Dr. John Fagan, “Industrias censuran las evidencias sobre impacto de los transgénicos”

Por: admingrs | Publicado: 30.09.2014

dr_john_fagan_200x250pxDr. John Fagan, es un ex ingeniero genético considerado uno de los pioneros en investigación sobre los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en el mundo. En 1994 solicitó una moratoria sobre ciertos tipos de ingeniería genética debido a sus preocupaciones sobre la seguridad y la ética de la tecnología. Inclusive, ese mismo año,  el Dr. Fagan regresó a los Institutos Nacionales de Salud de los EE. UU. más de un millón de dólares de apoyo para investigaciones en ingeniería genética como una acción de protesta.

Esta semana Fagan, autor del libro «Ingeniería genética; el riesgo: ingeniería Védica; la solución», estuvo en Paraguay para hablar en un simposio sobre transgénicos, plaguicidas y salud humana, y concedió una entrevista al medio paraguayo Última Hora. Para este científico estadounidense, los transgénicos –además de ser innecesarios para la alimentación– representan una amenaza para la seguridad alimentaria, la salud y el medioambiente.

–  ¿Qué evidencias hay sobre el peligro de los OGM?

La más cercana se dio en Argentina, con Andrés Carrasco (fallecido hace unos meses). Él demostró que el glifosato, que contiene el Roundup de Monsanto, causa malformaciones en el mecanismo celular.

También Gilles-Eric Séralini (científico francés) demostró –en 2012– que una variedad del maíz transgénico es tóxico para el riñón, hígado y el aparato reproductivo. Las pruebas se hicieron en ratones: aumentó la frecuencia de tumores en las glándulas mamarias de ratones hembras y otros tipos de cánceres en machos. A través de ese trabajo se constató que los ratones mueren más jóvenes. Los gigantes de la biotecnología atacaron a Gilles y se convirtió en una caza de brujas, muy sucia. Las presiones fueron tan fuertes que lograron que se retractara la publicación de la revista científica, donde se publicó el trabajo, Food and Chemical Toxicology.

Después, simplemente, recurrió a otra publicación para poder divulgar el trabajo. Este es un ejemplo de cómo estas grandes y ricas corporaciones, como Monsanto, pueden descarrillar un proceso científico.

–  Eso es grave…

Claro. Lo que hicieron fue censurar la literatura científica por cuestiones financieras. Esta es una amenaza muy seria y fundamental al proceso de elaboración científica. La ciencia ha proveído beneficios enormes a la humanidad, por ejemplo, la internet, tu teléfono, tu grabadora, han sido resultado de la aplicación de los estudios científicos.

Este nuevo enfoque de las empresas poderosas constituye una enorme amenaza a la humanidad. Vemos cómo el interés corporativo logra condicionar a la ciencia, entonces la humanidad pierde en este proceso que beneficia solamente a las empresas.

–  La industria intenta ocultar todas las evidencias…

Con seguridad. Las industrias biotecnológicas censuran las evidencias sobre los OGM y han censurado a numerosos científicos. Hace unos años una mujer en Estados Unidos demostró que el agua escurrida después de las lluvias sobre los maizales transgénicos arrastraban sustancias tóxicas a los cauces y eliminaba la población de insectos. La atacaron, la intimidaron y lograron que muchas de sus publicaciones sean retractadas. Y esto ha pasado con muchos científicos.

–  ¿Las evidencias alcanzan a los OGM que se venden en el mercado?

Uno de los problemas es que no existe suficiente investigación sobre ese campo. Pero las experimentaciones en animales son muy claras: el consumo de comidas con OGM causan reacciones alergénicas, toxicidad y tienen menor valor nutritivo. El problema radica en que no hay trazabilidad de los productos alimenticios que están en el mercado, por lo tanto, es muy difícil probar que si tengo un dolor de cabeza, se deba a los transgénicos.

Necesitamos continuar justamente las investigaciones en ese campo. Los mismos métodos para probar el impacto de los OGM, se usan para los productos farmacéuticos. Si en un estudio farmacológico se tuviesen los mismos resultados que se obtuvieron con los OGM –en los ratones–, ese fármaco jamás hubiera salido al mercado.

–  ¿Cuán compatible es la agricultura familiar con el cultivo de transgénicos?

La tecnología está diseñada para los monocultivos a gran escala. Hace unos años se realizó la Evaluación Internacional de la Ciencia, Tecnología y Conocimiento para el Desarrollo Agrícola, financiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde concluyeron que la agroecología es mucho más adecuada para lograr la seguridad alimentaria. Y explícitamente, dicen que los OGM no serían útiles para solucionar el problema del hambre porque tienen un comportamiento variable y son tan adaptables al rango de variables que controlan la agricultura. Este es un proceso que fue elaborado por 400 científicos y que, luego, fue revisado por miles de científicos alrededor del mundo.

–  ¿Y cuál es el impacto en el medioambiente?

El uso de OGM ha resultado en el aumento y masividad de los agrotóxicos. Ese es uno de los mitos que los promotores dicen que los transgénicos van a reducir el consumo y dependencia sobre los agrotóxicos, cuando en realidad sucede todo lo contrario. Por cientos de millones de toneladas anuales se ha incrementado el uso de agrotóxicos. Pero ese no es el único problema.

A nivel ambiental, algunos OGM están diseñados para soportar resistencia a ciertas plagas, esa resistencia se traslada a las plagas que se fortalecen por selección natural. Otro ejemplo es que las malezas se vuelven resistentes o tolerantes a los herbicidas.

El principal problema ambiental con los OGM está vinculado a las prácticas agrícolas y eso se ve aquí en Paraguay. Puedes ver cómo la expansión de los cultivos de soja transgénica y los agrotóxicos hacen que sus costos se abaraten. Entonces es casi generalizado que los bosques desaparezcan para dar lugar a la expansión de la soja transgénica.

–  En Europa, tengo entendido, están prohibidos los OGM.

No exactamente. Hay un solo vegetal, una variedad de maíz que está aprobada en Europa. Hay seis o siete países que prohibieron una variedad de maíz; en el resto, no. Muchos OGM pueden ser importados, como la soja genéticamente modificada proveniente de América Latina. Pero los países europeos tienen una ley que obliga que los productos con OGM estén rotulados. Los consumidores europeos son muy sensibles a los OGM, por lo que los fabricantes de alimentos conocen esta reticencia, y decidieron no incluirlos en los alimentos para consumo humano. Unilever, Nestlé, Danone y otras compañías excluyen a los OGM porque nadie los va a comprar.

–  ¿Existen otros mecanismos de control?

El etiquetado es la clave. El comienzo es informar a los consumidores para que puedan optar. Y dependiendo de esa opción enviará un mensaje a los productores y fabricantes, como ocurre en Europa.

–  Para finalizar ¿se deben regular o prohibir los OGM?

En mi opinión, hemos sido expuestos prematuramente a los alimentos transgénicos. Hace falta más investigación, pero las pistas hasta ahora indican que es una tecnología que no es útil para la alimentación y el desarrollo de las comunidades. Los transgénicos no son necesarios, vivimos por miles de años sin ellos.

 

 Fuente: http://www.ultimahora.com/industrias-censuran-las-evidencias-impacto-los-transgenicos-n833725.html

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