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Un médico diagnosticó que Romina Rojas padecía de crisis de pánico, trastornos de personalidad y problemas psiquiátricos. Sin embargo, Eliot Rojas, el padre, se logró dar cuenta que no se siguió el procedimiento para prevenir edemas y trombosis.
La familia de Romina Rojas denunció que la mujer falleció a causa de un tromboembolismo pulmonar mal diagnosticado en la Clínica Las Condes en septiembre del 2017, tan solo un par de días después de someterse a una cesárea.
Es por esto que de decidieron presentar una querella criminal por lo que califican como un actuar negligente por parte del recinto médico.
“Me parece una aberración que un médico que no es de la especialidad, un ginecólogo, tenga habilidades para detectar problemas psiquiátricos”, dijo Eliot Rojas, el padre de la mujer, a Radio Bío Bío,
Lo anterior debido a que Romina, al día siguiente de haber sido intervenida por la cesárea el 3 de septiembre, presentó desmayos cuando intentaba levantarse y que presentó problemas respiratorios y fuertes dolores.
Es en este momento que un médico le diagnosticó que su hija padecía de crisis de pánico, trastornos de personalidad y problemas psiquiátricos.
Este diagnostico inicial, según señala el hombre, hizo que el resto de los profesiones solo se limitaran a comprobar «crisis y no abriéndose a nuevas posibilidades”.
Sin embargo, Eliot Rojas con la familia se lograron dar cuenta que nunca le pusieron medidas antiembólicas, necesarias después de procedimientos quirúrgicos para prevenir edemas y trombosis.El 18 de septiembre se confirma la muerte encefálica de Romina y dos días después su fallecimiento.
Mientras tanto, los registros médicos señalan que la “paciente inestable emocionalmente, no reconoce que sufrió de crisis de pánico» y que «al intentar incorporarla hace lipotimias con sensación de apretar el pecho y mucha taquicardia”.
A Romina Rojas se le confirmó el 18 de septiembre la muerte encefálica. Dos días después, falleció.
En tanto, desde la Clínica Las Condes, el jefe de ginecología, Pedro Daza, dijo a T13 que que no se podía prevenir el desenlace ya que fue “una situación excepcional, que es de un tromboembolismo fulminante”.
