Screenshot (9) | Foto: Luis Emilio junto a su madre Nalvia.
Luis Emilio Recabarren, nieto de Ana González, no pudo viajar al funeral de la dirigenta y escribió un emotivo mensaje, destacando cómo aprendió de sus abuelas «el poder de hacer inmortales a nuestros detenidos en la historia».
«Hola, me llamo Luis Emilio Recabarren Mena. Soy el puntito, soy el hijo de la Nalvia Mena Alvarado Recabarren y Luis Emilio Recabarren. Fui testigo con 2 años y medio fui cómo golpean a mi madre, cómo golpearon a mi padre y mi tío». Así comienza el emotivo mensaje de despedida que el nieto de Ana González escribió para su abuela, a la distancia.
Luis Emilio salió del país junto a su abuela materna cuando solo tenía 11 años. Quería evitarle crecer «en plena dictadura después de tanto dolor que pasamos». Por ello, el nieto no pudo estar presente en el funeral de una de las fundadoras de la Agrupación de Familiares Detenidos Desaparecidos, que fue despedida el pasado domingo por miles de personas, en el Cementerio Católico.
«Hoy no puedo estar presente en el funeral de mi querida abuela. La razón de no estar presente es que la distancia de viajar desde Suecia a Santiago es muy largo pero estoy con ustedes cada momento», explicó.
En su mensaje de despedida, Recabarren sostuvo que «la historia la llevo impregnada en mis venas, soy parte de Chile en sangre para siempre» y añadió que «hoy es un día de mucha pena de perder una abuela tan imprescindible. Mucho dolor pero también mucha alegría, alegría de ver que están compartiendo en el funeral juntos y celebrando la vida de mi abuela Ana González como ella deseara».
«Durante estos últimos días han llegado clip de Santiago pero también otras partes de Chile y del mundo donde se le hace algún homenaje a mí querida abuela, estoy muy agradecido de todos los saludos y cariños», añadió.
Cuando era niño, recordó Luis Emilio, veía a muchos superhéroes que tampoco tenían a sus padres, como él. «Me imaginaba que yo también tenía un súperpoder pero no sabía en ese momento cuál eran mis superpoderes. Ahora sé cuál era: el super poder que heredé de mi abuelas. El poder de hacer inmortales a nuestros detenidos en la historia y este súperpoder lo aprendí de mis queridas abuelas».
En su misiva, «Puntito» recordó que dicha capacidad requiere de «reír, bailar y cantar y ser feliz en contra las fuerzas del mal y el odio. Me di cuenta que si podía hacer crecer ese súperpoder entonces más serán inmortales mi madre y padre, mi abuelo y tío», agregó, para cerrar con un «Hasta Siempre Abueli ❤️».
