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«Hay que ponerle un poco más de empeño»: Así fue el reencuentro en las calles de los estudiantes con Piñera

Por: Vanessa Vargas Rojas | Publicado: 19.04.2018
«Hay que ponerle un poco más de empeño»: Así fue el reencuentro en las calles de los estudiantes con Piñera DSC_0637_Easy-Resize.com |
Fue el deja vu de un contraste que no se veía hace años. Entusiasmo en las calles, la advertencia de una nueva generación que se opone a un viejo conocido y, al alero de la protesta, la represión policial que volvió a cobrar un protagonismo provocador.

Había un entusiasmo especial, marcado por el reencuentro, en las caras de los miles de estudiantes que comenzaron a abarrotar Plaza Italia esta mañana. Como una tradición ya aprendida pese al cambio en las generaciones que han alimentado desde 2006 el movimiento estudiantil chileno, fueron llegando en masa con lienzos y carteles para comenzar a desplegarse por la calle con soltura.

Era el primer examen del año para los estudiantes tras el retorno a La Moneda de Sebastián Piñera, el mismo presidente que recibió en la cara la expresión más contundente del movimiento en 2011. Por ello, la convocatoria de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) y el Colegio de Profesores se difundió como un llamado decisivo con réplicas en diversas ciudades a lo largo del país.

En las calles, la demanda por el fin al lucro volvió a tomar protagonismo tras el fallo del Tribunal Constitucional, que solo a días del arribo de Piñera rechazó la indicación que prohibía la inclusión de personas o corporaciones con fines de lucro en los planteles privados. Y el ministro de Educación, Gerardo Varela, quien en las horas previas se negó a la presencia dispensadores de preservativos en los colegios admitiendo que le compraba condones a sus hijos -«unos campeones»- debutó como protagonista en las pancartas y en los cánticos de la nueva generación de estudiantes movilizados.

A unos metros de comenzar el recorrido, encabezado por dirigentes universitarios y secundarios, un pulpo gigante con sus tentáculos extendidos brillaba al sol vestido de carabinero, bajo la consigna «no te dejes atrapar por el abuso de poder». Dada la contingencia de represión en las calles y el millonario fraude de la institución policial, los uniformados se transformaron en el blanco predilecto de la creatividad estudiantil. 

Mientras la marcha avanza hacia Metro U. Católica, el ya emblemático matrimonio de ancianos que han acompañado numerosas marchas por la educación avanza entre las fotos de los asistentes. Tomados de la mano, con sus carteles colgando en el pecho y en la espalda, ambos caminan sonrientes junto a la masa joven, totalmente familiarizados.

«Estamos acá por lo mismo, porque no se ha logrado nada y con este pillín a la cabeza vamos a lograr menos, así que hay que estar. Vamos a continuar hasta que las velas no ardan, nosotros al menos, a los que nos queda poca cuerda», confiesa Hernán Figueroa, mientras su esposa Norma Carrasco asiente. Somos matrimonio, aclaran, añadiendo que «hemos estado acá desde la primera marcha».

La movilización retumba al ritmo de las batucadas y el himno de los estudiantes no se hace esperar: «¡Vamos compañeros, hay que ponerle un poco más de empeño!», grita a viva voz una estudiante secundaria de jumper y blusa arremangada. Alrededor, como ocurre hace tantos años, las y los actores del movimiento vuelven a advertir que va a caer / y va a caer / la educación de Pinochet.

La intervención de Carabineros que cortó la marcha en dos

Las primeras provocaciones de la fuerza policial se hacen sentir a la altura de Santa Rosa, donde un carro lanza aguas dispara sin más a la fila de personas que se moviliza. Por Twitter, mientras aumentan las recriminaciones al actuar de Carabineros, la intendenta Karla Rubilar llama a los estudiantes «a respetar los acuerdos, autorización para Marcha Estudiantil es sólo por calzada sur de la Alameda».

Sin embargo, la enorme cantidad de gente que se moviliza dificultó el avance por una sola calzada y la intervención de los uniformados se reiteró a lo largo de la marcha. A ratos, los primeros en avanzar quedaron separados por largos metros del resto de la gente y la mayoría de los manifestantes -y transeúntes que circulaban pasado el mediodía por el centro- sufrieron los efectos de los gases lacrimógenos.

En el escenario, esperando al resto de la marcha que fue disuadida sin mayor provocación por la policía, los voceros iniciaron sus discursos destacando una convocatoria de 100 mil personas. Por los medios, la versión de la intendenta y Carabineros acortaban esa cifra a solo 30 mil, aunque los manifestantes siguieron llegando a Echaurren varios minutos después del acto de cierre.

«Sabíamos que era algo que iba a suceder, la represión que se vivió en el primer gobierno de Piñera era tan fuerte que no esperábamos menos», explicó Amandaluna Cea, vocera de la Aces, observando una nube lacrimógena tomarse la Alameda. «Salimos a las calles porque esta es nuestra única garantía», añadió la dirigenta, celebrando el entusiasmo reflejado por sus compañeros en la marcha.

Con la ayuda de una joven intérprete de lengua de señas, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, envió un recado al ministro de Educación: «Hoy le hemos demostrado que él no tiene ninguna decisión sobre cuándo o no marchamos».

«Nosotros los profesores hemos reclamado educación sexual en nuestro colegios. Y no para formar campeones, queremos educación sexual para una sexualidad informada, sana, para que nuestros jóvenes sean felices y tengan sexo seguro. Usted se equivocó: en el deporte se forman campeones», añadió en medio de aplausos.

El presidente del Magisterio también anunció que los colegios de Pudahuel y Lo Prado se irán a paro indefinido por no pago de sueldos de marzo. En total ya hay cerca de mil docentes paralizados, cuyas demandas también alimentaron el recorrido de la marcha.

«Piñera, Varela, afírmense la pera»

Mientras Carabineros insistía con su despliegue de lacrimógenas y zorrillos alrededor del escenario, nuevas pancartas y lienzos se aproximaron al sector de República. Entre ellas, una de las más fotografiadas aludía al feto ingeniero, la burla de las redes sociales hacia un afiche pro-vida que apareció en una protesta Argentina y se convirtió en viral en toda la región.

En contraste a las diferencias planteadas por algunos dirigentes de planteles privados en la previa de la marcha, el presidente de la Federación de la U. Adolfo Ibáñez, Nicolás Reyes, también subió al escenario a alentar a sus compañeros y a otros estudiantes del sector privado: «La lucha está viva. Esta primera marcha es la que marca la pauta. La consigna que llegó para quedarse es que la educación es un derecho», replicó.

Durante la movilización, estudiantes de la Universidad Andrés Bello y Diego Portales también expusieron sus cuestionamientos al lucro: «Hoy hemos vuelto a salir a las calles porque existe un problema, que tiene a más de un millón de estudiantes endeudados (…) no vamos a tolerar que los operadores del lucro se tomen el Mineduc», manifestó Rodrigo Rivera, presidente de la FEDEP.

A su lado, en una crítica al despliegue de la llamada «bancada estudiantil» en el Congreso, la dirigenta de la Aces advertía que «nosotros no vamos a cometer los mismos errores, nosotros somos nuevas manos empuñando viejas banderas y si estamos en las calles es porque sabemos que vamos a ganar».

Antes de cerrar, una representante pingüina interpeló a Piñera por no conocer la realidad de sus establecimientos y de los compañeros -de entre 14 y 18 años- que han comenzado a contraer el VIH, en medio del explosivo aumento del contagio del virus. «No les creemos nada cuando hablan de calidad, nuestros colegios se están cayendo a pedazos», remarcó, lanzando un grito que fue coreado por el público: «¡Piñera, Varela, afírmense la pera!».

Con el acto ya terminado, cientos de personas continuaron llegando hasta República hasta encontrarse con el caos de la represión policial. A unas cuadras, en calle Libertad, un estudiante fue atropellado por un carro lanza gases de Carabineros, lo que despertó la indignación de la turba, que prefirió arrebatarle al joven lastimado a la policía que permitir su detención e incierto destino. Horas después trascendió que el estudiante sería operado de urgencia en la Posta Central por presentar múltiples fracturas.

Las postales de la represión y la festividad estudiantil se replicaron en Twitter y Facebook como el deja vú de un contraste conocido, que también contó con los relatos propios de ciudades como Iquique, Vallenar, Valdivia, Concepción, Chillán, Rancagua y otros rincones del país movilizados. En una especie de segundo round, el primer saludo de los estudiantes a Sebastián Piñera no dejó ninguna duda sobre la vigencia de sus demandas.

Más fotografías de la jornada:

 

Fotos: Vanessa Vargas Rojas.

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