agencia de diseño o como independiente en la línea de producción. Pocas escuelas les hablan a sus alumnos de ser empresarios o entender el negocio del diseño. Es decir, el problema es que el diseñador solo sabe diseñar. Esta visión nos afecta a todos pero principalmente a los estudiantes de regiones que no ven posibilidades de ejercer si no es en la capital.

La idea de que “cuando salgan, tendrán que pagar su noviciado y así aprenderán cómo funciona el mundo laboral” ha creado generación tras generación de diseñadores que se enfrentan a situaciones para las cuales no están preparados.

¿Cómo solucionar la falta de estos conocimientos claves para mi desarrollo profesional? Sin duda luego de estudiar debemos seguir aprendiendo, tomando como base la autoformación, facilitada por la evolución de Internet y sus potentes herramientas.

Pero deberíamos considerar como opción principal el interactuar directamente con otros profesionales del área y mejor aún, relaciones interdisciplinarias que complementen y amplíen nuestra visión del mundo laboral.

La colaboratividad en entornos profesionales como comunidades, grupos de estudio, participación en charlas o talleres, es sin duda hoy el camino para explorar y evolucionar como profesionales.

Joel Espinoza Morales