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Opinión

De Painemal a Catrillanca, ¡cagamos papá!

Por: Juan Ignacio Colil Abricot | Publicado: 04.01.2019
De Painemal a Catrillanca, ¡cagamos papá! camilo 2 |
La marcación de Painemal y el asesinato de Catrillanca han generado una grieta en sus respectivas épocas. En la marcación de Painemal el victimario fue un privado, un colono. Las aguas se agitaron, el pueblo mapuche se movilizó y también algunos chilenos hicieron sentir su condena. La oportuna muerte libró al victimario de una sentencia y al parecer el caso quedó archivado. ¿Realmente habrá muerto Herman Michael como se informó? En el caso de Camilo, los victimarios son agentes del Estado. Aún existe mucho por investigar. Entre un hecho y otro han pasado 105 años y pareciera que nada ha cambiado en este tema. Hay hechos en la historia que se cruzan.

El 14 de noviembre en la tarde, antes de bajarme del auto escuché en las noticias que se estaba realizando un gran operativo policial en la comunidad de Temucuicui. Entrevistaban a un peñi del cual no retuve el nombre. Decía que era muy grave lo que estaba sucediendo, que había helicópteros, carabineros armados, carros blindados. Alguien puede morir dijo, se escuchaba nervioso. Me bajé del auto y pensé que se trataba de otro operativo más. Cuando regresé al auto, después de un par de horas, Camilo Catrillanca ya había sido asesinado.

El 17 de junio de 1913, cerca de Nueva Imperial, José Manuel Painemal fue a la casa de Herman Michael por un litigio que existía entre ellos. Michael logró reducirlo y con ayuda de otro sujeto marcaron a Painemal con un hierro caliente, como se hace con los vacunos. Este hecho desató a las semanas siguientes un gran suceso judicial y político. A finales de junio de ese año, Painemal pudo hacer la denuncia. Se inició la investigación. Michael se escondió hasta que le garantizaron un “juicio justo”. Esto significó que le permitieran quedarse en su casa gran parte del día, ya que estaba enfermo. ¿Suena conocido?

En septiembre Michael murió, no hubo condena y fue enterrado con honores por sus amigos y vecinos que reconocían su aporte a la comunidad y que alegaban por el tratamiento que algunos diarios le habían dado, lo que habría ocasionado que su salud se dañara . ¿Suena conocido?

He leído que este hecho generó una gran movilización, se publicaron artículos en diarios y se siguió la noticia por un tiempo. Hubo movilización por parte del pueblo mapuche y sus nacientes organizaciones de la época hicieron más que en otros momentos. ¿Por qué fue tan relevante este caso, a pesar que años antes y años después son varios los asesinatos que cometieron colonos y chilenos contra mapuche? En 1911 asesinaron al menos a cinco mapuche en Rupanco, en 1912 se consigna la matanza de Forrahue, (15 fueron las víctimas, esa vez cerca de Osorno),  en 1915 fueron cerca de 20 las víctimas asesinadas cerca de Loncoche. La lista continúa.

La marcación de Painemal mostraba un camino, una idea que habitaba y habita en muchos. El mapuche no es persona, es un animal y debe ser tratado como tal. No sabe cultivar las tierras, no entiende de negocios, no entiende los conceptos básicos del capitalismo. No es persona. Una idea que durante mucho tiempo se pregonó sin problemas, pero con el paso de los años se fue volviendo difícil de decirla abiertamente, mejor era llevarla a la práctica como en el caso de Painemal.

El asesinato de Camilo Catrillanca despertó lo que no había ocurrido con los asesinatos de Alex Lemún, Mendoza Collío, de Matías Catrileo y otros tantos asesinatos ocurridos durante las últimas décadas. Movilizaciones en diferentes ciudades, muestras de solidaridad desde diversos actores.

Creo que sin duda las imágenes de video han sido fundamentales en una sociedad cada vez más dependiente del mundo virtual. Se asiste al rito de ver para creer. Primero circularon imágenes de autos policiales que habrían recibido disparos, después se dijo que no había imágenes porque ninguno de los integrantes del Comando Jungla llevaba cámara. Después se dijo que si llevaban, pero que la habían destruido porque tenía material personal. Y después aparecieron los videos. Cayeron algunas cabezas: el intendente Mayol, los carabineros que asesinaron a Camilo, unos generales, Hermes Soto y más generale. Se instaló la idea de la crisis en Carabineros y cómo se puede resolver, las reformas que hay que realizar y el sentido país, y se llamó a actuar de manera republicana y otras frases que apuntan a dejar todo como está y no seguir con el tema, que ya hay problemas suficientes.

La marcación de Painemal y el asesinato de Catrillanca han generado una grieta en sus respectivas épocas. En la marcación de Painemal el victimario fue un privado, un colono. Las aguas se agitaron, el pueblo mapuche se movilizó y también algunos chilenos hicieron sentir su condena. La oportuna muerte libró al victimario de una sentencia y, al parecer, el caso quedó archivado. ¿Realmente habrá muerto Herman Michael como se informó? En el caso de Camilo, los victimarios son agentes del Estado. Aún existe mucho por investigar. Entre un hecho y otro han pasado 105 años y pareciera que nada ha cambiado en este tema. Hay hechos en la historia que se cruzan.

Me parece que el gobierno quiere centrar el punto en la crisis en Carabineros, y sacar el foco de la relación entre el Estado chileno y el pueblo mapuche. Ha tratado de cambiar la agenda varias veces, pero las imágenes, las perdidas imágenes van y vienen y traen de vuelta los últimos minutos de Camilo Catrillanca y a sus espaldas siglos de historia.

Las imágenes van sucediéndose rápidamente y la historia se va armando, aunque aún faltan piezas para tener el cuadro completo: el cuerpo de Camilo rodeado por los suyos, las muestras de dolor, el carabinero con su camiseta de Batman, el ministro Chadwick diciendo que estaban exagerando, el general Soto explicando que no había imágenes, el ministro Chadwick diciendo que estaba molesto porque no se habían ocupado las cámaras, y luego los Comando Jungla cargando sus armas, se escuchan los disparos, el tractor azul, el cuerpo de Camilo,  y el definitivo  ¡cagamos papá!

Juan Ignacio Colil Abricot