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El Estado las mató: Así ocurrió la tragedia del hogar de menores en Guatemala que remeció al mundo entero

Por: Constanza Cabrera | Publicado: 14.03.2017
El Estado las mató: Así ocurrió la tragedia del hogar de menores en Guatemala que remeció al mundo entero A woman cries during the funeral of Siona Hernandez, a victim of a fire at the Virgen de Asuncion children shelter, at the cemetery in Guatemala City |
«Viólenos aquí, delante de todos. Vengan a violarnos pues, si eso quieren otra vez”, gritaba un grupo de 58 niñas, quienes protestaban por los abusos y maltratos recibidos en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Mientras las llamas avanzaban, los funcionarios del hogar le negaban el acceso a los cuerpos de socorro de bomberos.

Al interior de los muros grisáceos del Hogar Seguro Virgen de la Asunción han sucedido demasiadas historias de abuso y violencia: golpizas, violaciones y hasta un asesinato empañan la misión de la entidad que tenía por objetivo brindar protección a menores vulnerados por la vida y las circunstancias.

Ubicado en la periferia de la capital de Guatemala, cercano a una de las zonas residenciales más exclusivas, el hogar fue fundado en 2010 para acoger a chicos y chicas cuyos padres decidieron que no tenían la capacidad para cuidarlos y brindarles cariño. La mayoría de los albergados son, en su mayoría, menores violados con problemas a la justicia, pertenecientes a pandillas, huérfanos o victimas de trata. Hay alrededor de 800 niños en un espacio que sólo puede albergar a 500.

Tal como un centro de tortura estatal, lejos de lograr rehabilitarse, los mismos cuidadores que debían encargarse del bienestar emocional y físico de los niños y adolescentes socaban su integridad propinándoles reiteradas violaciones, malos tratos y malas condiciones de vida. En un intento desesperado por sobrevivir, cada año los muchachos intentaban escapar a los cerros y bosques aledaños, porque la intemperie es más benévola que la mano del “estado protector”.

El inicio del fin

El 7 de marzo pasado se registró un intento de fuga al anochecer, pero sólo 19 lograron escapar. El resto fueron detenidos por la policía esa misma noche en sectores cercanos. Durante la evasión, una adolescente resultó herida y fue hospitalizada.

De acuerdo al informe presentado por el director de la Secretaría de Bienestar Social, el amotinamiento se inició a las 2 de la mañana cuando un grupo de jóvenes se subió a los techos amenazando a los encargados. El jefe de la 13° comisaria de la Policía Nacional Civil, Wilson López, se contactó con el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, para advertirle de los problemas que ocurrían en el lugar, pero sólo se limitó a enviar a 250 policías que se quedaron vigilando el hogar toda la noche.

Tras el incidente, las autoridades del hogar decidieron encerrarlos bajo llave: las mujeres en un aula y los hombres en un auditorio. Pero esto no se quedaría así.

Niñas caídas

En el marco del Día Internacional de la Mujer, mientras miles de mujeres se preparaban para conmemorar a las obreras calcinadas en una fábrica textil de Nueva York, y como una especie de metáfora de lo que se avecinaba, un grupo de al menos 58 niñas iniciaron una protesta al interior del recinto por los maltratos y abusos recibidos, prendiendo fuego a los colchones, situación que se salió rápidamente de control en la pequeña habitación, según The New York Times.

“Viólenos aquí, delante de todos. Vengan a violarnos pues, si eso quieren otra vez”. Eso gritaban las niñas, de acuerdo a una testigo de la tragedia que conversó con Vice News. Mientras las llamas avanzaban, los funcionarios del hogar le negaron el acceso a los cuerpos de socorro, situación denunciada por bomberos de la localidad.

Nadie puso en marcha un protocolo de evacuación, las autoridades estaban más pendientes que revisar que no se escapara nadie, que en apagar las llamas. Algunas se arrancaron, otras murieron: el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) certificó que la causa del deceso de las 42 niñas fue intoxicación por monóxido de carbono.

En los días posteriores, varias personas comenzaron a manifestarse frente al palacio de gobierno exigiendo respuestas a la institucionalidad sumida en una burbuja temporal. En Chile, en tanto, se realizó una funa frente a la embajada de Guatemala convocada por Warmipura Mujeres Migrantes para conmemorar a las niñas caídas.

El gobierno de Guatemala ha insistido en que las niñas se “amotinaron” porque no les gustaba la comida y se ponían «muy agresivas». “Se les pidió a las personas que las mantuvieran separadas porque muchas de estas menores tenían conflicto con la ley, algún tipo de carácter violento, y lo que se pretendía es que no hubiera una tragedia como la que se vivió. La tenencia de los menores en un lugar específico estuvo bajo las medidas de seguridad necesarias, incluida la llave”, explicó Morales el pasado viernes.

Sin tener muchas pistas, el presidente Morales aseguró en una conferencia de prensa que se pedirá ayuda al FBI para que se sume a las investigaciones de la Policía, Ministerio Público y Gobernación. Siete niñas que resultaron quemadas, fueron trasladadas en ambulancia aérea al hospital especializado Galveston, en los Estados Unidos.

Sin embargo, en una entrevista con CNN, Morales aseveró que «no podía responder si ocurrió lo sospechado» en cuanto a que se pudo o no quitar la llave durante el incendio para salvar la vida de las pequeñas y «pidió paciencia para que las investigaciones lo determinen». El lunes, el Ministerio Público de Guatemala confirmó la detención de tres ex funcionarios de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia del país y, de acuerdo con la Fiscalía, los tres funcionarios fueron arrestados por delitos de homicidio culposo, incumplimiento de deberes y maltrato contra personas menores de edad.

Más historias, más abusos

“Ustedes no salen de aquí hasta que me hagan sexo oral”, ordenó Edgar Rolando Diéguez Ispache a estudiantes de 12 y 13 años de edad en 2012, según cuenta el periódico digital Plaza Pública. Diéguez Ispache fue capturado el 11 de abril de 2013, bajo el cargo de agresión sexual con agravación de la pena.

A María, una adolescente 17 años con déficit cognitivo, la violó José Roberto Arias Pérez, un trabajador del lugar. En junio de 2013 Arias fue capturado y se le condenó a ocho años de prisión.

El Hogar Seguro Virgen de la Asunción tomó recién notoriedad en 2013, cuando dentro de sus instalaciones una adolescente de 14 años fue asesinada. La menor murió ahorcada con una bufanda por dos de sus compañeras, de 14 y 15 años. A partir de entonces los internos comenzaron a ser agrupados de acuerdo a su perfil, por recomendación de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).

Desde Telesur señalan que justamente a partir de 2013, se han presentado las denuncias ante la Fiscalía y Procuraduría de Derechos Humanos, por abusos sexuales perpetrados por las autoridades de la institución. Sin embargo, se desconoce específicamente quiénes son las personas dentro del hogar porque se resguarda los nombres de los empleados por considerarlos “datos sensibles”.

En otro caso presentado a la Defensoría de la Niñez en 2014, revela que un niño de aproximadamente ocho años fue violado dentro de las instalaciones del recinto. Estos son los incidentes denunciados y sancionados, pero ¿cuántos más habrán? El gobierno guatemalteco ha negando de frentón un historial de abusos físicos, emocionales y sexuales que dieron origen a este crimen de Estado.

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