Los estudiantes entregaron una carta titulada «doble moral en la UC» al Papa Francisco ayer en la ceremonia en la casa central de la universidad. Tuvieron que esconderla entre uno de los regalos al Sumo Pontífice.
«Doble moral en la UC: Aquí se vulneran derechos laborales-sexuales-en dictadura-de la mujer».
Eso decía el lienzo que colgó la directiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) el día de ayer en uno de los edificios de la Casa Central de la universidad, a la misma hora en que el papa Francisco asistía a dichas dependencias.
La acción terminó con siete personas detenidas y con la presidenta de la FEUC, Josefina Canales, entregando una carta a Jorge Bergoglio, escondida entre uno de los regalos que le llegaron de parte de la PUC.
“Con la carta que le entregamos al Papa teníamos un objetivo distinto, mostrar que la Iglesia ha estado ausente en cuanto a distintas demandas sociales y que ha sido protagonista en distintos temas que hoy en día tenemos que empezar a reflexionar”, aseguró la dirigenta estudiantil, en conversación con Bío Bío.
«Más allá de una respuesta, nuestro objetivo es una reflexión que tenemos que hacer como ciudadanos y como estudiantes», agregó Canales.
Para la dirigenta, «en nuestra universidad son mucho más conservadores que el mensaje que quiere transmitir el Papa (…) al ser una universidad tan conservadora, lo que está pasando es que deja de ser una universidad, un espacio crítico de reflexión, de compartir ideas distintas, un espacio pluralista; y lo que pasa a ser es más un colegio de curas».
La diversidad sexual, la subcontratación, malas prácticas laborales y otros temas fueron los mencionados por Canales como «una incoherencia por parte de nuestra universidad».