Avisos Legales
Opinión

Robo a mano desarmada

Por: Nicolás Ruiz | Publicado: 12.01.2016
Robo a mano desarmada robos |
La violencia de los empresarios versus el miedo al flaite inspirado por la TV.

He sido asaltado por enésima vez en mi vida. Lo que es peor, estoy seguro que volverá a pasar. Tengo miedo. Estoy asustado por lo que veo en la tele, por lo que leo en la prensa. Pero, sobre todo estoy asustado porque pasa en mi barrio también. Y digo también, porque no vivo en esos lugares marginales, con pobreza, donde asaltan harto. Ayer me enteré que les robaron a mis vecinos, y el otro día presencie un robo a plena luz del día.

Es terrible, no se sustenta, y estamos a cayendo en ese lugar donde perdemos libertades, casi parece que estamos al nivel de los países que queremos evitar. Cuanta violencia! Porque no hay que engañarse, todos los robos son con violencia. ¿Y qué pasa con las policías? ¿Y qué pasa con los tribunales? Es increíble la puerta giratoria que existe. Entran formalizados y salen libres en un segundo. Ellos lo saben. Se burlan de nosotros cuando son detenidos. Tienen esa sonrisa, esa cara que da rabia y miedo, y que nos hace pensar que no estamos a salvo en ningún lugar. Es como si todos tuvieran miedo de encerrar a todos estos delincuentes. La policía parece no hacer más que jugar al “paco y al ladrón”, los fiscales parecen hacer agua en sus argumentos y los jueces definitivamente tienen miedo. ¿Para qué hablar del gobierno? Las encuestas lo han dejado en evidencia constantemente.

Perdón por utilizar un término machista, pero es como si nadie tuviera los cojones. Nadie tiene el coraje de encerrarlos a todos, donde deben estar, en la cárcel. No cumpliendo prisión preventiva, no con libertades condicionales. Esto da rabia. ¿Cómo lo solucionamos?

Una herramienta es la denuncia ciudadana. Pero pareciera que eso no basta. No estoy de acuerdo con formar grupos de vigilantes para tomar la justicia en nuestras manos y hacer detenciones masivas con palos y golpizas. Eso no está bien. Pero debo sincerarme, dan muchas ganas de hacerlo. El problema es que los delincuentes parecen víctimas. ¿Cuánto tiempo tendremos que soportar todos estos abusos?

Yo no aguanto más. Me cansé que me roben, y me niego a comprar un arma para defenderme, pero algún arma tendremos que fabricarnos.

Señores, este país no da más con tanto robo, no da más con estas bandas que operan como mafias, que amedrentan, que violentan, que se ríen de todos y que viven bien. Muchísimo mejor que cualquiera de nosotros. Afortunadamente son pocos, y los abusados muchos, millones.

No quiero más perdón para ellos, nos han quitado demasiado durante toda nuestra historia, y no se detendrán hasta quitarnos todo, incluso nuestra dignidad. No les bastó con los pollos, con las farmacias, con el papel higiénico, con los supermercados, con los créditos, con las tasas de interés…Los empresarios, todos esos que son empresarios dueños del país y dueños de nuestros bolsillos, todos, son ladrones coludidos que nunca van a querer cambiar. No quieren regulaciones, están seguros de la mano invisible que ni ellos mismos respetan. Todo lo que no es ganancia abultada es pérdida. Ha quedado demostrado. Y no me tilden de sesgado, no estoy ciego. Es más, sesgado son aquellos que pregonan y defienden intereses de mercado, cuando el mercado ha sido constante y permanentemente atropellado de acuerdo a sus propias bases, sus propios ideales. Todos los empresarios, reitero, todos, violentan, sólo que bien vestidos y con buena labia, pero violentan más que el flaite que me roba 20 lucas y un celular, porque creció viendo como toda su familia y su pueblo es atropellada por Piñeras, Lucksics, Paulmanns, Mattes, Angelinis, Pinochets, y otros muchos, por los pacos, la represión, las lacrimógenas, los buenos autos y las teles grandes que no pueden comprar, la salud y educación buena que no pueden costear, y los barrios con casas de 200 metros cuadrados y patios privados para los niños rubios que crecen pensando que sus padres, esos que tienen todo todo todo, lo tienen a fruto de esfuerzo e inteligencia, y que el resto, es pobre porque quiere.

 

 

Nicolás Ruiz