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Opinión

La renuncia de Lagos

Por: Tomás Moulian | Publicado: 13.04.2017
La renuncia de Lagos lagos y escalona |
Recordemos algunos episodios de la trayectoria política de Ricardo Lagos durante la dictadura y durante su gestión presidencial, para entender quien fue derrotado.

El Partido Socialista acaba de seleccionar a Alejandro Guillier como su precandidato presidencial. Lo más interesante es que le gana la votación interna a Ricardo Lagos. La diferencia de votos entre los dos postulantes es significativa pues el senador Guillier dobla a su contendor.

Estas circunstancias llevaron al ex presidente a declinar su candidatura, lo que había sido solicitado por algunos importantes dirigentes socialistas, como Osvaldo Andrade. Ello pese a que tenía el apoyo del Partido por la Democracia (PPD) y, por tanto, podía competir en unas primarias internas de la Nueva Mayoría.

Es interesante esta sobrevalorización del apoyo del PS en desmedro del apoyo del PPD, en circunstancias que ambas fuerzas sacaron un numero casi idéntico de alcaldes en las elecciones municipales del 2012. Incluso el PPD obtiene un edil más que el PS, 26 versus 25.

Conviene recordar algunos episodios de la trayectoria política de Ricardo Lagos durante la dictadura y durante su gestión presidencial, para entender quien fue derrotado.

En el primer momento Ricardo Lagos se convierte, desde su vuelta a Chile de Estado Unidos donde había realizado estudios de doctorado, en uno de los principales dirigentes de la oposición. Estuvo vinculado a través de Vector con sectores del socialismo renovado.

Su figura obtuvo especial relevancia cuando, en un programa de televisión, apunta con el dedo a Pinochet conminándolo a participar en la discusión pública.

En 1999 gana la elección presidencial en una contienda con seis postulantes, entre los cuales estaba Gladys Marín. Por la derecha se presenta Joaquín Lavín. En la primera vuelta se produce un cuasi empate con 47.96 para Lagos y 47.51 para el postulante de la derecha. En la segunda vuelta Lagos obtiene 51.31% de los sufragios

La gestión presidencial de Ricardo Lagos tuvo dos caras. La primera tiene relación con las importantes reformas del sistema político llevadas a cabo al final de su mandato. Consiguió realizar un cambio constitucional en la cual, como medida principal, se eliminó la existencia del Senado mixto que contemplaba la Constitución del 80.

Con ello se transitó de un sistema semi representativo a una democracia representativa convencional. El primero puede denominarse semi representativo porque en el sistema político chileno existe un régimen bicameral, en el cual los dos órganos participan en la dictación de las leyes.

En algunos países, entre ellos algunos europeos, existe un Senado integrado por una parte de miembros nombrados y no electos. Pero se trata de órganos que o bien no realizan funciones legislativas o solo ejecutan unas pocas pues la mayor corresponde a la Cámara de Diputados.

La derogación del Senado mixto constituyó una medida de gran importancia, pues se restaura la democracia representativa convencional y se dejan atrás algunas medidas de la democracia autoritaria implementada por la dictadura cívico-militar.

Esa es la primera cara del gobierno de Ricardo Lagos. La otra corresponde a las relaciones de su gobierno con los empresarios. Estas están motivadas por el deseo de mostrar que un gobierno de izquierda no genera necesariamente una crisis política y social como la que ocurrió entre 1970 y 1973. Ello lo llevó a profundizar el entendimiento con el mundo empresarial.

Durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, quien promovió una serie de reformas, Lagos se mantuvo a la distancia.

En la disputa que lo enfrentó con el senador Guillier, elaboró y presentó un listado de medidas que implementaría durante su gobierno, lo que no hizo el otro candidato. Pese a ello fue derrotado.

Es importante entonces señalar brevemente quién es o qué representa su competidor. Se trata de un sociólogo y periodista, con participación en programas de radio y televisión, nacido en el norte Grande donde realiza sus estudios universitarios.

El principal rasgo de Guillier es que ha logrado posicionarse como cara nueva y distinta, pese a que fue electo senador por el Norte Grande, por lo que podría ser considerado como un político profesional no muy diferente de otros.

Lo favorece para conseguir el posicionamiento que tiene el hecho de provenir de una provincia y estar vinculado al Partido Radical, una entidad pequeña aunque de gran tradición histórica.

Ese es, a grandes rasgos, el vencedor de la disputa en el Partido Socialista.

Tomás Moulian