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Opinión

El fútbol no tiene género

Por: Bárbara Márquez y Susana Celis | Publicado: 18.07.2018
El fútbol no tiene género Chile-femenino |
«Lo que viven las jugadoras, las periodistas y lo que vivimos las hinchas, es opresión de género. Somos tratadas como extrañas que quieren invadir un mundo que les pertenece a ‘ellos'», dicen las autoras, de la organización feminista «Nuestra Cruzada». Aquí explican porqué el feminismo tiene todo que ver con el fútbol.

El fútbol genera pasión. Pasión muchas veces incontrolable en las tribunas de un estadio. Ese lugar, ese espacio, es casi único en la sociedad, donde no existe ningún cuestionamiento a los hombres por llorar de alegría o frustración, por verse y mostrarse vulnerables. El fútbol saca a relucir las reacciones más humanas de las personas. Los sentimientos brotan con toda naturalidad.

Pero ¿qué pasa cuando ese espacio, que por tradición (propia del patriarcado) ha sido exclusivo para hombres, empieza a cambiar en su composición tradicional?, ¿qué pasa cuando ese espacio, empieza a tener presencia de hinchas mujeres o jugadoras, que viven el deporte con la misma pasión?, ¿Por qué se han formado agrupaciones feministas de hinchas de fútbol?; ¿Por qué el feminismo tiene tanto que ver con el fútbol?

Puede que para muchos estas cosas no tengan mucho que ver entre ellas, sin embargo, somos muchas las mujeres presentes en las tribunas de los estadios cada fin de semana. La selección femenina, que sí va al Mundial, demostró que el fútbol también puede conseguir logros desde la vereda de las mujeres, tanto en lo llamativo para el público, como en calidad de juego. El fútbol de partida y desde sus bases, al albergar todos esos sentimientos y reacciones humanas, es el reflejo de una sociedad. De una sociedad compuesta por niños y adultos, por hombres y por mujeres. Lo social y político está presente en el fútbol, por más que algunos se esfuercen por negarlo.

Y es como en espacios, tales como el estadio, la cancha, la calle, se replican todas las formas de machismo de nuestra sociedad. Desde los cantos sexistas donde lo femenino representa lo inferior y se usa para denostar al oponente, hasta el acoso y la violencia de género ejercida sobre las hinchas en viajes o trayectos desde y hacia los estadios. En ese espacio dónde pareciera que sólo hay deporte y pasión por el fútbol, en realidad es dónde se construye y manifiesta la masculinidad “tradicional”, machista, homofóbica, misógina y prepotente. Las formas de ejercer el poder en su sentido más heteropatriarcal.

Entonces, por supuesto que el feminismo siendo un movimiento político y social, tiene todo que ver con el fútbol. La formación de agrupaciones feministas de hinchas del fútbol responde a esto.

Lo que viven las jugadoras, las periodistas y lo que vivimos las hinchas, es opresión de género. Somos tratadas como extrañas que quieren invadir un mundo que les pertenece a “ellos”, y si queremos entrar debe ser bajo “sus” reglas. Debemos asumir que los cánticos y lienzos sexistas son parte del folclore. Debemos asumir que cierto “humorista” trasandino suba una foto haciendo alusión a la violación por perder un partido, simplemente porque es humor y siempre se ha usado “violar” al rival como parte de “ganarle”. Debemos asumir que las periodistas están en la televisión para leer comentarios de redes sociales o para aceptar acoso de los hinchas como se ha visto durante esta época mundialera. Debemos asumir que el fútbol femenino “no es llamativo” en temas de marketing, por lo que nunca será considerado como debiera ser.

Si nosotras, vivimos este deporte de la misma manera, ¿por qué entonces debemos hacerlo en desigualdad de condiciones y asumiendo lo “establecido”?, ¿es diferente con lo que ocurre en nuestra sociedad? Pues no, existen informes y estudios de entidades nacionales e internacionales (PNUD, ONU, etc.) que muestran que en el sistema heteropatriarcal, nosotras siempre somos las invasoras que queremos ocupar lugares que “no nos pertenecen”, que nosotras nos atrevemos a salir de los “roles” que ya nos asignaron y que somos valientes por querer enfrentarlo.

La buena noticia de todo esto es que no vamos a dar pie atrás, ya estamos instaladas y pelearemos por vivir esta pasión en igualdad de condiciones. Desde Rocío Yañez o Paula Navarro pasando por Fernanda Pinilla y llegando a cada una de las hinchas presentes en las tribunas, representadas por la Dani de Audax, única hincha en llegar al Carlos Dittborn de Arica para alentar a sus colores.

No hay vuelta atrás, tampoco nos quedaremos con solo estar. Organizaciones de hinchas de distintos clubes como Nuestra Cruzada, Alta La Frente y Católica para su Gente en la UC; el movimiento 15 de agosto en S. Wanderers; Las Bullas en la U; Las Felinas del Conce; la comisión de género en CC, entre otras, se han juntado y llevan la lucha contra el lenguaje sexista y la violencia de género realizando conversatorios, convocatorias a marchas, intervenciones en las galerías para entregar el mensaje del feminismo que se basa en el respeto e igualdad.

La resistencia y persistencia es una cualidad que se destaca en cada mujer feminista y no descansaremos hasta que todos los espacios se conviertan en espacios feministas. Invitamos a todas las mujeres que aún se sienten ajenas al movimiento a conversar, a escucharnos y dialogar, y a los hombres que entienden la lucha, a actuar, ya que son Uds. los que están “dentro” de los espacios que aún siguen escondiendo y normalizando actitudes machistas. Como bien dijo Simone de Beauvoir “el feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente”. Como feministas no entregamos ni entregaremos ningún espacio, y como hinchas por supuesto no dejaremos de vivir nuestra pasión.

Bárbara Márquez y Susana Celis