Carola Paz y duro relato de violación de Herval Abreu: «Todo pasó después de meses de acosos y maltrato psicológico»

Un duro relato realizó Carolina Paz en «No Culpes a la Noche». La arquitecta conversó con Katherine Salosny sobre los constantes abusos y la violación de las que fue víctima por parte de Herval Abreu.

Con un llamado telefónico, Paz partió diciendo que espera que este testimonio ayude a mujeres que se enfrentan a estos casos en sus casas, trabajos, universidades o «cualquier figura de poder que pueda ejercer una acoso a través del poder».

Con la voz temblorosa y acompañada por una amiga, según contó, la también actriz de la recordada «Adrenalina», comenzó a narrar los eventos que la llevaron a denunciar al productor por sus ataques verbales y físicos, de los que también fueron víctimas otras mujeres, entre las que se encuentra Fedra Vergara, quien estaba en el programa.

«Él no se acostó con una jovencita en la cama y apagó la luz. Él a mi me violó», zanjó de inmediato.

«Yo no llegué a la teleserie por él, hice un casting en un plató lleno de gente», recuerda sobre su primer encuentro con Abreu. «Cuando me llamaron, pensé que era un papel pequeño, pero me dijeron que era un protagónico con tres condiciones y una de ellas era aparecer en ropa interior, a la cual me negué».

Una vez en que comenzó el rodaje comenzaron los castigos en el set por haberme negado. Le corregía todo, desde como hablaba y posturas, cómo se sentaba y cómo caminaba. Siempre con micrófono y con todas las personas en el set enterándose.

«Lo que sucedió, sucedió después de meses de que hubo un acoso y un maltrato psicológico constante de parte de él», cuenta y agrega que incluso hubo una oportunidad en que le sacaron una foto en el plató y se la pasaron: «Nunca vi una cara tan triste, angustiada y deprimida como yo me vi en esa foto. Ahí tomé conciencia de que no podía seguir permitiendo que esto pasara y que no tenia sentido mantener el contrato a ese costo».

De ahí todo fue escalando. «Que me pusieran a elegir ropa interior para desfilarla era algo a lo que yo me había negado, por lo que era una búsqueda del conflicto para sacarme».

El día que ocurrió la violación, recuerda, «me pide que desfile en ropa interior y me pongo un enterito que encontré porque me pareció que no iba a ser tan disruptivo en la escena».

«Me llama a su oficina», continúa, «armando un escándalo, porque él podía ser el director más increíble del planeta, pero que si no me desnudaba no podía hacer su trabajo».

Después le dice que tienen que conversar y la pasa a buscar en su auto»ahí me toca y no abrí la boca, me congelé, hasta el punto que la gente hasta hoy me pregunta si todavía me siento culpable y digo no, que me siento con rabia porque me sigo preguntando cómo no fui capaz de rasguñarlo, patearlo».

Ella en ese momento tenia 20 años: «Que alguien me tocara me desconcertó de tal manera que no sabía donde estaba».