A_UNO_556354_8c66a | Foto de referencia: AgenciaUno.
El recinto educativo resolvió eliminar el uso de la escala de notas en primero y segundo básico, con el objetivo de estimular y no limitar el aprendizaje de las y los estudiantes más pequeños. En adelante, serán medidos a través de sus logros.
Diversos estudios han demostrado que el paso del kinder a primero básico confunde a las y los niños: de pronto, son evaluados de uno a siete y el cambio no logra estimularlos en su proceso de aprendizaje. La escala de notas los apremia y, por ello, el Liceo Experimental Manuel de Salas (LMS) tomó la decisión de eliminar las notas como medio de evaluación en la enseñanza básica inicial.
El nuevo sistema tiene criterios cualitativos: se enfoca en lo que el estudiante logró, lo que está por lograr y lo que no ha logrado. Los niños y niñas son evaluados a través de una escala de logros que se instauró en primero y segundo básico y podría extenderse hasta cuarto básico. El método suma rúbricas, un registro de observaciones y listas de cotejo.
Cuando los alumnos sobresalen en su desempeño, el nivel máximo es «totalmente logrado». También está «logrado» cuando alcanzan sus objetivos y «medianamente logrado» cuando obtienen de manera parcial el aprendizaje. El último concepto es «por lograr» en las materias que necesitan reforzar.
La encargada del Proyecto de Primero Básico y de la Unidad Técnico Pedagógica del LSM, María Correa, explicó a La Tercera que «no se categoriza a los niños y se les da una retroalimentación a ellos y a los padres para que sepan qué están aprendiendo sus hijos».
El piloto se inició en 2017 y ya tiene dos niveles en el sistema. Según los docentes, en segundo básico ya se observan cambios: «Los niños vienen contentos, no están presionados, tampoco se los encasilla en una nota o desempeño y no tienen calendario de evaluaciones», apunta Correa-
Los especialistas aseguran que las notas limitan el desarrollo de los talentos, asumiendo que sus capacidades están en las asignaturas de mejor evaluación y limitando la capacidad de aprender. Esta vez, el foco se pone en el aprendizaje y el desarrollo de los alumnos.
Además, el proyecto contempla la idea de alargar en 15 minutos los recreos, estimulando sus ganas de jugar. Al llegar a primero básico, los estudiantes del Liceo Experimental Manuel de Salas contarán con dos recreos de media hora cada uno.
