Plan Z: el realismo mágico de la derecha revival

Plan Z fue un gran programa televisivo de humor, pero su nombre proviene de uno de los montajes comunicacionales más fantasiosos y delirantes en la historia de nuestro país. Se trataba un de plan encontrado por los generales, un día después del golpe militar. Supuestamente descubrieron en una caja fuerte en la oficina del subsecretario del Interior de la época, Daniel Vergara, documentos de la Unidad Popular que detallaban un autogolpe, donde altos mandos militares y una gran cantidad de “opositores” serían aniquilados  con fusiles ametralladoras AK 47.

22 de Septiembre de 1973, el delirio comienza. El recién nombrado coronel Pedro Ewing, llama a conferencia de prensa. Según la biblioteca de la CIA -quién liberó archivos secretos de la ayuda norteamericana al golpe militar- se destinaron fondos de los Estados Unidos a “proyectos de propaganda en curso, incluido el apoyo a los medios de comunicación comprometidos con la creación de una imagen positiva de la Junta Militar”.

Según Felipe Cuevas, presidente de las Juventudes UDI, quien fue encarcelado en Venezuela por fotografiar instalaciones militares, aseguró que “mi familia fue víctima de violaciones a los derechos humanos en el gobierno de Allende. Mi abuelo se tuvo que ir del país porque lo perseguía el GAP solamente porque era el presidente del gremio de los carniceros de San Felipe. Estaba en la lista negra, el Plan Z“.

Un Plan Z que hace años fue desmentido por la CIA, por Federico Willoughby, el primer vocero de la Junta Militar y por el ex comandante en jefe de la Fuerza Aérea y miembro de la primera junta del gobierno militar, Gustavo Leigh Guzmán.

Pero el delirio no se acabó solamente en esa conferencia de prensa que anunciaba la existencia de este plan. En pos de reafirmar con imágenes y datos, se editó un libro de propaganda que contenía las ideas y tácticas del lúgubre Plan Z,: el “Libro Blanco del Cambio de Gobierno en Chile”.

Z-A: Iniciación de Golpe de Estado para conquistar el PODER TOTAL e imponer LA DICTADURA DEL PROLETARIADO contra la acción de una parte o la totalidad de las FF.AA apoyada por grupos civiles.

Este era el primer paso del plan. El segundo contemplaba matar a Allende en un auto golpe.

Z-B: Muerte de Allende por un atentado.

El tercer momento, concebía una invasión. Sí, una invasión marxista. Poco menos de 20 mil guerrilleros cubanos (¿dónde quedaron?), 10 mil fusiles AK 47 habían llegado al país para exterminar como ratas a los enemigos, según el Libro Blanco que de blanco no tenía nada.

Z-C: Invasión externa.

Todo iba a suceder mas o menos así: Salvador Allende invitaría a los altos mandos de las Fuerzas Armadas a un almuerzo en su casa el día 19 de septiembre (el día después del golpe militar).

En un momento clave, el Presidente se levantaría de la mesa fingiendo un “llamado telefónico”. Ahí, los miristas junto al GAP acribillarían a los generales y almirantes al calor de la cena.

Parece una broma, y hasta chistosa en los términos fantasiosos y caricaturescos con que se evidencia la trama en nuestros días, digno de almas con altos grados de paranoia. Pero la parte oscura, es que en nombre del Plan Z se justificó el Golpe de Estado, la tortura y asesinato de muchos. ¿Qué sabes del Plan Z? Una pregunta sin respuesta, una farsa comunicacional, ridícula pero efectiva y que entre burlas y bromas, recordamos.

Felipe Cuevas será una anécdota, pero los hechos de violencia y la violación a los derechos humanos en nombre del Libro Blanco, no lo son. La definición de realismo mágico es mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común, estrategia agotada de la cual la UDI aún no se puede desligar, 41 años después del Golpe Militar.