Lucha y conmemoración, aún seguimos en pie

Dos años han pasado desde la tragedia que azotó al movimiento social. Dos años y aún no hay justicia para esas familias que hasta el día de hoy miran con descontento a un sistema que se llevó a dos hijos, hermanos y compañeros.

Diego Guzmán y Exequiel Borvarán, dos estudiantes que ejercían su legítimo derecho a manifestarse, y que de un momento a otro culminó con sus trágicas muertes. Ellos fueron asesinados por creer en una educación pública, asesinados por creer en una vida mejor para todas y todos los chilenos.

Hoy, a dos años de sus trágicas muertes, estamos conmemorándolos. Sí, pero no sólo con velas, lágrimas y cánticos en su nombre, hoy los conmemoramos teniendo plena convicción de que con su ejemplo de lucha el movimiento estudiantil sigue en pie exigiendo una educación acorde a las necesidades del pueblo.

Este sábado 20 de mayo nuevamente los recordamos en un evento oficial en Quillota. Evento lleno de sentimientos y emociones enmarcados en una sola causa: Derechos garantizados y no más violencia entre personas naturales, ni desde instituciones del Estado.

Como movimiento estudiantil y social, seguimos en pie exigiendo una educación acorde al periodo en el que vivimos. Por ello, a través de esta lucha histórica, buscamos además la transformación del modelo económico para comenzar a erradicar los principios neoliberales que tan hondo nos han calado y que hace dos años les costó la vida a dos de nuestros compañeros.

Somos unos convencidos de que estamos en un periodo de disputa, donde los actores sociales debemos ser los primeros convocados a trabajar, proponer y luchar por hacer de las reformas, particularmente la educacional, una verdaderamente profunda porque no queremos más discriminación, segregación, ni estudiantes de primera y segunda categoría determinado por la capacidad de pago de sus padres.

Queremos, como movimiento social, cambiar el paradigma y con ello, esta cultura enferma que nos tiene sometidos a una sociedad donde prevalece el individualismo y la propiedad privada incluso por sobre la vida. Por ello, nosotras y nosotros decimos fuerte y claro que no queremos más educación de mercado, no queremos más sexismo en la educación, no más derechos a la propiedad privada por sobre la vida, porque tenemos el derecho de vivir y luchar en paz.