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El Desconcierto conversó con el dirigente de Revolución Democrática sobre el proceso de reordenamiento de las fuerzas de la coalición, las relaciones con la Nueva Mayoria y el rol que tendrá en el nuevo ciclo la ex candiata presidencial Beatriz Sánchez.
El Frente Amplio aprovecha el último mes antes de aterrizar al Congreso para dejar listos los preparativos de la nueva etapa que enfrenta el bloque desde el próximo 11 de marzo. Equipos, propuestas, alianzas y discursos. Las tareas van cerrándose para dedicarse a planificar el salto de sus 20 diputados -tres de los cuales repiten- y un senador a la política institucional.
De las 14 fuerzas que integran la coalición, probablemente Revolución Democrática sea de los que más trabajo tiene estos días. Con ocho diputados y un senador, es el partido que alcanzó mayor representación parlamentaria. El Desconcierto conversó con su presidente, Rodrigo Echecopar, sobre el ciclo que se viene, el rol del partido dentro del bloque de izquierda, la entrada de conocidos dirigentes estudiantiles en su organización y algunas de las polémicas que ha protagonizado el Frente Amplio durante el período post-electoral.
– ¿Cómo valora RD la entrada al partido de más de 70 estudiantes de la UNE?
– Rescatamos y valoramos mucho la experiencia de la UNE y creemos que serán un aporte muy valioso para el proceso que queremos hacer de tener un movimiento estudiantil que le esté hablando a Chile, que esté haciendo sentido común y construyendo incidencia nacional.
– ¿Cómo observan las fusiones entre las fuerzas del FA para levantar ese polo de izquierda que le haga el «contrapeso» a RD?
– El FA entra en una nueva etapa, como explicó Daniel Andrade en su entrevista. Nuestro desafío ya no es construir una organización que sea capaz de plantear ideas en el escenario político, sino que tenemos que ser capaces de construir una coalición que le dé una alternativa a Chile para sacar adelante las transformaciones que venimos planteando desde hace tanto años. Eso requiere otra madurez, otra discusión, otra amplitud. En eso, celebramos la decisión de algunos compañeros de la UNE porque sabemos que RD necesita ser más fuerte y crecer para lograr los objetivos planteados pero al mismo tiempo celebramos la discusión que se está dando al interior del FA. Tal y como han planteado los dirigentes de los otros espacios, para nosotros esto no busca ser un contrapeso sino el fortalecimiento de las organizaciones del FA. El año pasado fue determinante el rol de Movimiento Autonomista para levantar la candidatura presidencial de Beatriz [Sánchez]. Creo que ninguna de las organizaciones que están en el FA busca ser mezquino en términos relativos para mantener una cuota de poder, sino que hay que ser generoso para que la coalición completa sea capaz de crecer.
– No han sido tantos los discursos de los dirigentes del FA en esta línea. Recientemente Claudia Mix (Poder), en una entrevista con La Tercera, sí menciona que “confluir para hacerle el contrapeso a RD es un error y una irresponsabilidad”.
– Yo lo revisaría. Creo que hay una sola persona que ha dicho algo así. La gran mayoría de los dirigentes no lo han planteado.
– En una nota de El Desconcierto sobre las posibles fusiones del FA, al menos dos personas hablaron de eso. De hecho, ese discurso no es nuevo de ahora, es cierto que hay una disputa al interior del FA.
– Lo pongo en otros términos. A RD no le interesa y sabe que no nos sirve ser una fuerza hegemónica dentro de la coalición, porque ahí se debilita el bloque completo y terminamos pagando los platos rotos de cualquier problema que surja. Lo que necesitamos es un FA que sea capaz de construir esa mayoría política y social y eso requerirá a otros actores, no lo podemos hacer solos. Creemos que es muy importante el rol del Partido Liberal (PL), que se declara de centro, de un corte liberal igualitarista, pero que no tiene miedo en plantear transformaciones profundas al país como la Asamblea Constituyente o el derecho garantizado a la educación y a la salud. Nuestra preocupación principal tiene que ser cómo somos capaces de hacer un contrapeso colectivamente a las ideas neoliberales que han gobernado el país los últimos 40 años. Eso va a ser algo que requerirá una discusión política más amplia. Vamos a tener que entrar en un debate que no se ha dado en la sociedad chilena sobre cuáles son los horizontes políticos que queremos construir. Y ahí el FA tiene que tener una vocación de mayoría política y social.
– ¿Qué estrategias van a concretar esa acumulación de fuerza del conjunto del bloque?
– Hay distintas acciones que vamos a tener que hacer. Primero tenemos que ser una fuerza que no se mire al ombligo, sino que mire y le hable a Chile. Este año vamos a tener un Congreso que nos permitirá definir el marco institucional y político que nos va a conducir durante los próximos años. Ojalá que esta discusión nos permita levantar la mirada e ir a buscar a los que faltan. La idea es integrar los movimientos sociales, fortalecer nuestra presencia territorial y construir esa mayoría política y social. También tendremos que tener un debate político más amplio. Han habido distintas fuerzas que fantasean con un bloque desde la DC hasta el FA. Nosotros creemos que más que juntar siglas para hacerle frente a la derecha, tenemos que ser capaces de construir un marco político para hacerle frente. El desafío es tener un debate de ideas, no de siglas.
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– Con un año de vida “oficial” del FA, ¿cuál es la autocrítica de la coalición en general, y de RD en particular?
– Es difícil. Evidentemente, van a haber aciertos y errores en el camino, pero creo que hemos avanzado mucho este año. La pregunta es si vamos a ser capaces de enfrentar los nuevos desafíos. Si nos quedamos mirándonos el ombligo en esa pelea intestina de qué participación tenemos en este espacio o las pequeñas cuotas de poder a las que hemos accedido, nos vamos a perder y vamos a dejar de ser la alternativa que Chile espera que seamos. En cambio, si entendemos que nuestro rol es fortalecer esta unidad en torno a objetivos políticos y salir a disputar los sindicatos, las federaciones, la presencia en los movimientos eco-sociales, y también hacer el trabajo territorial, vamos a tener un FA que pueda hacer frente al gobierno de Piñera y ser alternativa para las próximas elecciones.
– Sin embargo, han habido episodios en las últimas semanas que reflejan descoordinación al interior del FA. Por ejemplo, la polémica que hubo sobre la bancada femenina y la presidencia de la Cámara, en que una de las diputadas electas de RD se pronunció en contra de lo acordado entre todas las parlamentarias electas de la coalición. ¿Cómo van a trabajar la coherencia y unidad dentro del FA?
– Efectivamente apareció este tema en la prensa, pero a pesar de que evidencia algo de falta de coordinación que vamos a tener que trabajar y fortalecer, en ningún caso muestran la centralidad de las discusiones que hoy se dan en el FA. No estamos dedicando nuestro tiempo a ver quién va a presidir una mesa u otra, a pesar de que RD históricamente ha disputado todos los espacios de poder que puede porque cree que hay que abrirlos a la ciudadanía. Pero hoy la discusión está en cuál va a ser el rol de nuestros parlamentarios en la nueva etapa. Estos parlamentarios, más allá de presentar las indicaciones correctas y votar de acuerdo a nuestros ideales, se tienen que convertir en herramientas y armas para fortalecer nuestra presencia a nivel nacional. Espero que los diputados que integren la comisión de Salu, estén recorriendo los consultorios de Arica a Punta Arenas construyendo los lazos con los dirigentes de esos lugares. Lo mismo cuando hablemos de educación. Hasta ahora hemos tenido solo un diputado en la comisión de Educación, que era Giorgio Jackson, y ahora probablemente se fortalecerá nuestra presencia ahí.
– ¿De qué forma se está distribuyendo la participación de los diputados frenteamplistas en las distintas comisiones de la Cámara?
– Todavía no se sabe, dependerá del acuerdo de mayoría. Tendremos que esperar hasta marzo para eso.
– ¿En qué comisiones quiere tener presencia RD?
– Queremos estar en estas temáticas que tienen incidencia profunda sobre las vidas de las personas, como las demandas en torno a la previsión social, salud o educación. Pero también que sean espacios que nos permitan construir estos vínculos y fortalecer a los movimientos sociales. Estos cuatro años tenemos que tener la claridad que el desafío está en fortalecer los movimientos sociales y la presencia territorial.
– Dentro del FA, tienen 8 de los diputados electos. ¿La cantidad de parlamentarios de cada fuerza marcará la línea sobre determinadas decisiones, cargos o votaciones del conjunto de la coalición?
– Es un hecho objetivo que RD tiene mayor representación parlamentaria, pero en nuestra historia nunca hemos buscado ser hegemónicos ni llevar la pelota para la casa. Entendemos que la posibilidad de construir una fuerza que convoque a mayorías va a requerir generosidad. El desafío del FA a corto plazo es dotarnos de una orgánica, de una institucionalidad y una democracia que nos permita a todos entrar y sentirnos cómodos con las reglas del juego.
– ¿Conversan a menudo los líderes y dirigentes de las distintas fuerzas del FA?
– Todas las semanas nos reunimos y tenemos un diálogo muy fluido. A diferencia de lo que aparece en los medios de comunicación, se han construido confianzas y proyecciones comunes. Evidentemente, faltan espacios de coordinación pero, sin duda, el ánimo y la intención de los liderazgos de las organizaciones del FA es construir una fuerza política que trabaje en conjunto y logre ser mayoría política y social.
Rodrigo Echecopar junto a Daniel Andrade, ex dirigente estudiantil / MF
– ¿Cómo van a articular la relación con la Nueva Mayoría (NM)? Han habido acercamientos con el PS y el PC, pero ¿cómo harán para no mimetizarse con ellos?
– Es cosa de mirar los últimos tres años. En las votaciones clave, los diputados del FA, en general, han estado en la misma vereda y han sido otros los que han estado en otro lugar. No tenemos que tener miedo al diálogo con la NM, a la conversación a confluir en algunas votaciones en el Congreso, pero tampoco tenemos que creer que la forma de levantar una alternativa transformadora es, simplemente, reuniendo todas las siglas que no están en Chile Vamos.
– ¿Creen que hay un veto al interior del FA a la NM y que eso es un elemento que genera conflicto en el bloque?
– No sé si hablaría de veto, pero creo que todos compartimos una desconfianza porque creo que en estos últimos años hemos visto que en elementos centrales terminan eligiendo una posición más conservadora y de mantener los privilegios. Creemos que tenemos que construir una fuerza con un marco político que, sin tapujos, tenga claridad de dónde está parado, a quiénes y qué ideas va a defender.
– ¿Creen que pueden convertirse en el nuevo PPD?
– Cualquier proyecto político corre riesgos de sobreburocratizarse, quedarse amarrado al poder y sentir que su existencia depende de tener incidencia. La pregunta es: ¿cuál va a ser la organización política del siglo XXI que seremos capaces de construir? Va a tener muchas miradas, anclaje en el mundo social, debate constante de ideas para estar siempre cuestionándose y, sobre todo, va a tener que ser profundamente democrático para que se abra el debate.
– ¿Han conversado con Beatriz Sánchez sobre el rol que quiere o puede tener a partir del próximo marzo?
– Imaginar la política como que si no eres parlamentario o parlamentaria, no hay un rol que jugar es como ver la política como se veía hace 10 años. Beatriz Sánchez siempre jugó un rol político desde un espacio distinto al de un escaño parlamentario. Hoy ella tiene que hacer la reflexión de cuál es el espacio que más la acomoda, pero ojalá que ayude a fortalecer los movimientos sociales y a hacer crecer al FA.
– ¿En qué se podría concretar esas propuestas en las que piensan?
– Más que cargos o roles, no me imagino un 2018 en donde Beatriz no esté viajando por los distintos encuentros comunales de Chile, reuniéndose con frenteamplistas, o donde no esté vinculada con los movimientos sociales, que fueron un apoyo muy importante en la campaña.
– ¿Qué proyección tienen para los próximos dos años?
– Estos últimos años las fuerzas del FA se han visto tensionadas por la enorme cantidad de tareas que tenemos que cumplir simultáneamente: constituirnos, definir un marco político que nos reúna, disputar las elecciones, etc. En RD siempre hemos tenido claridad de que los espacios institucionales no lo son todo, pero son necesarios para poder fortalecer y proyectar nuestra mirada política. Llegan dos años donde nuestra tarea va a estar en otro ámbito: tenemos que fortalecer el FA como una coalición que se proyecte para los próximos 30 años en Chile, con el foco puesto en los movimientos sociales y la construcción territorial, que es donde más en deuda está nuestro país.
