Avisos Legales
Tendencias & redes

De culto: Cómo Víctor Hugo Robles se convirtió en el Che de los gays

Por: Elisa Montesinos | Publicado: 18.12.2018
21 años revolviendo el gallinero de boina y estrella, enarbolando el nombre del comandante para causas más amplias y diversas, bailando cueca y desfilando en cuanta marcha le pareciera justa, desnudándose si era preciso, poniendo en tensión no solo la figura del macho revolucionario, sino hasta la libertad de expresión en los espacios culturales alternativos.

No tenía mucha idea de quién era el Che, pero le llamó la atención su imagen viril y combativa y le pintó los labios de rojo. Algo pasó entonces, con ese gesto en la Universidad Arcis, del que nadie se percató excepto él, y le quedó dando vueltas. Estudiaba periodismo, “entré a estudiar sin ningún peso, después me dieron una beca completa por mi condición serológica, como que eso me salvó de algún modo, o sea no todo es tan malo con el VIH”, dice con el mismo humor algo negro que ha caracterizado sus apariciones en público entre el activismo político y el artístico.

La censura no existe mi am…

Se compró la boina, le puso la estrellita. Vino septiembre del año 1997 y se dirigió a la fiesta contra la censura en Disco Planet que organizaban Vicente Ruiz y Patricia Rivadeneira. Ese día le tiró agua a la musa del under que hacía una performance con bigotes y vestida de hombre, lo sacaron del lugar y salió gritando que lo estaban censurando, lo que inmediatamente llamó la atención de los medios de comunicación presentes, empezando por Las Últimas Noticias. “Me había fumado unos pitos en el Arcis, que era lo único que hacíamos, junto con intentar estudiar algo, tomábamos mucho y fumábamos mucha marihuana, ahí en calle Huérfanos. En medio de la volá me fui a la fiesta y me encontré con un bidón de aceite vacío, le escribí AZT, que era la primera droga para el VIH”, relata. Una amiga travesti actuaría esa noche y se pusieron de acuerdo en que Víctor Hugo subiría al escenario y juntos le tirarían AZT a la gente. Pero la improvisación propia del acto performático –sin saber que era eso lo que estaba haciendo– lo impulsó a aprovechar antes la presencia de Patricia Rivadeneira y comenzó a tirarle agua, ella le pasó “el pico de greda” que llevaba. “Soy el Che los gays y me gusta el pico, una declaración súper compleja”, recuerda entre risas Víctor Hugo que gritó a todo pulmón para presentarse.

Por Francisco Papas Fritas

De todas formas lo echaron, afuera hizo conferencia de prensa, contó que vivía con el VIH y los acusó de homofobia y discriminación. “Y con el agua que me quedaba me lavé el poto en la puerta”. Desde ahí que Vicente Ruiz no lo saluda “y la Patricia se hace la que no se acuerda, o sea que nunca pasó”. Así nacía el Che gay, o el Che de los gays, una provocación que buscaba ir más allá de las causas por las que abogó el comandante guerrillero Ernesto Che Guevara. Se posicionó del personaje y comenzó a aparecer en público. El mismo año interrumpió la inauguración de la Feria del Libro pidiendo juicio a Pinochet, antes que fuera a Londres. Al año siguiente se desnudó para el Día del Trabajo en un acto de la CUT. Incluso viajó hasta Cuba, donde también ha causado polémica

Del pelo corto a los labios pintados

En fotos anteriores al nacimiento del Che gay se lo ve de pelo corto y vestido en forma más masculina, como cuando hacía el programa de radio Triángulo Abierto en radio Tierra y era parte del Movilh. Pero se retiró y hasta se tomó la sede del movimiento, “porque las lesbianas y los travestis no están representadas en las elecciones”, señala en un video de la época. Ya tenía el pelo largo y se definía como “homosexual anarquista”. Ese mismo año, aún sin boina, enarbola una bandera hueca —con un agujero en el medio— ante Ricardo Lagos. Aunque el gesto es conceptual igualmente la bandera la sacan rápidamente de escena. El propio Lemebel le sugiere un día en el bar 777 algo que marcaría su camino. “La loca me dijo curá, deberías construirte un personaje, pos niña”.

Víctor Hugo en su etapa en el Movilh

La homosexualidad como una posición política

Lentamente se iba transformando. “Entremedio me diagnosticaron el VIH, en vez de deprimirme, me dejé el pelo largo y dije ahora voy a hacer show, me rebelé, participé en el Movilh, en el programa de radio y después creé el personaje, iba a todas las marchas con algún atuendo tratando de llamar la atención”. Quién no lo ha visto en todos estos años, aunque no sepan su nombre, desfilando con los cuadros con patas de chancho o con girasoles. Cuatro libros y un documental, titulado El Che de los gays, han reforzados sus apariciones. El documental participó en un festival en Cuba. “A mí se me ocurrió dedicarlo, tal vez no debería haberlo hecho, pero lo hice, y se lo dediqué a Gladys Marín y a Reinaldo Arenas, que fue un homosexual perseguido por la revolución. Aplausos para Gladys, pifias para Arenas. No nos ganamos ningún premio. Los productores y el director se pelearon conmigo, y la gente del festival nunca más me habló”.

© Álvaro Hope

Ya no usa las patas de chancho pues los animalistas le reclamaron. Ahora recurre a señales del tránsito, como la del desvío, “porque a los homosexuales nos dicen que somos desviados. Yo asumo todo eso: como que te gustan las patas de chancho, como que eres desviado, y lo transformo en una puesta en escena visual”. Antes iba a todas las marchas, ahora solo a las que puede, sobre todo a las mapuche, del movimiento feminista y del aborto. “A las marchas gays voy poco, porque siento que uno no es solo homosexual, uno también es feminista, también es mapuche, también es obrero, ecologista. O sea hago un cruce de las luchas de la diversidad sexual con las del movimiento social. Por ejemplo en la última marcha que hubo, una especie de marcha electrónica del Movilh, el mismo día que enterraron a Camilo Catrillanca, no hubo ningún gesto. Entonces encuentro que marchar para crear una isla rosa no tiene sentido, porque todos tenemos que compartir las luchas de todos. Que no sea solo una lucha de maricones, de gays, lesbianas y trans. Ese es un poco el rol del Che, un cruce violento porque la izquierda no considera necesariamente a la diversidad sexual como parte de sus propios principios, y, por otra parte, el movimiento homosexual tampoco se declara abiertamente como un movimiento de izquierda”.

Déjanos tus comentarios
La sección de comentarios está abierta a la reflexión y el intercambio de opiniones las cuales no representan precisamente la línea editorial del diario ElDesconcierto.cl.