Avisos Legales
Tendencias & redes

Cantalao: ¿Y qué fue del sueño de Neruda?

Por: Elisa Montesinos | Publicado: 28.09.2018
Cantalao: ¿Y qué fue del sueño de Neruda? 42793527_331421527610605_1157894900641955840_n |
A 45 años de la muerte del poeta y Premio Nobel, Pablo Neruda, es interesante reflexionar sobre su figura a la luz del documental recientemente estrenado «Cantalao: el secuestro de un legado», del director Diego del Pozo. El filme aborda el secuestro no solo del sueño del poeta de disponer su patrimonio al servicio de un moderno sistema de residencias para artistas y científicos frente al mar, sino también de su imagen, mercantilizada y despojada de cualquier arista filosa o incómoda al nuevo orden social y político instaurado con el golpe de Estado.

Del Pozo tiene bastante qué decir en el tema de los legados literarios. Su formación, de hecho, es en Letras por la Universidad Católica, donde trabajó con el investigador mistraliano Luis Vargas Saavedra. De ahí se origina su trabajo más conocido: la publicación aumentada de Poema de Chile de Mistral (La Pollera, 2013) con nuevos textos encontrados en el legado que se había mantenido guardado en Estados Unidos hasta la muerte de su compañera Doris Dana.

De esos tiempos de estudiante algo no le calzaba en la imagen oficial de Neruda. Posteriormente, al toparse con el libro El doble asesinato de Neruda, de Francisco Marín y Mario Casasús (Ocho Libros, 2012), le llamó la atención la parte en que se hablaba del proyecto Cantalao, residencias para artistas y científicos, para la realización del cual el poeta compró un terreno cercano a su casa de Isla Negra. Estaban listos hasta los estatutos, pero –tal como relata el documental– el proyecto es secuestrado. “Había algo que no me calzaba bien entre la imagen reconocida de Neruda y la imagen que me fui formando en la universidad a partir de su obra y de algunas biografías. Me daba la idea de que este personaje un poco superficial del caldillo de congrio y de las fiestas, no calzaba con el Neruda que había sido precandidato presidencial, que se había enfrentado a Gabriel González Videla y que había rescatado a tantas figuras en el Winnipeg. Tenía curiosidad en torno a la figura de Neruda y cuando encontré el libro de Marín y de Mario Casasús, sobre todo la parte de este último, fue como dejar de lado la figura del egomaníaco y verlo de una manera muy noble, al dejar todo el trabajo de su vida en pos de futuros creadores. El encuentro con el libro y una sospecha inicial me llevaron a iniciar la investigación”, relata el director del documental.

La cinta plantea, a través de distintos testimonios, que Neruda ha sido secuestrado por la propia fundación que lleva su nombre al apoderarse de sus bienes e imagen y desperfilarlo. Faride Zerán dice que se rescata solo al hombre que coleccionaba botellitas y que ir a sus museos es como ir Disneyworld. La escritora Virgina Vidal, entrevistada antes de morir, opina que el poeta se convierte en “mercancía” y que al impedir la difusión de su obra, “se lo mata”. También se muestra la huelga de los trabajadores de la Fundación Neruda en el 2013 por un bono de colación. Huelga que finalmente fracasa al no obtener las compensaciones que buscaba. “El poeta está encerrado en el museo, pero no está con el pueblo”, dice otra de las entrevistadas.

El ex director de la fundación, Juan Agustín Figueroa, fallecido en 2016, es el gran ausente en el documental. “Traté de entrevistarlo y fue imposible, no tuve acceso a nada”, dice Del Pozo. Hace un par de meses lo contactó el director ejecutivo de la fundación para pedirle una copia del filme. “He recibido insultos por redes sociales por gente administrativa de la fundación. Por otro lado, la plana de trabajadores solo me han declarado su apoyo y cariño –explica el director-. Quizás podría haber otro nivel de reacciones; podría haberles entrado el bichito y decir: hagamos Cantalao. Pero no hay ninguna voluntad de parte de ellos en seguir lo que quería Neruda. Está el legado de Neruda y fue Agustín Figueroa y unos pocos más los que realizaron el secuestro. Y se puede hacer una metáfora de Chile con los ideales un poco utópicos de la unidad popular. El golpe de Estado mata Cantalao y la privatización del legado de Neruda es como la privatización de un sistema económico. Luego está la validación del modelo económico por parte de la Concertación y la validación de la Fundación Neruda. Es el secuestro de lo que quería hacer Neruda y también del proyecto país que había. Hay que pensar que Juan Agustín Figueroa fue ministro de Aylwin y el traslado de los cuerpos de Matilde y Neruda es en el marco de los primeros gobiernos de la Concertación. Está todo bien ligado. Neruda además es una figura política, no tan solo poética, y hay lazos que permiten hacer esta metáfora súper clara”.

Ver aquí el trailer del Cantalao

Déjanos tus comentarios
La sección de comentarios está abierta a la reflexión y el intercambio de opiniones las cuales no representan precisamente la línea editorial del diario ElDesconcierto.cl.