A 20 años de la implementación de la Jornada Escolar Completa: Expertos debaten la eficacia del plan educativo

A propósito de la decisión del municipio de Las Condes de eliminar las tareas desde pre-kinder a octavo básico en establecimientos municipales, resurge el debate en torno  a la necesidad de mantener o eliminar las tareas escolares. Todo esto, en el marco de los  20 años del inicio de la Jornada Escolar completa (JEC), hito que hizo aumentar la carga horaria de los estudiantes chilenos.

La medida adoptada por el alcalde Joaquín Lavín ha causado revuelo en diferentes sectores de la sociedad. Desde el Colegio de Profesores rechazan la medida, quienes aseguran que «los docentes que necesiten enviar tareas para la casa, lo seguirán haciendo», según consigna La Tercera.

Por otra parte, el movimiento ciudadano «La tarea es sin tareas» -quienes se reunieron con varios candidatos a alcalde en su minuto para plantearles la situación que viven los estudiantes- están conformes con la decisión. Cabe señalar que Chile posee una jornada escolar de 1.089 horas anuales para los estudiantes de 9 a 11 años, y de 1.203 horas para los de 12 a 14 años, mientras que el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es de 810 y 892 horas, respectivamente.

Para el profesor Bernardo González, del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile, las  tareas «no deben darse de manera obligatoria para todos, sino que como un mecanismo para reforzar a  los estudiantes que lo requieran«.

Por otra parte, la investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación, Macarena Silva, advierte que no hay que separar la discusión del contexto sociopolítico cultural, “porque en general lo que suele pasar es que cuando las instituciones están preocupadas por el desempeño  y las estadísticas, dan más tareas. Luego surge una queja de los estudiantes, padres y se vuelve un círculo”.

El Observatorio de Políticas Educativas, explica que la JEC tenía como objetivo una formación integral de los niños, pero muchos establecimientos se ha convertido para tareas y entrenamiento SIMCE y PSU. «Si a eso le agregamos que en muchos colegios se entregan tareas para la casa, los niños prácticamente están con jornadas laborales, sin mayores espacios de desarrollo de convivencia”, señala Jenny Assael, académica de dicha entidad.

Este un tema que se está debatiendo en muchos países de América Latina. Los expertos coinciden en la necesidad de administrar mejor los tiempos de la JEC, y en cómo vincular el desarrollo formativo entrecruzando diferentes asignaturas, de manera más sistemática.