La reciente aprobación de la idea de legislar el proyecto que promueve la interrupción del embarazo abrió una nueva discusión en el mundo feminista. Desde hace meses, vienen analizando y agitando el escenario para recordar que la actual iniciativa que se discute en el Parlamento sólo abarcaría cerca de un 3% del total de los abortos clandestinos realizados en Chile.
Sin embargo, las declaraciones de la ministra de Salud, Carmen Castillo, vinieron a cerrar la puerta a dicha demanda, al menos durante este gobierno.
«La expectativa del Gobierno es jamás abrir el aborto libre, pero sí dar estas tres posibilidades a las mujeres. Nunca imponiendo, siempre acogiendo, acompañando», recalcó la secretaria de Estado.
Además, Castillo señaló que, como ministra de Salud, no está a favor del aborto libre. «Nosotros no estamos por eso y estamos trabajando fuertemente para que (el proyecto) sea exclusivamente para estas tres causales», argumentó.
La ministra agregó un dudoso argumento: «Sabemos que en el mundo existe y eso sería algo de lo cual nosotros no estamos acogiendo dado de que, por ejemplo, el Síndrome de Down es un tema muy sensible y jamás estaríamos por promover un aborto libre«.