jana nakhal |
Integrante del Comité Central del Partido Comunista del Líbano, Jana contó cómo se vivió el último Día de la Mujer en las ciudades de Beirut y Afrín, cuáles son las demandas de las mujeres libanesas y la realidad de las mujeres kurdas que resisten la invasión turca en Siria. «Estamos viendo que más y más mujeres se están uniendo a este movimiento en reacción a la explotación de la mujer», revela.
El Día Internacional de la Mujer es una conmemoración que no deja a nadie indiferente, y Medio Oriente no es la excepción. En una región en donde las mujeres son víctimas tanto de la sociedad patriarcal como de los conflictos armados que cruzan la región desde la invasión de Irak en 2003, la lucha por los derechos de las mujeres es abiertamente la lucha por la vida misma.
Para conocer algo más de las demandas de las mujeres libanesas, y sobre lo que viven las mujeres kurdas de la ciudad de Afrín, sometidas a los efectos de las bombas y balas del ejército turco y sus aliados islamistas del autodenominado “Ejército Libre Sirio”, conversamos con Jana Nakhal, integrante del Comité Central del Partido Comunista de Líbano, quien junto a una delegación del Comité de Asuntos de la Mujer del partido participaron en la manifestación por el 8 de marzo en Afrín.
¿Cuáles son las principales demandas de la mujer en Líbano?
Hay varias. En primer lugar destaca el derecho a la nacionalidad libanesa para sus hijos, que se inscribe en una serie de demandas relacionadas con el aspecto judicial: leyes sobre violencia doméstica o violación, poder casarse ante el Estado, que se establezca una edad mínima para el matrimonio porque actualmente hay un alto número de matrimonios de mujeres menores de edad, y también en materia de herencia y custodia de los hijos tras un divorcio.
Otras son respecto a temas económicos o sociales. Por ejemplo, que tengan igual sueldo a igual trabajo con sus pares hombres o que se apruebe la existencia de pre y postnatal. Existe también el acoso en el lugar de trabajo, la percepción social sobre la mujer, que tiende a menospreciar sus capacidades y también sobre la aceptación de las mujeres trans.
¿Cómo fue la manifestación por el 8 de marzo en Beirut? ¿Hubo apoyo de otros partidos?
Nosotros no fuimos parte de la organización de la manifestación, pero sí participamos en ella desde el Comité de Asuntos de la Mujer del Partido Comunista. Si bien creo que no asistieron otros partidos, hay que destacar que fue organizada por un amplio conjunto de ONG, clubes de estudiantes, organizaciones de mujeres y organizaciones de base de todo el país y de diferentes orígenes y posiciones políticas, incluyendo la presencia de refugiados palestinos y sirios así como el sindicato de trabajadores migrantes.
¿Cómo vez la perspectiva para los derechos de la mujer en Líbano?
Este año la movilización fue una de las mayores del último tiempo, lo que significa que hay una acumulación de fuerza que se está expresando. Puedes ver que hay más y más mujeres uniéndose, de diferentes trayectorias y orígenes sociales, porque el abuso y la explotación de la mujer en Líbano no es una broma.
Una de las demandas principales es que dejen de matar mujeres, porque estamos siendo asesinadas, por maridos, o incluso por miembros masculinos de nuestras propias familias, siendo la excusa más común que la mujer estaría siendo infiel. En esto último la sociedad tiene una importante responsabilidad, ya que se terminan aceptando estas excusas.
De una u otra manera, estamos viendo que más y más mujeres se están uniendo a este movimiento en reacción a los abusos y la explotación de la mujer. Creo que hay muchas esperanzas porque esto está creciendo, las mujeres ya no están aceptando los abusos y ya no es un movimiento burgués de mujeres privilegiadas, sino que incluso le está dando esperanzas a mujeres de otros países de la región, porque es muy difícil para las mujeres manifestarse en otros países árabes.
He visto a mis camaradas y amigas de Egipto, Irak e incluso de Jordania compartiendo imágenes de este evento y hablando de él, teniendo esperanzas. Creo que esto está jugando un rol mayor del que habíamos pensado y nos muestra también lo horrible que es el abuso que las mujeres sufren.
8 de marzo, Día de la Mujer, en Beirut
Hace algunos días estuviste en Afrin en el contexto del ataque que ese enclave kurdo está sufriendo a manos de las Fuerzas Armadas de Turquía y sus aliados islamistas. ¿Cómo es la situación allá?
Fuimos invitadas por las fuerzas kurdas a unirnos a una delegación de mujeres de toda la región para apoyar a las mujeres de Afrin y su resistencia a la ocupación turca y sus aliados takfiries. Participamos como comité de asuntos de la mujer del PCL en la manifestación del 8 de marzo allá.
La verdad la situación es muy mala. Cuando llegamos había más de 110 villas ocupadas por los invasores en la región y entre 3 ó 4 pueblos más, los bombardeos sucedían todo el tiempo y las fuerzas turcas estaban sólo a unos 10 kilómetros de la ciudad, que ha recibido personas desplazadas de toda la zona ocupada.
La ciudad tiene casi 500 mil habitantes y hay sólo una entrada abierta, que es por donde nosotros pudimos salir, pero sus habitantes no pueden irse porque las tropas de las YPG y las YPJ han intentado impedir una retirada masiva ya que creen que es necesario resistir y que la gente defienda su tierra.
Si bien eso es necesario, también ha generado frustración de parte de quienes quieren alejarse del avance turco.
Se espera que la situación siga evolucionando de la misma forma ya que los invasores han seguido avanzando e intentan rodear Afrin. Los turcos tienen ventaja porque han recibido luz verde tanto de Estados Unidos como de Rusia, así que a menos que haya una decisión regional que permita un acuerdo internacional, Afrin enfrentará una masacre.
Incluso si es que hay una fuerte resistencia, es difícil que puedan enfrentar la fuerza del ejército turco –el segundo más grande de la OTAN- y sus aliados.
¿Cómo viste la situación de las mujeres en Afrin?
En la manifestación había casi 5 mil mujeres, lo que para mí era muchísimo, pero la gente de allá decía que no era tanto, que la participación no fue tan nutrida, sobre todo porque la gente está preocupada.
Por supuesto, las mujeres son fuertes y cantaban que van a resistir, pero también sabemos que están perdiendo la esperanza poco a poco por la fuerza que tiene el enemigo. Las fuerzas ocupantes ya han logrado retener una gran porción del territorio sirio, y la resistencia sólo está usando armas básicas como kalashnikovs. La diferencia de poder es grande.
Las mujeres hablaban todo el tiempo de mantenerse en su tierra, de resistir, pero hay mucha preocupación.
Existe la sensación de que las fuerzas kurdas tenían mucha confianza de que Estados Unidos los respaldaría ante un ataque turco.
Sí, pero finalmente no movieron un dedo por ellos. La gente comentaba que los estadounidenses habían dicho que no era su pelea, y por supuesto nadie va a querer admitir que estaban equivocados al trabajar con Estados Unidos, por lo que simplemente intentan enfocarse en su propia resistencia.
El problema central es que la ocupación de Afrin significará que todo el noroeste de Siria estará bajo ocupación turca, desde Idlib hasta Jarablus.
¿Crees que existe alguna posibilidad de algún tipo de acuerdo entre las fuerzas kurdas y el gobierno sirio?
Eso es lo que se está discutiendo, porque es la única puerta que sigue abierta para los kurdos: que el ejército sirio ingrese y los apoye. El 13 de marzo al mediodía se comentó que al menos siete villas fueron entregadas al control de los Comités Populares aliados al Ejército Sirio y esperamos que aumente la colaboración entre ambas fuerzas, porque es la única esperanza para toda la región de Afrin de no ser derrotados.
8 de marzo, Día de la Mujer, en Afrin
¿Cómo ves las posibilidades del partido en las próximas elecciones parlamentarias? Son las primeras desde 2009.
Creo que depende de lo inteligente que seamos: tanto en desarrollar nuestro discurso -nuestro material de propaganda para hacernos cargo de las necesidades, preocupaciones y temores de la gente- como en crear alianzas inteligentes en cada región.
Estamos trabajando muy duro tratando de responder a la difícil situación económica, social, medioambiental, del país. Estos son los temas en los que generalmente la izquierda debería ser fuerte y estamos tratando de proponer respuestas radicales a estos temas, que les hagan sentido a las personas, y que sean soluciones tangibles.
Lo otro es que las alianzas le hagan sentido a la gente, que quiebren la estructura de poder actual y que incluyan no sólo a grupos o personas marxistas, sino también a actores locales críticos que sean capaces de representar a las personas de las diferentes regiones.
Por último, quería preguntarte por las actuales tensiones entre Líbano e Israel. Se ha mencionado el temor de que haya un enfrentamiento entre ambos países.
El temor en realidad es algo que viene de Occidente, porque nosotros no estamos asustados de Israel, esta es nuestra lucha principal, esta guerra va a venir de una u otra manera porque Israel no pertenece a esta región.
La presencia sionista no se va a mantener para siempre. Por mucho que esta sea la base de un proyecto imperialista de colonos blancos, de una u otra manera habrá una guerra entre los pueblos de la región y la entidad sionista.
Nosotros no tememos esto, si bien no amamos las guerras, sabemos que mientras exista la ocupación una guerra de liberación será inevitable.
