Carta abierta sobre el Partido Socialista: Otro desacierto

No soy un viejo militante del Partido Socialista, casi treinta años, milité más tiempo en el Radical. Me interesó siempre del PS  su sentido popular pero especialmente el respeto con que los dirigentes trataban a sus militantes. Con pena veo que en este último tiempo ello ya no existe y ayer lunes pude constatarlo.

Había una protesta de jóvenes contra el acuerdo de resolver el tema presidencial de manera diferente a lo acordado por el Congreso. Por curiosidad fui a la calle Paris y vi a un grupo que en la forma usual socialista con sus banderas y sus gritos querían llamar la atención. Todo normal, sin embargo, lo anormal lo alejado del socialismo, de sus viejas luchas callejeras, de su sentido humanista, de su tradición, de su respeto al derecho de protestar y reunirse por el que luchó Salvador Allende, fue que el Partido Socialista desde la mañana había cerrado todas sus puertas y ventanas y no había nadie.

Nuestros dirigentes encapsulados cierran las puertas y los oídos a la protesta. Extrapolemos, que protesten  y reclamen los trabajadores , cerradles las puertas, no los escuchéis , son revoltosos, díscolos e imprudentes, están contra el orden , que se han imaginado,  somos ministros, subsecretarios, senadores, diputados, jefes de servicio , nosotros sabremos como dirigir los destinos del Partido, ellos no nos sirven , para eso tenemos nuestros operadores, ellos nos pueden juntar  dos mil, tres mil fichas, con eso ganamos y hacemos mayoría, no tienen destino, al final tendrán que estar con nosotros.

Espero que sea una infeliz coincidencia, que el cierre del Partido hubiera sido acordado por valederas razones anteriores porque si fuera verdad que se cerró para acallar la protesta y Allende hubiera estado vivo, no le quepa duda Isabel que la habría mandado a abrirla, así como le ordenó desde la Moneda que se retirara porque viva le serviría mejor a Chile.