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Renato Garín, autor de «El Lobby Feroz»: «El Frente Amplio tiene que ser periférico, no tiene que ser fronda»

Por: Sebastián Flores | Publicado: 02.04.2017
Renato Garín, autor de «El Lobby Feroz»: «El Frente Amplio tiene que ser periférico, no tiene que ser fronda» |
El abogado y periodista, autor de uno de los libros más influyentes de la temporada, conversó con El Desconcierto sobre los principales conceptos del lobby en Chile. Además, repasó las motivaciones que lo llevaron a escribir su celebrada ópera prima, su ideario político y su militancia en Revolución Democrática y el Frente Amplio. «Soy social liberal, pero en el escenario chileno, radicalizado», explica.

Agotó la primera edición en menos de un mes, convirtiéndose en un éxito de ventas que peleó palmo a palmo el top one en Amazon con «El Engaño Populista» de Axel Kaiser y Gloria Álvarez. Abogado de la U. de Chile, magíster en Prensa Escrita en la U. Católica, en Teoría del Derecho en la New York University (NYU) y en Leyes en la University of Oxford, Renato Garín González (30) se ha transformado en una voz a la que el espectro político y empresarial chileno le presta cada vez más atención.

«El Lobby Feroz y la Sociedad de las Influencias» (Editorial Catalonia) es la ópera prima de Garín. Lanzado a fines de diciembre de 2016, el libro es una minuciosa investigación que explora los puentes existentes entre el poder político y el económico, explicando qué es el lobby, quiénes lo realizan en Chile, cómo opera en tanto tráfico de influencias, poder y dinero y retrata a algunos de sus principales exponentes.

Germinada a partir de varias tesis, papers, columnas y reportajes que realizó en los últimos años, el lobby se convirtió en su principal obsesión. Un tema que lo consolidó como líder de opinión y desde donde forjó una tribuna y una carrera en los medios: ha escrito para El Mostrador, Ciper y MQLTV y ha sido panelista en radios como Agricultura, Sonar y La Clave. Además, desde este año imparte la cátedra «Lobby y grupos de interés» en el Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la U. de Chile y fue invitado a exponer en el Congreso por la Comisión Especial de Probidad del Senado sobre el proyecto de ley de puertas giratorias y conflictos de interés.

El pasado 30 de marzo, y tras tres meses en librerías, la obra fue lanzada oficialmente en la Biblioteca Nicanor Parra de la U. Diego Portales. Con presentaciones de la escritora Mónica Echeverría y por el rector Carlos Peña, el evento viene a culminar lo que ha sido un trimestre intenso en la vida de Renato. Justamente en este tiempo, en medio de la vorágine de la promoción del libro, se dio un tiempo para venir a las oficinas de El Desconcierto a conversar sobre lobby, política y también sobre él mismo.

De estilo pedagogo y directo, el autor cuenta que la recepción del libro lo tomó por sorpresa, que pensó que iba a vender sólo en la elite y que nunca pensó que le iría tan bien, que le escriben por Facebook y que lo agarran en la calle para felicitarlo por la manera didáctica en que explica el tema. «Nosotros, los que leemos la prensa, sabemos lo que pasa. Pero de la clase media hacia abajo no se entiende muy bien», explica.

-¿Dices que la gente en general no entiende cómo se manejan las influencias a nivel país?
-Sabe de SQM, de Penta, de unas cosas borrosas en el horizonte, pero no se entiende bien cómo cuadran las piezas del puzzle. Ese es el juego del libro: hacer calzar todas las piezas del puzzle.

-Un puzzle difícil de armar y donde tú intentas hacer las conexiones.
-En el capítulo 7 -el capítulo que más resquemores presenta- muestra cómo SQM y Penta recurren a las mismas oficinas de lobby para hacer la gestión de crisis de lo que ocurrió, que es parar la bomba mediática en torno al financiamiento ilegal de la política. Ahí se explica la situación de Correa o Tironi diciendo “esto no es tan grave” o “el financiamiento ilegal de la política no es corrupción pura y simple”. Hay una gestión comunicacional en Chile para bajarle el perfil a SQM y Penta, lo cual me parece gravísimo.

-Además de la gente que te escribe y te felicita, ¿sientes que desde la publicación de tu libro se ha masificado o puesto en agenda el tema del lobby?
-Sí, de hecho El Mercurio sacó una nota de cómo para las agencias de lobby ya no es tan fácil conseguir audiencias en el Congreso, aunque no mencionan al libro. En La Tercera salió el tema del tipo del Consejo Nacional del Estado que a la vez cobra sueldo en el estudio de abogados en el estudio de Álvarez Jana, que viene mencionado en el libro y a la vez aparece vinculado a la consulta de Enrique Correa, entonces es una triple función.

La sociedad de las influencias

«El Lobby Feroz» es el primer esfuerzo editorial por poner a la industria nacional del lobby contra el pizarrón, desenmascarando cómo ha influido en la tramitación de leyes clave. A lo largo de la obra, se explica por qué la Ley de Lobby (20.730) no es realmente una ley de lobby, sino un registro de audiencias de las autoridades. Se enumeran también varios proyectos de ley y se construyen perfiles de los principales exponentes del género: Enrique Correa (Imaginacción Consultores, el principal lobbista de Chile), Eugenio Tironi (Tironi Asociados, niega ser lobbista), Cristina Bitar (Azerta, cercana a Joaquín Lavín y sobrina de Sergio Bitar) y las hermanas María de la Luz y María del Pilar Velasco (Extend, la empresa de comunicación estratégica chilena con mayor presencia internacional).

Garín explica que el lobby es el negocio de la transversalidad, que además es la palabra por excelencia de la transición. Por lo mismo, el autor identifica en los primeros años del regreso a la democracia, en los tempranos ’90, el nacimiento de la casta de lobbistas que hoy dirigen Chile. Y todos ellos, los cuatro, nacen del corazón mismo del aylwinismo, de la necesidad de tender puentes entre la derecha y la Concertación para llevar a cabo «la democracia de los acuerdos».

«En el palacio de La Moneda estaba el gérmen de Extend con Ana María Velasco como jefa de prensa del presidente. Estaba el germen de Tironi y asociados en la antigua Dinacos, hoy Secom. Estaba también el germen de Enrique Correa. El aylwinismo dio origen a una casta de lobbistas muy densa, porque todos ellos se dan cuenta que el negocio va a ser articular al mundo empresarial -viudos de Pinochet- con la elite concertacionista -temerosos de perder el poder por no tener la plata de la derecha empresarial-«, explica el autor.

-¿Cuándo parte el lobby en Chile?
-Yo creo que esto tiene harto que ver con la burguesía pinochetista.

-¿Con quiénes negocian los primeros lobbistas?
-Con el dictador.

-¿Quién negoció con el dictador?
-Esa es una buena pregunta, porque cuando uno construye la historia larga de la comunicación estratégica en Chile, aparece una figura muy importante en la derecha, que es Francisco Javier Cuadra, quien tuvo la primera empresa de ese tipo. Y Cuadra, además, tiene un lado comunicacional en la dictadura de Pinochet, porque el lobby tiene tres patas: una es reunirse con las autoridades, convencerlas y disuadirlas; la otra es comunicacional -tele, radio, prensa- y la tercera es comunitaria, que se refiere a lo local.

-O sea, ¿las oficinas de lobby de los ’90 comienzan con Cuadra?
-Cuando uno mira que la transversalidad aparece como criterio en los ’90 -la empresa de Cuadra, por ejemplo- uno de los primeros aprendices fue Jorge Insunza, ex ministro de Bachelet que parte su carrera brillante en Civitas, la oficina de Cuadra. Por lo que si habría que dar un nombre de quién inventa la idea comunicacional del lobby en Chile ese es Cuadra.

-Tú me contabas que en 1896 nació la primera ley de lobby en Estados Unidos. Antes de Cuadra o Tironi, ¿qué había en Chile?
-La gestión de intereses, como categoría completa y global, yo te diría que tiene un siglo en Chile más o menos. Nace de la clase política, con las salitreras de los ingleses, como dice el libro de Gabriel Salazar. Son los ingleses que contratan gestores de intereses en Santiago para que negocien con la oligarquía nacional. Ahí nace un poco el business de representar intereses privados ante la autoridad pública.

-Desde que comenzaron las oficinas de lobby en Chile, hace ya 30 años, los medios de comunicación han cambiado harto. Las redes sociales, los portales digitales y hasta los memes se escapan un poco de su control clásico de diarios como El Mercurio o la Tercera. ¿Cómo operan hoy para hacer gestión de crisis en este escenario?
-De las cuatro grandes empresas de lobby, el que mejor lee este proceso es Tironi, sociólogo, educado en Francia y todo lo demás. Pero todo el resto lo ve con cierta desesperación.

-¿Correa también?
-Yo creo que Correa dándole entrevista al The Clinic y que este medio la suba online es un gesto. Ahora, yo pienso que todo el circuito periodístico de los ’90 está muy de capa caída. Entonces los circuitos mediáticos de estos personajes son bastantes menos funcionales que lo que fue en el pasado y debe haber un poco de frustración en ellos, que se le está yendo el agua entre las manos. De ese punto de vista, se entiende la gestión de crisis que han desplegado para que el caso Penta y SQM no desborden como desbordaron en un minuto.

-Y lo lograron, ya de Penta o SQM no se habla tanto.
-En algún punto, ellos lograron efectivamente parar este asunto, al menos en el desborde mediático. Ya no estamos viendo e-mails filtrados ni noticias nuevas de financiamiento ilegal de la política. Yo veo la mano de ellos ahí, en parar el asunto, en decir que esto no es tan grave, porque lo que se quiebra es una sociedad, no la sociedad chilena, sino la sociedad del entendimiento de la alta burguesía, que no son los cuicos -porque, ojo, hay mucho cuico pobre que gana 3 palos y gasta 5, ese es un explotado-. La alta burguesía político empresarial, la fronda, ellos sienten que su modelo de sociedad se está quebrando y esos personajes están haciendo la gestión de crisis de ese quiebre societal, del quiebre de la fronda, de la desesperación del orden. Eso es Lagos también.

-Lagos debe estar desesperado.
-Exacto, ¿y quién es el jefe de prensa de Lagos? Tironi. ¿A quién apoyó Correa? A Lagos.

Contra la fronda

El primer libro de Renato Garín tiene en sus primeras páginas una breve dedicatoria que dice «A los hijos de la periferia». Si bien el todavía joven académico, abogado y periodista se reconoce como parte de una elite intelectual, se considera muy lejos de la casta económica y social por haber nacido donde nació: Melipilla.

Nieto de un inquilino, Garín reivindica constantemente a la periferia. Así es como entre los epígrafes de su libro, entre medio de una cita de Carlos Peña y otra de Artistóteles, aparece una cita a ‘Muevan las Industrias’ de Los Prisioneros, una de las canciones que mejor retratan la pertenencia a una clase proletaria. Ahí está uno de los principales leitmotiv de la vida y obra de Renato Garín: la lucha contra la fronda.

Garín conoció a la fronda de cerca a los 23 años, el 2010, cuando recién egresado de Derecho fue contratado como asesor jurídico del segundo piso del presidente Piñera. Estuvo sólo dos meses, pero ese tiempo le bastó para darse cuenta que empresarios como Andrés Navarro, José Cox o Carlos Alberto Délano se paseaban como Pedro por su casa en La Moneda formando un grupo que se conocía como «el tercer piso».

El joven asesor les preguntaba cuál era el tercer piso, pues él sólo veía dos. Ahí entendió que el tercer piso era otra cosa: era el mundo del Verbo Divino que rodea a Piñera, sus ex compañeros de colegio, que formaban un equipo aparte con el presidente. A Renato, quien se considera una persona republicana y democrática, le pareció lo más anti republicano y anti democrático que podría existir. Una vez, una señora del aseo le hizo un comentario que lo marcó a fuego: «aquí cambian los presidentes y ministros, pero los invitados son siempre los mismos».

-Me contabas que en esa asesoría hiciste un informe de regulaciones. ¿Qué te dijo Piñera?
-No me pescaron nada, no le gustó mi forma al presidente. Yo le decía que tenía que vender LAN, Chilevisión y Colo Colo ayer, no mañana. Por supuesto esto al presidente no le gustaba y hasta ahí llegaba mi asesoría jurídica, que trataba de la agencia de transparencia.

-¿Quedaste decepcionado?
-Es que uno se pregunta si esto está ocurriendo en un gobierno democrático es que algo funciona mal en Chile, un problema regulatorio que permite que empresarios construyan un tercer piso en el palacio de gobierno con el presidente de la República, más allá que sea o no de derecha.

-¿Te consideras de izquierda o de derecha?
-La verdad es que en mi vida política personal yo siempre he tenido concepciones liberales, no neoliberales. Yo creo que cualquier persona intelectualmente sana tiene que leer a Marx, a Rosa Luxemburgo, a Gramsci. Yo creo que sí existe explotación en el mundo, y de clase. En ese sentido, mi concepción de la libertad no es la de Evópoli, no es la de Kast, no es la de Hernán Larraín Matte. Mi noción de libertad es social.

-¿Socialdemocrata?
-Más social liberal. Pero en el escenario chileno, mucho más radicalizado. De izquierda totalmente.

-Explícame qué entiendes por la fronda.
-La fronda es un entramado de privilegios y sentidos comunes que construyeron las altas burguesías político-empresariales. Esos sentidos comunes se permearon hacia la ciudadanía. En 1925 Edwards habla de una fronda que se hizo del poder por encima del Estado. Es un concepto que toma de Spengler y su libro «La Decadencia de Occidente».

-¿Cómo opera la fronda?
-El modelo de la fronda se basa en la deuda: endéudate para estudiar, para la casa, para la salud, para las pensiones, para viajar, deuda, deuda, deuda. ¿Quiénes han ganado con el régimen de la fronda? ¿Quiénes son los grandes beneficiados del régimen de transición? Los bancos, nadie aumentó su poder político y económico en la transición como los bancos. ¿Por qué Luksic compró un banco como el Banco de Chile? Porque ese banco no sólo da plata, da poder político. Tanto así que le dijo la presidenta “vamos a pedir una reunión”.

-El grupo Penta tiene un banco.
-Que, a todo esto, los Penta les vendieron el Banco de Chile a Luksic. ¿Por qué Piñera intentó tener bancos? ¿Por qué Saieh arma Corpbanca? Porque el banco no solo da plata, da también poder político, porque lo que manda en Chile es el capital financiero, no el capital industrial. Ese es el modelo de la fronda. La fronda trabaja para la deuda bancaria y para ellos eso es crecimiento.

-¿Se le puede combatir a la fronda?
-Yo creo que no queda otra, ¿no? Hay que poner un modelo opuesto, donde hay derechos sociales garantizados, donde hay educación, salud, pensiones, vivienda, sin deuda individual, sin hiperbancarización, con menos poder para capital financiero porque es una locura.

Facebook: Renato Garín

La derecha del Frente Amplio

Desde mediados del 2016 que Renato Garín es militante de Revolución Democrática. Dice que es un militante de base y que está trabajando en la construcción del proyecto del Frente Amplio. Que de los tres lotes que hay dentro del partido de Giorgio Jackson, tiene buenas migas con los llamados «Pantalones Largos» (los cercanos a Miguel Crispi y al mundo más concertacionista) pero que cree que la tesis correcta la manejan los «territorialistas», con la idea de que es la idea de llevar la soberanía política del partido al territorio. Él mismo hace trabajo territorial en Melipilla y en su distrito, el N°14.

Antes de formar parte de RD, Renato Garín tuvo cercanías con otros movimientos políticos. A principios de la década hizo migas con Red Liberal, movimiento liderado de Cristobal Bellolio que colaboró en la construcción de primarias que llevaron a Josefa Errázuriz a ganarle alcaldía de Providencia al coronel Cristián Labbé. Luego, con el objetivo de crear una alternativa liberal, forma parte del grupo que funda Fuerza Pública, proyecto liderado por el ex ministro Andrés Velasco, a quien apoyó hasta que surgió el escándalo con las boletas al grupo Penta y los almuerzos de $20 millones.

Tras increpar al grupo más cercano de Velasco que era una vergüenza que el candidato que tenía un discurso contra las malas prácticas fuera acusado de financiamiento ilegal, Garín se alejo de a poco de Fuerza Pública, al mismo tiempo que dejaba el país para estudiar su tercer magíster en Oxford, Inglaterra. «Velasco nos mintió, a mí al menos me mintió y yo creo que a todo el país le sigue mintiendo. Yo ya tenía duda de la campaña porque vi mucha plata corriendo, más de la que debería haber. Eso se notó al tiro y desde ahí empezaron mis dudas personales», afirma.

-¿Le creíste a Andrés Velasco?
-Sigo sin creerle.

-¿Le creíste alguna vez?
-A medias.

-¿Crees en el Frente Amplio ahora?
-Sí.

-¿Y en RD?
-Sí, creo en el Frente Amplio en la medida que sea amplio, en la medida que deje entrar a todo al que quiera entrar. No todo al que deje entrar, sino que al que sea capaz de convocar al mundo regionalista y a Vlado Mirosevic.

-Al mundo liberal.
-Sí, al mundo liberal. Yo creo que no podemos regalarle el concepto de libertad a la derecha. ¿Resulta que Felipe Kast es liberal ahora? ¿Hernán Matte? ¿Luciano Cruz Coke? Que se vayan a la cresta, ¿cómo van a ser liberales ellos? Instauraron el control de identidad. ¿Lily Pérez va a ser liberal? ¿De qué estamos hablando? Por lo demás, amplitud es un proyecto fracasado completamente.

-Tú quieres disputar la definición de liberal en Chile.
-Me parece que no podemos regalársela a Felipe Kast, y se lo he dicho a Giorgio. La definición de liberal la tiene que tener el Frente Amplio a través de Vlado. Y Vlado tiene que ser, entre comillas, la derecha del Frente Amplio.

-Tu libro está dedicado a los hijos de la periferia, ¿por qué?
-Porque la explicación del lobby va dedicada a la gente que no entiende a primera vista lo que ocurre, eso son los que no viven en el centro político, en la fronda. La periferia es lo que no es fronda. El Frente Amplio tiene que ser periférico, no tiene que ser fronda.

-¿Y lo es?
-Yo creo que hay un intento serio por serlo. El problema que hay es que la gente tiene hijos, y desde las revoluciones leninistas en adelante que ha sido un tema: cómo sumar a los hijos de aquellos que tú combates sin sumar los usos que tú combates, es decir, no traerse la sociología de los papás con los hijos. Yo no quiero ser hijo de la Concertación, ni si quiera de la Nueva Mayoría, no me gusta la forma en cómo la Concertación entiende al país. Bienvenidos los «hijos de…», pero operándolos de la sociología de los papás. Bienvenidos los alumnos del Saint George, pero no me traiga al Saint George al Frente Amplio.

-¿Y eso se puede hacer?
-Esa es la disputa política real.

-Mirko Macari te dijo una vez que más que un abogado, eres un periodista. Luego Josefa Errázuriz te dijo que más que un periodista, eres un político. ¿Qué viene para ti ahora tras el libro?
-Mi plan se acababa cuando «El Lobby Feroz» llegara a las librerías. Yo me vine de Inglaterra y decidí no entrar al doctorado, que estaba aceptado y todo. Me vine para hacer el libro, porque entendía que tenía que hacer el libro acá, no es lo mismo hacer un libro en Inglaterra sobre Chile, que en Chile hacer un libro de Chile.

-¿No tienes un plan?
Estoy sin plan, aunque si veo que el Frente Amplio necesita una parrilla parlamentaria competitiva y el partido cree -desde el territorio hasta el consejo político- que yo puedo hacer un aporte a la parrilla parlamentaria en mi zona, estoy disponible. Porque yo no estoy para que me digan “oye, tu libro se vendió harto en Providencia, compite allá”. No, yo soy de Melipilla, yo estoy dedicado a la periferia, no tendría mucho sentido. Y si es en Melipilla, Peñaflor, Talagante o Paine, yo estaría disponible. Pero si el partido cree que puedo ser más útil en otro lugar, en los medios de comunicación, haciendo especie de intelectual orgánico, haciendo formación política, también voy a estar disponible para eso.

-Sin embargo, insistes con la idea del territorio.
-Es que ese tiene que ser el tema del Frente Amplio, porque RD consiguió su objetivo de ser partido, va muy bien encaminado a ser partido nacional, pero no puede ir sólo. Y en eso el territorio es muy importante, no sólo las ganancias regionales, sino ser capaces de llegar a lo rural, lo periférico. Y ahí vuelvo de nuevo a la misma idea: lo periférico. El Frente Amplio tiene que ser un espacio periférico de construcción de los excluidos. Ese tiene que ser el mandato, ¿no?

El lobby feroz y la sociedad de las influencias
Renato Garín
Editorial Catalonia
352 páginas
Precio de referencia: $16.900

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