Pobladores de Cerro Chuño logran frenar desalojo gracias a recurso del INDH

Un recurso presentado por el por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ante la Corte de Apelaciones de Arica logró suspender una orden de desalojo del gobierno provincial contra los pobladores de Cerro Chuño, en la XV Región, para abandonar sus hogares por la contaminación de plomo y arsénico que afecta el área.

Los pobladores, amenazados de ser expulsados de sus casas este martes, presentaron varios amparos luego de que ni el Serviu ni las autoridades provinciales y regionales no aceptaran posponer el desalojo para que «la gente pudiera salir de forma pacífica o intentar buscar un sitio donde estar», explicó a El Desconcierto Amy Lecompte, dirigente inmigrante del colectivo. «La gente que está ahí no está ahí por capricho, es por necesidad. No tenían a donde ir y ni cómo arrendar», afirmó.

La «orden de no innovar», decretada por la Corte de Arica tras el recurso presentado por el INDH, tiene el efecto que, mientras se encuentre pendiente la tramitación del recurso de protección a favor de los habitantes de la zona, las autoridades recurridas no podrán desalojar de forma forzosa a los moradores.

Según el INDH, su solicitud se funda en «el incumplimiento de los estándares internacionales de derechos humanos relativos a desalojos forzosos, los que hacen énfasis en los costos humanos, es decir en los perjuicios físicos y sicológicos que generan dichos procedimientos, especialmente sobre poblaciones vulnerables como son los niños, niñas y adolescentes; personas pertenecientes a pueblos indígenas, mujeres, y personas migrantes y refugiadas».

El director del INDH, Branislav Marelic señaló que “las personas que son objeto de desalojos deben ser notificadas del procedimiento, debiendo el Estado reasentarlas en lugares con servicios básicos como alimentos, agua y enseres, y disponiendo condiciones especiales para la protección de personas vulnerables”.

El Serviu entregó a los pobladores chilenos y migrantes con rut chileno tres beneficios. Sin embargo, los tres se demoran en tramitarse y mientras los afectados ni tienen dónde ir.

A mediados del año pasado, cerca de 5.000 personas fueron movilizadas del conjunto urbano, sin embargo nuevos inquilinos ocuparon las dependencias vacías, que aún no han sido demolidas.

La contaminación del sector por metales tóxicos comenzó en 1984. A partir de esa fecha, Arica recibió por cinco años aproximadamente 20 mil toneladas de plomo y arsénico provenientes desde Suecia, que depositó a pocos kilómetros de la ciudad.