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Diputado Rivas responde a Luksic: «No le voy a decir huevón o idiota, tengo que buscar un insulto que esté a su altura»

Por: Paloma Grunert | Publicado: 22.04.2016
Diputado Rivas responde a Luksic: «No le voy a decir huevón o idiota, tengo que buscar un insulto que esté a su altura» AgenciaUno.cl |
El parlamentario asegura que no tiene miedo de las represalias que el empresario pueda tomar en su contra: «yo no me voy a amedrentar por este señor ni por nadie».

El diputado independiente Gaspar Rivas, autor de los fuertes dichos contra Andrónico Luksic que el pasado martes profirió durante su alocución en la Cámara Baja, ha sido uno de los personajes de la semana. Las frases «El mayor delincuente del país» e «Hijo de puta» que dedicó al dueño de Alto Maipo y que lo llevó a ser llamado a la Comisión de Ética del parlamento, son las que también instaron a Luksic a escribirle una carta al presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, pidiendo tomar cartas en el asunto, no sólo por las palabras proferidas y viralizadas en un video, sino también por el tweet que aún se mantiene publicado en su cuenta personal.

Pero el parlamentario no se amilana ni se arrepiente. En conversación exclusiva con eldesconcierto, Rivas asegura que no le tiene miedo al empresario y que nunca se arrepentirá de «defender la postura de aquellos débiles que son abusados constantemente», disparando además contra otras autoridades, como el Presidente de la cámara de diputados, Osvaldo Andrade, a quien acusa de seguir «cagándose» a los chilenos.

El legislador profundiza, además, sobre el poder que tiene Luksic en nuestro país y defiende su derecho a usar el garabato «Hijo de puta».

 

Diputado, ¿Por qué, pese a la carta y al llamado a Comisión de Ética, usted todavía no  ha borrado su tweet?

– Porque no tengo nada que borrar. Ni voy a borrar, ni dejarme amedrentar, porque como lo he expresado varias veces, yo no considero que pueda haber insulto cuando alguien dice la verdad. Y yo siento que estoy diciendo la verdad, y no solamente diciendo la verdad, sino que representando el sentir de miles de chilenos que son visibles a través de las redes sociales en el apoyo contundente que he tenido hacia mis palabras. Yo no me voy a dejar amedrentar por este señor ni por nadie.

El día miércoles, y antes de la carta de Andrónico Luksic, usted escribió un comunicado defendiendo su derecho a expresarse. En ese documento se auto-nombró como «el que nunca dejará de defender a los que no  tienen voz» ¿Por qué se define de esta manera a sí mismo?

– Yo me defino así porque esa es la manera en que yo entiendo la labor parlamentaria. Uno representa y hace eco y voz de las necesidades de aquellas personas que no la tienen o no la pueden expresar; esos chilenos anónimos sin rostro y sin voz, que van acumulando la rabia, la frustración y la desesperación frente a los abusos de los dos tipos de delincuentes: los que roban pistola en mano, que es básicamente el lúmpen, y estos otros delincuentes que son los que roban corbata en cuello, y que nadie se atreve a llamarlos delincuentes; por lo menos nadie en la casta la política, solamente la gente en sus casas, en el paradero de la micro, en los asados, un día sábado. Ahí las personas hablan de que estos son delincuentes, porque lo son. Pero los políticos no hacen eco de eso, no sé qué pensarán otros políticos, no sé a quién le hacen eco. Pero yo sí me tomo en serio el tema de defender la postura de aquellos débiles que son abusados constantemente por los encumbrados.

¿Qué otras cosas tiene por decir en representación de los sin voz?

– Hablar de los grandes temas de los que el ciudadano está constantemente quejándose. Y no me refiero a las encuestas, porque la verdad es que yo no le creo mucho a los sondeos, porque son intermediarios y los intermediarios siempre tergiversan y desvirtúan y desfiguran la información. Yo hablo de lo que he obtenido de fuente de los propios chilenos, no solamente en mi distrito, sino con todos los chilenos con los que he tenido la oportunidad, en estos seis años de parlamentario, de hablar. Estoy hablando de la delincuencia, de la educación pública, de la salud pública, de la previsión social, que no se haga nada por las AFP.

– Y le hago un pequeño paréntesis: el hoy día presidente de la Cámara (Osvaldo Andrade) dijo hace un tiempo en Tolerancia Cero que no están dadas las cosas para hacer una reforma previsional. Eso es decirle al país: «chilenos, las cosas realmente urgentes que ustedes necesitan hoy día, pueden seguir esperando». Así lo leo yo, así lo lee la gente. O sea «Nos vamos a seguir -disculpe que le diga- cagando en ustedes, preocupándonos de puras tonteras, de los dimes, de los diretes, de que si este dijo esto, si el otro me dijo esto otro, puras tonterías». Es increíble como en este país, los problemas de la gente, las urgencias que se necesitan resolver ahora ya, siempre encuentran la forma de poder seguir esperando.

¿Qué opina de que Andrónico Luksic diga que es usted es el que «daña la sana convivencia que el país merece» y no él? ¿Con qué potestad cree que lo está diciendo?

– Con la potestad de aquella persona enceguecida por su soberbia y que lejos de recapacitar de todo el daño que le ha hecho a muchos chilenos, se defiende. Y no estoy hablando solamente de aquellas personas que perjudicó y que debía darles una respuesta, o mínimo decir «Investígueme en todo lo que quiera para que sepa que mi proyecto Alto Maipo no tuvo nada que ver con el corte de agua».  No solamente eso hizo probablemente este caballero, sino que además -y esto sí que no es probable, esto sí ocurrió- dañó a muchas personas en la localidad de Caimanes en el norte de Chile. Se dio el lujo, debido a su poder, a su influencia y a su riqueza, de hacer cosas que en Chile nadie hace, que el chileno común no hace, que es no acatar un fallo judicial. Dónde se ha visto eso. Se da el lujo de golpear la puerta de La Moneda, porque tiene entrada directa con el hijo y la nuera de la Presidenta de la República. Si uno tiene ese poder, yo ya no sé a qué poder más se puede aspirar en este país.

Según lo que usted me cuenta del poder que tiene Luksic, ¿Tiene miedo de la carta que él mandó? ¿Tiene miedo de ir a la Comisión de Ética?

– No, para nada.

¿Por qué no?

– Porque, como le digo, yo no puedo tener miedo si dije la verdad, si dije lo que la gente siente. En democracia el pueblo no puede equivocarse, no puede estar nunca equivocado, ¿Cómo puede ser que el pueblo, en su sabiduría infinita, esté equivocado, si es mucho más sabio que las autoridades a las que desgraciadamente elige porque no le dan más alternativa? Si el pueblo dice algo es porque es verdad. Entonces, ¿Cómo voy a estar arrepentido de haber interpretado lo que el pueblo me ha transmitido durante años, y que es una verdad del porte de una catedral?. Si a mí me quieren pasar a comisión de ética, que hagan lo que quieran, es su derecho y yo tendré que acatarlo, pero yo no me voy a amedrentar, no voy a borrar ningún sólo tweet ni nada, ni voy a retractarme de una sola coma. Salvo de una sola cosa: de lo único que me retracto es de un tema técnico que no cambia en nada el fondo; que en vez de decir que inundó Santiago, quise decir que dejó sin agua a Santiago. Yo me confundí en ese momento. Pero a parte de eso, sostengo todos mis dichos.

¿Tampoco se retracta de haberlo llamado hijo de puta? tomando en cuenta que esas palabras ofenden a algunas mujeres ya que lleva consigo un tema de género.

– Desgraciadamente en nuestro idioma no hay ningún insulto del calibre que se merece este señor que no haga referencia al progenitor femenino. Hijo de puta, conchetumadre, todos van a la mujer. Entonces, yo no encontré ninguno que estuviera a la altura de este señor. No le voy a decir huevón o idiota, tengo que buscar un insulto que esté a su altura, y no encontraba ninguno que no hiciera referencia desgraciadamente a la mujer.

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