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Ministerio de Desarrollo Social y de las Familias: ¿Una garantía para la diversidad familiar?

Por: Constanza Valdés | Publicado: 21.11.2018
Ministerio de Desarrollo Social y de las Familias: ¿Una garantía para la diversidad familiar? familia | Foto: Agencia Uno
Recordemos que, actualmente, no existe ninguna política pública ni norma que reconozca la existencia de familias homoparentales. En este sentido, la ley 20.830, que crea el acuerdo de unión civil, ha sido insuficiente en la regulación y reconocimiento de las familias homoparentales y los derechos de filiación. Asimismo, en Chile tampoco existe el matrimonio entre personas del mismo género. Todo esto es un ejemplo de que, si se aprobara la creación de un nuevo Ministerio de las Familias y Desarrollo Social, en nada se garantiza que existirá inclusión de las familias homoparentales.

El 31 de julio de 2018 el gobierno ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que crea el Ministerio de Familia y Desarrollo Social. Esta iniciativa busca transformar al antiguo Ministerio de Desarrollo social, modificando el enfoque individual que ha tenido por uno de carácter familiar, teniendo objetivo principal potenciar el rol de la familia dentro de la sociedad. Es por esto, que de inmediato surgieron críticas en torno al nuevo rol que tomaría este Ministerio y particularmente, por parte de la comunidad LGBTI, el concepto de familia utilizado por el gobierno que excluiría a las familias homoparentales.

En este sentido, este cuerpo legal buscaría introducir, por primera vez, en el ordenamiento jurídico chileno un concepto de Familia. Es así, como la iniciativa propone definir familia como “núcleo fundamental de la sociedad compuesto por personas unidas por vínculos de parentesco o de pareja, en que existen relaciones de naturaleza afectiva y de apoyo mutuo, que generalmente comparten un mismo hogar y tienen lazos de protección, cuidado y sustento entre ellos”. Si bien la redacción es bastante amplia en su definición, no es clara en la inclusión de distintos tipos de familias, tales como las homoparentales o aquellas que no comparten un mismo hogar por distintas razones. En consecuencia, se seguiría promoviendo un tipo de familia que clásicamente ha entendido la sociedad.

Para modificar esta visión, un grupo de Diputados/as presentó una indicación en la Comisión de Desarrollo social, Superación de la Pobreza y Planificación de la Cámara de Diputados para modificar la palabra “familia” por “familias”, y así también para sustituir el concepto de familia por uno más inclusivo. Así, el texto actual aprobado por la Comisión señala que la familia es un “conjunto de personas unidas por vínculos afectivos o de parentesco o convivencia en que generalmente existen relaciones de apoyo o auxilio mutuo y que asumen habitual y colectivamente sus necesidades, pudiendo desarrollar entre ellos lazos de protección, asistencia, cuidado y o sustento”. En este sentido, a través de estas modificaciones, se buscaría incluir a todas aquellas familias compuestas por personas del mismo género en la elaboración de políticas públicas y en la labor ejercida por el Ministerio.

Si bien, que se haya aprobado este cambio se traduce en un avance en el reconocimiento de los distintos tipos de familia que componen nuestra sociedad, esto corre el riesgo de traducirse en meras declaraciones de intenciones. En este sentido, la mención sobre las familias y su amplia definición no garantiza que el gobierno tenga la obligación de implementar políticas públicas destinadas a la protección de las familias compuestas por personas del mismo género. Ejemplo de aquello ha sido la ley 20.609, que establece medidas contra la discriminación, y su mención a la obligación de la Administración del Estado de dictar políticas públicas que garanticen la no discriminación arbitraria.

En consecuencia, recordemos que, actualmente, no existe ninguna política pública ni norma que reconozca la existencia de familias homoparentales. En este sentido, la ley 20.830, que crea el acuerdo de unión civil, ha sido insuficiente en la regulación y reconocimiento de las familias homoparentales y los derechos de filiación. Asimismo, en Chile tampoco existe el matrimonio entre personas del mismo género.  Todo esto es un ejemplo de que, si se aprobara la creación de un nuevo Ministerio de las Familias y Desarrollo Social, en nada se garantiza que existirá inclusión de las familias homoparentales.

La creación de un nuevo Ministerio enfocado en las familias de todo tipo debe analizarse en un contexto político determinado. Actualmente, bajo la administración del Presidente Piñera, si bien ha manifestado que en este proyecto se busca incluir a una amplia variedad de familias, en ningún caso ha señalado que impulsará el matrimonio igualitario, derechos de filiación o adopción homoparental. En conclusión, por más que pudiera parecer que este cambio nominal sería un avance para las familias homoparentales, todo pareciera señalar que una vez levantado el velo, no hay nada que celebrar.

Constanza Valdés