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Opinión

¡Cuidado con quienes se creen dueños de la verdad y de nuestras cuerpas!

Por: Fanny Campos | Publicado: 27.07.2018
¡Cuidado con quienes se creen dueños de la verdad y de nuestras cuerpas! Organizaciones feministas realizan manifestación en plaza Baquedano | FOTO:CRISTOBAL ESCOBAR/ AGENCIAUNO
Por favor, sientan una sana compasión real (no ficticia por un ser que no existe, por un feto hipotético al que no ayudarás a mantener, no ficticia por ideas dogmáticas o entidades carentes de sustrato real, invenciones humanas como Dios o Patria), una compasión VERDADERA por quien tienen al lado, en frente, por la señora que va sentada al lado en la micro, por el niño o niña que vive debajo del puente, por los animales, por los bosques, por el-la-le otrx, aunque piense distinto. ¡Es maravilloso que todos seamos diversos!

Son inconstitucionales los movimientos u otras formas de organización cuyos objetivos, actos o conductas no respeten los principios básicos del régimen democrático y constitucional, como asimismo aquellos que hagan uso de la violencia, la propugnen o inciten a ella como método de acción política. Así reza el artículo 19 Nº 15 de la actual constitución (Ok, esa constitución no ha sido generada en sí misma a través de métodos democráticos).

Pero, ¿acaso la nueva constitución que pudiéramos generar entre todos, todas y todes, a través de una Asamblea Constituyente, sin mediar violencia sino diálogo y verdadero acuerdo social, no redactaría un artículo similar?

En verdad, quisiera saber la respuesta, porque la humanidad parece no evolucionar, no aprender de sus errores. Yo estimo que sí debiera mantenerse tal cláusula en el convenio social, justamente para protegernos de personas tan violentas como quienes la redactaron, avalando un golpe de Estado.

Hace pocas horas un grupo llamado “SocialPatriota” ha irrumpido para obstaculizar el libre ejercicio de la libertad de expresión en una marcha pacífica en favor del aborto. Ahí unos hombres fundamentalistas apuñalaron, sin mediar provocación alguna, a tres mujeres.

Cuando se han manifestado ellos, pacíficamente, en contra del aborto, ninguna feminista –que paradójicamente esos propios neonazis llaman “feminazis”–, ha concurrido a apuñalar a los manifestantes, intentando quitarles la vida por la que contradictoriamente ellos señalan luchar. El fin no justifica los medios. El fin que ellos estiman loable, en sus cabecitas fundamentalistas, parece justificar el asesinato de quienes no crean lo mismo. Así fue como mataron a Víctor Jara por cantar a la justicia social en la que ellos no creen. Así fue como mataron y torturaron a muchos hombres y mujeres, incluso embarazadas, en la dictadura.

Algunos exponentes fanáticos de la Iglesia de Jesús o de Alá siempre han contradicho sus propios mandatos. Jesús impuso un único mandamiento por sobre todos: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús tuvo una apóstol mujer, a quien respetaba como uno más. Pero, “Las mujeres no son dignas de la vida” habría dicho el fundador de la Iglesia Católica, Simón Pedro a María Magdalena, única apóstol femenina de Jesús, cuyos evangelios censuraron cuando murió el líder espiritual del grupo. Desde entonces, ha habido muchas matanzas en nombre de Dios. La antigua matemática Hipatia, cinco siglos después que Jesús salvara a una adúltera de los guijarros, fue linchada por una turba de católicos que no toleraron que una mujer se destacara en el ámbito del conocimiento. El brillo de su mente lapidado por una turba de católicos. Jesús habría dicho:El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”. Pero como solemos evitar los espejos, hay que tener muchísimo cuidado con los que se sientan puros. Para qué hablar de las “cruzadas”, la “quema de brujas” y la “inquisición” o la pedofilia de los clérigos.

En el medio Oriente, Rokhshana a sus diecinueve años fue enterrada hasta el torso en el 2015, la lluvia pétrea acalló sus oraciones. Su pecado fue no querer casarse con un hombre mayor al que no amaba, pero que prometieron sus padres. Al prometido le entregaron otra esposa fungible, que con nueve años y ese ejemplo, ha debido ser sumisa a la violación legal. Farkhunda fue linchada, apedreada, atropellada quemada en el moderno Kabul. Alá llora a esa joven que murió defendiéndolo en pleno siglo XXI de los mercaderes de su mezquita, porque ISIS no es el Islam que ella profesa. Más de dos mil mujeres y niñas yazidíes son violadas por diez hombres cada diez minutos porque los talibanes nada saben del Corán. Creen que su semen sucio las santificará, así justifican las violaciones.

Y no sólo en Afganistán mueren mujeres apedreadas, también en Chile, en femicidios: le reventaron la cabeza con piedras a Yanina Scarlet de 19 años en Alhué, y a Tania Águila de 14 en Puerto Varas, en ese mismo año 2015. Las acusaciones y las rocas las arrojaron sus propios Pedros, sus pololitos a quienes la educación sexista, desde incluso antes de nacer, les viene metiendo ideas de superioridad respecto de lo femenino, de las “niñitas” o los “maricas”.

¡Cuidado con los que se sienten santos! ¡Cuidado con quienes se creen dueños de la verdad y de nuestras cuerpas!

¡Cuánto amor feminista le falta a este planeta! La Tierra, la humanidad y el resto de las especies no necesita el odio de ningún fundamentalismo, sino únicamente más respeto hacia el/la/lo otro/a/e… A algunos seres humanos, acostumbrados a la impulsividad y violencia de sus arcaicos sistemas límbicos, les hace muchísima falta respirar, una enorme inhalación y exhalación profunda que les ayude a eliminar tanto odio, pensar claro y sin dogmas de por medio, y fundamentalmente, sentir.

Por favor, sientan una sana compasión real (no ficticia por un ser que no existe, por un feto hipotético al que no ayudarás a mantener, no ficticia por ideas dogmáticas o entidades carentes de sustrato real, invenciones humanas como Dios o Patria), una compasión VERDADERA por quien tienen al lado, en frente, por la señora que va sentada al lado en la micro, por el niño o niña que vive debajo del puente, por los animales, por los bosques, por el-la-le otrx, aunque piense distinto. ¡Es maravilloso que todos seamos diversos! Podemos crecer en el diálogo, pero un diálogo respetuoso, que reconozca la dignidad del o la diversa o diverse, sea del género, clase, opción sexual, raza, y condición que sea. A este mundo le falta tanto tanto tanto amor verdadero, y oxigenación. Respirar profundo. RESPIRAR PROFUNDO.

Fanny Campos