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Opinión

Piñera y su falsa normalidad

Por: Daniel Stingo | Publicado: 18.04.2020
Las instrucciones que ha dado el presidente Sebastián Piñera, en orden a que los funcionarios públicos vuelvan al trabajo presencial, la libertad para la próxima reapertura del comercio (sí, también los malls) y la vuelta de los escolares a clases no son medidas que los especialistas recomienden. Por el contrario, se habla de que para aplanar la curva de contagios se debe mantener el aislamiento social y esas tres decisiones apuntan en sentido contrario. Siguen las medidas erráticas, la imposición de una falsa normalidad que puede tener un costo altísimo.

Al 18 de abril de 2020 China, que tiene una población de 1.395.380.000 habitantes, da cuenta de 4.632 muertos por causa de la pandemia Covid-19. Eso nos da un promedio de 3,3 fallecidos por un millón de habitantes

Chile tiene una población aproximada de 18 millones de habitantes y la autoridad señala-con un optimismo que impresiona-  que hay  126 fallecidos por la misma causa. Eso da un promedio de siete fallecidos por cada millón de habitantes.

¿Está haciendo China mejor las cosas que Chile? ¿Está funcionando mejor una dictadura que una democracia?, se preguntaba el representante de España en el Consejo de la Comunidad Europea en su última sesión de hace unos días.

Probablemente no, porque tenemos la legítima duda que las cifras que entrega China estén siendo manipuladas.

Sin perjuicio de lo anterior, las instrucciones que ha dado el presidente Sebastián Piñera, en orden a que los funcionarios públicos vuelvan al trabajo presencial, la libertad para la próxima reapertura del comercio (sí, también los malls) y la vuelta de los escolares a clases no son medidas que los especialistas recomienden. Por el contrario, se habla de que para aplanar la curva de contagios se debe mantener el aislamiento social y esas tres decisiones apuntan en sentido contrario. Siguen las medidas erráticas, la imposición de una falsa normalidad que puede tener un costo altísimo.

¿Por qué el gobierno invita a pensar que el momento más agudo de la crisis está pasando y por el otro lado nos sigue diciendo que el peak vendrá a fines de este mes y principios de mayo?

¿Qué hay detrás de la aparente vuelta a la normalidad?

¿O de esta aparente contradicción?

Parece ser que la naturaleza mercantil del presidente, conjuntamente con la presión de los gremios del comercio y la opinión de sus asesores y ministros pro-empresa, no tardó en imponerse en la gestión y funcionamiento gubernamental.

Parece ser que la actividad económica y comercial, la generación de bienes y servicios y, en definitiva, las labores y operaciones que generen dinero priman sobre la salud de aquellos que serán directamente expuestos a contagiarse. Las prioridades cambiaron. Los intereses de la élite se impusieron sobre la clase trabajadora.

Ya sabemos que el número de ventiladores mecánicos no son los prometidos inicialmente, que las regiones están mucho más mal preparadas que Santiago para hacerse cargo de los enfermos más graves y queda un contexto por enfrentar: el invierno con los virus estacionales, las crisis respiratorias que se acrecientan en esta época y los establecimientos de salud colapsados.

Roguemos que nuestro país sea una excepción a las terribles consecuencias que se han mostrado en Europa, que va adelante de nosotros en el desarrollo de la pandemia y a países como Estados Unidos y Brasil que no se han tomado la llegada del COVID- 19 con la seriedad que amerita.

Las consecuencias están por verse.

Daniel Stingo