La pugna que tiene en duda la participación de las asociaciones de editores independientes en FILSA 2016

Los choques entre los editores independientes y la organización de la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA) no son algo nuevo. Ya el año pasado habían puesto en duda su participación en la versión de 2016, luego de que se rompiera el acuerdo de no cobrar entradas para los lanzamientos que realizaran desde este sector.

Esto además de otras quejas, como el hecho de que la Asociación de Editores Independientes, Universitarios y Autónomos o la Cooperativa La Furia quedan siempre relegados a espacios menos protagónicos en la feria, en desmedro de las editoriales socias de la Cámara o de las que la abandonaron para formar a fines de 2015 la Corporación del Libro y la Lectura.

La Cámara Chilena del Libro organiza este evento desde su nacimiento (primero a nivel nacional en 1981 y luego internacional desde 1990), y ha puesto a cargo de la empresa ProLibro S.A. su administración. Además, la Corporación Cultural de la Estación Mapocho les presta el espacio para realizar el evento y reciben financiamiento de parte del Consejo para la Cultura y las Artes -un monto de $80 millones inaugurado durante el período de Roberto Ampuero, durante la administración Piñera-.

Para este 2016 aún es un misterio si estas condiciones seguirán igual.

Durante la reuniones de planificación del evento, la Corporación Cultural de la Estación Mapocho ha planteado arrendar el espacio dada su poca participación en la organización y programación del evento y, por otro lado, el Consejo de la Cultura y las Artes ha planteado frenar su financiamiento.

“Nosotros preguntamos por qué el Consejo de la Cultura le pasa plata directamente a esta feria que nos excluye, cuando nosotros participamos de fondos concursables para realizar nuestras ferias. Entonces ahí el Consejo dice: ‘Es verdad, esta no está siendo una feria incluyente, participativa, no refleja lo que es el libro hoy en Chile y por lo tanto estamos cuestionando el financiamiento’ «, explica a El Desconcierto Francisca Muñoz, directora ejecutiva de la Asociación de Editores Independientes, Universitarios y Autónomos y además directora de la Editorial Sa Cabana.

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¿Cuándo les dicen eso de parte del Consejo?
-El pasado jueves. Ya habíamos abordado el tema cuando el 15 de abril tuvimos una reunión con el Ministro, que en esa oportunidad dijo: «Ustedes pónganse de acuerdo, esto tiene que ser incluyente, reflejar lo que es la edición chilena, si no lo podemos financiar». Entonces nos propone hacer tres reuniones para conversar, ya van dos y el Consejo no ha visto un avance. Pero no fue un no rotundo.

¿Cuáles son sus peticiones?
-En primer lugar, entrada liberada a la feria. Estos tipos reciben Estación Mapocho gratis, les pasan plata, nos cobran por stand, y más encima cobran un promedio de tres mil pesos para la entrada. Además, pedimos participación en la programación y la organización, que si algún editor independiente quiere presentar un libro en la sala más grande pueda hacerlo. Lo tercero tiene relación con que sea democrática la elección de los espacios. No queremos estar atrás debajo de la carpa, sino que también queremos un espacio «libre», como le llaman ellos que son estos espacios grandes, para la Asociación y otro para la Cooperativa.

¿Ha habido respuestas satisfactorias?
-En relación a las entradas, se ofrecieron acordar para 2017 una rebaja importante, pero ahora con descuentos por días: uno con 2×1, otro de adulto mayor, otro en que entra gratis la mujer, otro para estudiantes y profesores. Respecto a participar en la organización y programación, la respuesta que nos dieron fue compartirnos la programación ya armada… No está cerrada al 100% pero en parte sí.

¿Y respecto a los espacios?
-Con el layout se vieron muy complicados porque dijeron: «Claro ustedes quieren estar acá pero la gente de la Corporación no quiere estar en otro sitio». Lo que dijeron desde la Corporación fue que ya invirtieron en hacer estos stands como de 100m2 gigantes, que no caben en otro lado. Además nos dijeron que existía un reglamento que hizo la Cámara y que dice que en la parte de la carpa no pueden haber espacios “libres”. Lo que la Cámara nos pide es que nos juntemos a ver este plano juntos, pero en el fondo es acatar.

¿Con las condiciones de esta última reunión, se bajarían de la FILSA 2016?
-Con las condiciones como están ahora claro que sí, la decisión puede variar si es que se cambian estas condiciones.

¿Están todos así de decididos en la Asociación?
-Hicimos una consulta a nuestras 57 editoriales y el 88% dijo que no iría con estas condiciones, y ahí hay editoriales grandes como LOM, Ocholibros, Cuarto Propio.

¿Cómo han reaccionado desde la organización ante esta postura?
-Nos venden la pomada de que nos perdemos estar en FILSA, cuando políticamente no les conviene que nos vayamos. Ahora vale decir que también han tomado mucha fuerza la Primavera del Libro y la Furia del Libro, donde además te encuentras un público lector, no es el que va a ver a Germán, sin desmerecer.

¿Qué otras actividades están planeando?
-Estamos participando en seis ferias internacionales: Bolonia, Buenos Aires, Bogotá, Lima, Frankfurt y Guadalajara. Además estamos evaluando la posibilidad de participar en Oaxaca. Nacionales está la quinta Primavera del Libro en el Parque Bustamante, que esa la organizamos nosotros, además generalmente tenemos stands colectivos en ferias comunales además queremos replicar la feria de las 4 horas sin IVA, que fue un éxito, en distintas partes del país.