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La familia se mostró decepcionada tras recibir los detalles de la investigación liderada por la ministra Rivas, que determinó que el joven universitario murió tras el consumo de una droga que le fue suministrada con el objetivo de abusarlo sexualmente.
Luego de 18 años desde la desaparición de Jorge Matute Johns en la discoteque La Cucaracha, los antecedentes concluidos en la investigación liderada por la ministra Carola Rivas podrían significar el cierre definitivo del caso.
La magistrada entregó ayer a la María Teresa Johns un informe con las principales conclusiones del caso. En el documento, la jueza resuelve una teoría sobre la muerte del joven universitario, pero anticipa que será imposible establecer quiénes fueron los responsables.
Según las indagatorias, Matute Johns murió debido a la ingesta del fármaco pentobarbital, el cual fue suministrado con la intención de abusar sexualmente de él luego de que perdiera la consciencia.
El hecho provocó decepción en la familia: «Generó una gran expectación en mi mamá de que esto tendría resultados concretos, y ella jamás se imaginó este final», reveló el hermano del joven desaparecido. A su vez, la madre confesó que «creo que no es justo que después de 18 años luchando no vayan a tener ningún culpable del caso de mi hijo”.
María Teresa recalcó que, además de saber la causa de muerte de su hijo, «también quiero saber quién fue, no puedo aceptar que cierren el caso sin un culpable. Yo voy a seguir hasta las últimas consecuencias, no me voy a dar por vencida».
La ministra Rivas detalló que, a pocos días de la desaparición de Jorge, un grupo de detectives se enteró del caso de un joven que una semana antes se extravió en la misma discoteque, luego de beber de regalo un trago que le hizo perder la consciencia.
La línea de investigación, denominada «Hoja de Parra» por el nombre designado a la droga que habría sido suministrada, también contenía la versión de una testigo que daba cuenta del modus operandi.
«Lo que tenían a 10 días de desaparecido Matute calza y enlaza perfecto con lo que a nosotros, 15 años después, nos entregó un resultado científico: a Jorge le dieron un fármaco en un trago para que perdiera el conocimiento. Eso fue relatado por dos testigos a los días de desaparecido Matute, pero, no obstante eso, no se generó ninguna línea de investigación«, indicó Rivas.
La ministra tuvo acceso a esta línea investigativa recién en abril de 2015, ya que era desconocida para los otros magistrados que llevaron la causa. El expediente hacía mención a un total de 19 sospechosos, que luego se redujo a 12, pero que no fueron investigados por el comisario Carlos Stuardo, a cargo de la indagatoria. Todas eran personas de orientación homosexual, mayores y con recursos económicos, quienes habrían introducido drogas en los tragos de los jóvenes, en discotecas alejadas de Concepción, para luego obtener sexo casual.
El problema es que, a 18 años de ocurridos los hechos, 7 de los 12 sospechosos están muertos y los 5 que están vivos ya fueron descartados, lo que hace muy difícil reconstruir la verdad y las responsabilidades en el caso.
«Esto significa que no solo no podemos seguir investigando, significa que ni siquiera puedo decir cuáles son los nombres de quiénes yo creo que podría ser o haberlo hecho, porque son personas fallecidas que nunca fueron interrogadas y que, por lo tanto, nunca fueron escuchadas», recalcó la ministra.
Rivas acusó las responsabilidades, competencia y problemas de coordinación entre policías como causa de que la tesis jamás haya sido profundizada: «Tengo muy claro que lo que hubo aquí fue una cantidad insuperable de errores que provinieron de una falta de coordinación y de conocimientos. Carabineros con la PDI se enfrentaron entre ellos para ver quién llegaba primero. Destruyeron sitios del suceso y evidencia; generaron líneas de investigación total y absolutamente irracionales», cuestionó.
En tanto, el abogado Fernando Saenger, quien representa a la familia, señaló que «probablemente, estamos cerca de los culpables, pero el caso no está cerrado, porque está levantado el secreto de sumario y nosotros tenemos el derecho de plantear todas las diligencias que queramos. Y veremos si la ministra nos da a lugar».
Por su parte, Álex Matute recalcó que «es importante saber si esa descoordinación que la ministra dice fue producto de un mal accionar, de negligencia o bien hubo una intencionalidad».
