Diputado del FA quiere una norma para sancionar la incitación al odio: «Con esa ley, Kast debería estar preso»

El diputado Diego Ibáñez (MA) llamó la atención desde su llegada al Congreso: el 11 de marzo pasado, el día en que juró como parlamentario, acaparó la mirada de las cámaras al aparecer con una bandera que tenía la consigna «El agua para Chile».

En conversación con Pousta, el recién estrenado parlamentario de 29 años, egresado de Derecho y que representa a la región de Valparaíso explicó que «sacar la bandera fue una forma de decir que no nos estamos asimilando a la clase política sino que llegamos para desafiarla democráticamente».

«Quería reflejar que el escenario cambió, pero la lucha es la misma, y que si estamos en el Congreso, es para dar cuenta de una sociedad que lo está pasando muy mal y que hay unos pocos que no saben cuánto cuesta el kilo pan o cuanto cuesta un pasaje de micro y que deciden sobre esas cosas», explicó.

El parlamentario también abordó su faceta como muralista y a su participación durante años junto a movimientos como las Unidades Muralistas Ernesto Miranda, y explicó que eso también forma parte de su carrera política. «Como decía Victor Jara, la guitarra tiene sentido y razón, la brocha también. En la historia de la izquierda, la brocha ha sido un elemento de lucha, así como la palabra, y la protesta callejera. La brocha es la forma de expresarse de los más desposeídos, ahí también entra el graffiti, la intervención callejera», dijo.

También se refirió a la postura del gobierno de Piñera en Educación, que ha apelado a que el tiempo de las marchas ya pasó, y dijo que «lo dicen porque saben que ahí radica el comienzo de los procesos de avance, de transformación, en la calle».

Ibáñez además explicó su postura con respecto a las ‘funas’ que sufrió el ex candidato presidencial José Antonio Kast en su paso por la Universidad Arturo Prat de Iquique al señalar que «el FA no valora para nada la violencia de ninguna forma, porque no aporta en nada a la construcción de una sociedad democrática».

Sin embargo, igual aclaró que «lo que falta en Chile, es una ley, como sucede en Holanda, Alemania o Brazil, que tipifique como delito la incitación al odio y que como pasa en los países desarrollados, los condene con privación de libertad» y explicó que en el Congreso hay una ley durmiendo sobre ese tema.

Esta es una materia que le preocupa pues considera que es «un discurso profundamente neo-facista, muy peligroso para la democracia chilena» y cree que, de acuerdo a proyectos como ese, Kast «debería estar preso, privado de libertad. Si justificas la violación a los DD.HH. en dictadura, eso es un delito, sobre todo si lo haces en medios de comunicación masivos. Si estás hablando mal de la población transexual, homosexual, contra los migrantes, eso en ningún marco lógico, racional de Derechos Humanos, puede ser permitido, eso es movilizar, mediante medios de com masivos, a la discriminación».