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Opinión

El abominable trato de Brasil al ex jefe del FPMR ¡Chile debe interceder ahora!

Por: Ignacio Gac | Publicado: 29.03.2016
El abominable trato de Brasil al ex jefe del FPMR ¡Chile debe interceder ahora! mauricio comandante ramiro |
Mauricio Hernández Norambuena, también conocido como Comandante Ramiro, vive una grave situación carcelaria, ha permanecido en penales de Brasil por más de 14 años en un “Régimen Disciplinario Diferenciado”, es decir, un castigo de confinamiento extremo. Es el único preso en la historia de ese país que ha sido sometido por tanto tiempo a ese brutal sistema digno de la Alemania nazi o Guantánamo. El ensañamiento por parte de Brasil ha sido inhumano y ocurren diversas irregularidades legales en la “justicia” brasileña.

Mauricio Hernández Norambuena, también conocido como Comandante Ramiro, vive una grave situación carcelaria, ha permanecido en penales de Brasil por más de 14 años en un “Régimen Disciplinario Diferenciado”, es decir, un castigo de confinamiento extremo. Es el único preso en la historia de ese país que ha sido sometido por tanto tiempo a ese brutal sistema digno de la Alemania nazi o Guantánamo. El ensañamiento por parte de Brasil ha sido inhumano y ocurren diversas irregularidades legales en la “justicia” brasileña.

El proceso de privación de libertad cuenta con una serie de garantías y mecanismos de protección contemplados en los principales tratados internacionales de derechos humanos, cuyo objetivo es resguardar el derecho a la vida, la integridad física y psíquica de los presos. Sin embargo, Brasil no cumple, ha configurado actos de torturapenas inhumanas, y/o tratos degradantes con la intención directa de causar daño.

Mauricio Hernández a sus 57 años solo puede salir una o dos horas de su celda (esposado) de lunes a viernes, sábado y domingo queda encerrado. No tiene contacto con otros seres humanos, no puede mirar a los ojos a los guardias, está lejos de sus seres queridos, quienes también han sufrido los exhaustivos trámites para visitarlo cada vez que se les permiten. Además, solo puede tener contacto físico con los familiares directos y la cárcel queda en un lugar tan lejano como inhóspito.

Su familia tenía planeado un viaje a fines de marzo y de repente se encontraron con el extraño traslado desde la Cárcel Federal de Porto Velho, en Rondonia, Brasil, cerca de la frontera con Bolivia, hasta la Prisión Federal de Mossoró, en el interior de Rio Grande do Norte, a casi 6.000 kilómetros de Santiago de Chile.

Mauricio vive encerrado cruelmente en una celda de 2 x 4 metros, solo se le permite un libro al mes, la mayoría de los que ha tenido a su disposición ni siquiera estaban en español. Además, los libros que le ha hecho llegar su familia pasan por una censura que no tiene argumentos, si contienen temas religiosos, de actualidad, política, historia, u otros, no se le permiten. Las cartas que recibe, totalmente desfasadas, son revisadas minuciosamente, muchas se pierden. No tiene contacto con el mundo, la noticia sobre el terremoto 8,8° del 2010 lo supo bastante después. No hay ninguna actividad para él, de repente solo le pasan un pedazo de hoja y con la tripa de un lápiz hace lo que puede. No existe la palabra ‘rehabilitación’, solo quieren aniquilarlo como persona.

Mauricio es un chileno más, un ser humano, está sufriendo, no podemos ser indiferentes al terror que Brasil le propina sin ninguna vergüenza, burlándose de la incapacidad chilena e internacional para con el respeto de los derechos humanos. ¿Será tan coherente que Chile se autoproclame “campeones en solidaridad”?

Según la ley que maneja el Régimen Disciplinario Diferenciado (RDD), el recluso puede estar bajo este esquema durante 360 días, prorrogables por otros 360 si se le comprueba alguna falta disciplinaria, pero no puede exceder 1/6 de la condena; luego debe volver al régimen penitenciario tradicional. Mauricio lleva más de 14 años con RDD, bastante más que un 1/6 de tres décadas. Este tipo de castigo se usan por uno o dos meses como mucho. Además, es inconstitucional, por ejemplo, en un artículo publicado en el Boletín del Instituto Brasileño de Ciencias Penales, establece que «nadie será sometido a torturas ni a tratos inhumanos o degradantes, y que no habrá penas crueles«.

Brasil alude que hoy Mauricio no está en RDD, ya que en el actual régimen carcelario sí tiene derecho a visita íntima (de la pareja), pero el resto de condiciones es igual a un RDD.

La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, uno de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos contra la tortura, el cual Brasil ha firmado y ratificado. Define la tortura como un sufrimiento físico o mental que se inflige intencionadamente a una persona como medio para cualquier finSe entiende también como tortura la aplicación de métodos tendientes a anular la personalidad o a disminuir su capacidad física o mental.

Brasil se olvida que toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. Que el régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados. Brasil debe garantizar a los reclusos las condiciones necesarias para desarrollar una vida digna y contribuir al goce efectivo de aquellos derechos que bajo ninguna circunstancia pueden restringirse derechos. Y no pueden invocar circunstancias excepcionales como justificación de la tortura.

El cobarde sometimiento que sufre Mauricio va más allá de lo tolerado, desbarata su integridad física, mental, y moral. Las autoridades competentes deben proceder a una investigación pronta e imparcial. Chile debe señalarle la situación a Brasil, pues sus sanciones disciplinarias están completamente prohibidas.

Mauricio es un símbolo, un luchador, se ha distinguido por haber realizado hazañas extraordinarias que han requerido mucho valor. Entregó su vida en dictadura haciendo uso del supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión. Junto a sus compañeros de FPMR luchó por derrocar a Pinochet e intentó hacer justicia cuando un gobierno “democrático” no quiso hacer valer seriamente ese concepto. Cómo olvidar la operación “Vuelo de Justicia”, donde salió de la cárcel más segura de Chile colgando de una canasta de un helicóptero. Y quizás esta es su mayor hazaña, sobrevivir diariamente a la barbarie, tratar de mantenerse lúcido, sobreponerse a las dolencias físicas, no perder el control, intentar no preocupar a su familia en las entrevistas que ha hecho, disminuir su trauma. Sin embargo, las secuelas son implacables.

Su caso es una aberración, hay un montón de asesinos o violadores sueltos por las calles, o cumpliendo una pena mucho más llevadera, pero él, por un delito de connotaciones políticas ha sufrido años de condiciones degenerantes. Le esperan muchos más si no hacemos fuerza. ¿No crees que ya fue suficiente castigo? Paralelamente, los grandes asesinos de Chile como PinochetManuel ContrerasKrassnoff, y un largo etcétera, han gozado de un trato ‘VIP’ por parte del Estado de Chile. Por otro lado, los que lucharon con valentía por el derecho a vivir en paz, les dieron cárcel o balazos. Pregúntenle a Pepe Mujica si eso pasaría en Uruguay.

Ya van 14 años de aislamiento extremo y privación sensorial, es malévolo, no podemos legitimar esta violación flagrante de los DDHH. Las autoridades en Chile tenían como compromiso ofrecer respuestas hace semanas, pero parecen solo acordarse de él cuando la ultraderecha busca utilizarlo para enjuiciar a Galvarino Apablaza. ¡Humanidad y solidaridad para Mauricio! ¡No más régimen de castigo! Y por qué no, libertad por razones humanitarias.

 

 

Ignacio Gac