El perfil como subsecretario de Rodrigo Ubilla, el RN que se repite el plato con Piñera

A pesar de que el anuncio oficial se dio a conocer pasadas las 10.30 de la mañana de este miércoles, uno de los nombres que ya se daba por hecho que llegaría al cargo de subsecretario de Interior era el de Rodrigo Ubilla Mackenney (RN), el mismo hombre que estuvo en el mismo puesto durante los cuatro años de la primera administración de Sebastián Piñera.

En la previa de que se conociera el listado de quienes liderarán las subsecretarías de gobierno, cuando el equipo del presidente electo estaba afinando los últimos detalles, el hombre de 59 años –sociólogo de la Universidad de Chile y con Magíster en Ciencias Políticas de la Universidad de Austin en Texas– fue visto en varias ocasiones llegando a las oficinas de Apoquindo 3000, el icónico edificio ubicado en Las Condes que concentra al núcleo del piñerismo.

Las miradas se volvieron hacia él luego de que se convirtiera en una de las figuras fundamentales en la segunda vuelta presidencial, período en que asumió como jefe territorial del comando y donde lideró, entre otras tareas, la realización de un casa a casa simultáneo en cien comunas del país. Su llegada, señalaron luego, le dio un nuevo impulso el equipo encabezado por Andrés Chadwick y permitió alcanzar el triunfo en los comicios. De hecho, si bien en un comienzo el sociólogo había descartado participar de la nueva administración, luego de sus labores en campaña manifestó que estaba abierto a considerarlo.

Ahora ya posicionado, durante los próximos años el sucesor de Mahmud Aleuy deberá encargarse de materias como el conflicto que se vive en la región de La Araucanía, la ley de inmigración que la administración Bachelet dejó pendiente y la coordinación de policías y organismos de seguridad, por ejemplo, frente a manifestaciones y protestas.

Rodrigo Ubilla es una figura relevante en Renovación Nacional. Fundador y subdirector del Instituto Libertad (think tank ligado a ese partido), ejerció como secretario general de la tienda entre 1994 y 1997, durante la presidencia de Andrés Allamand. Además, es cercano al círculo integrado, además de Allamand, por Alberto Espina, Rodrigo Hinzpeter, Daniel Platovsky y el fallecido Carlos Zepeda (uno de los fundadores de RN). 

En 2014, tras su salida del gobierno, pasó al área académica y se convirtió en decano de la facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Chile, plantel que tiene como rector al ex ministro de Justicia de Piñera, Teodoro Ribera. Previamente, fue concejal de la Municipalidad de Lo Barnechea y más tarde, entre 2005 y 2006, se desempeñó como administrador municipal de la misma comuna. Además, ha sido consultor para el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),

Los escándalos de sobreprecios y drogas

En 2010, al asumir como subsecretario del Interior, a Ubilla se le conoció por ser amigo del entonces ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y luego por el lazo que estableció con Andrés Chadwick (UDI) –quien llegó luego para ocupar el puesto–, que perdura hasta hoy y con quien volverá a trabajar en dupla en este nuevo período.

Entre sus principales tareas, debió hacer frente a la emergencia del terremoto de 2010, y en 2013 la sequía de las regiones de Coquimbo y Valparaíso. Por otra parte, una de las iniciativas que se le atribuye como uno de sus grandes logros es la implementación del Plan Frontera Norte, la estrategia que se puso en marcha en 2011 en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta para combatir el narcotráfico, contrabando de mercaderías y el ingreso de personas.

Sin embargo, el plan estrella del gobierno en la materia estuvo envuelto en dos escándalos importantes. Uno fue el caso Sobreprecios, que afectó a la División de Estudios de la Subsecretaría del Interior en octubre de 2012, cuando se conoció la compra de equipos antidroga con precios que superaban en un 400% los valores licitados. En cifras, los 52 equipos fueron adquiridos a un precio de $23,4 millones por cada uno, en circunstancia de que el fabricante estadounidense los vendía a unos $4,3 millones. El caso terminó con la salida de Alejandro Peña y Felipe Baeza –encargados de implementar el plan y licitaciones respectivamente–, pero Ubilla se mantuvo en el cargo, a pesar de que los documentos que apuntaban a que él autorizó los pagos.

Un año después, en noviembre de 2013 otro escándalo volvió a remecer el proyecto, cuando salió a la luz que un grupo de funcionarios de Carabineros de Arica fueron formalizados por los delitos de tráfico ilegal de drogas, en carácter de reiterados, y de asociación ilícita luego de que se les atribuyera el haber ingresado de forma irregular dos cargamentos de cannabis sativa de 1.113 kilos que luego fueron «incautados» por ellos mismos, quienes al mismo tiempo tenían entregas controladas. Dado lo anterior, se debió dejar en libertad a tres personas que se consideró que fueron detenidas de forma irregular.

Rodrigo Ubilla también formó parte del equipo encargado de elaborar la cuestionada ley de inmigración que presentó el gobierno de Piñera y que quedó congelada en el Congreso. Entre las declaraciones que dio por esos años sobre la materia señaló: «Cuando me  preguntan cuál es la política de hoy, digo es la no política: cualquiera puede entrar si no ha cometido delito y en este país es  muy difícil que se expulse gente. Lo que estamos haciendo es definir políticas, prioridades, objetivos y metas como gobierno y como país».

Finalmente, con respecto a la situación que se vive en La Araucanía, en septiembre pasado publicó una columna en La Tercera en la que se manifestó conforme el «valorable trabajo» de Carabineros en la Operación Huracán y afirmó que «la invocación de la Ley Antiterrorista es lo único que cabe ante hechos que en cualquier parte del mundo son considerados terrorismo”. Además, deslizó su apoyo al actuar Mahmud Aleuy y escribió que “es necesaria la cooperación internacional, dentro de la cual se debe valorar el viaje del subsecretario Aleuy a Argentina, como un primer paso en la dirección correcta”.