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Rolando Formón, líder de Macuko de a Pié: Rap, disidencia y Aysén

Por: El Desconcierto | Publicado: 13.12.2017
Rolando Formón, líder de Macuko de a Pié: Rap, disidencia y Aysén |
El MC de la agrupación ganadora del Primer Festival de la Nueva Canción Rapera, donde participaron grupos y solistas a lo largo de todo el territorio nacional, habla acá de su historia, los proyecciones con su banda y del arraigo que lo une a su Aysén natal.

“Vengo de donde el sol nace y no se esconde
donde el sur es mi norte”

El territorio es lo que no se pierde, lo que va con nosotros. Así también es que llegan las letras de Rolando Formón, líder del grupo rapero Macuko de a Pie, como ecos de su natal Chile Chico, a orillas del lago General Carrera (Chelenko) hasta la capital y devienen ritmos, fusión, integración, creación y compañerismo. Este letrista alimenta de historia a sus compañeros de trío, toma la queja, la transforma junto a ellos en himnos que también reivindican América, pueblos originarios, lejanías, y no se resbalan en el hielo, avanzan, con una propuesta clara y honesta. Y es que discursivamente Macuko de a Pie no tiene dudas sobre la denuncia social y la resistencia cultural, y qué mejor en este momento que gozan del reconocimiento de sus pares luego de años de recorrido.

El trabajo de Macuko de a Pie ha dado frutos en Santiago. El 2 de diciembre se llevó a cabo la final del Primer Festival La Nueva Canción Rapera, en el auditorio del Museo de la Memoria, y fue con la canción «Amérika Respira» que lograron el primer lugar en la categoría Grupo. Fue así como Rolando Formón (29), Nicolás Cárdenas (29, DJ Gurú) -ambos ayseninos de Chile Chico- y Alexander Ortiz (30) de Santiago, dieron un paso más en el fortalecimiento de su carrera. “Ganar La Nueva Canción Rapera también es pegarle una patada al centralismo de este país, que tanto nos ha golpeado y golpea a la gente de regiones. Es decirles: ‘¡epaa! acá también hay música, arte y gente haciendo lo que ama con dedicación’”, afirma Formón, agregando que es una experiencia gratificante tener la certeza de que la música que hacen es auténtica y que habla de una identidad que día a día se construye.

Su camino comenzó hace años, cuando salió de la Patagonia hacia Temuco no sólo para estudiar Trabajo Social, sino tmbién para saitsfacer sus deseos de hacer rap. Hizo algunas presentaciones, pero luego vino la desilusión por el ambiente, por la rivalidad y los egos de la escena. Como si hubiera señales en el camino, esto coincidió con la pérdida de su cuaderno con letras en la barcaza que cruza el lago General Carrera, camino a casa, algo que todavía le duele. Alejado por años de la música, regresó con energía el 2012, cuando terminó su carrera de Trabajo Social, en Santiago; y es que el rap es el pulso de Rolando y de sus compañeros, y desde que volvió se ha encontrado con gente y lugares que se han resignificado como espacios de amistad y creación.

Con ritmos que van desde la fusión al funk, integrando también otros ritmos e instrumentos latinoamericanos, Macuko de a Pié cuenta con las tornamesas de DJ Gurú, quien también hace lo instrumental y melodías que se convierten en el sello del grupo. Nicolás es un apasionado: comenzó desde pequeño mezclando música con cassettes, pegando las cintas con esmalte; hoy cuenta con una tornamesa reloop 6000 mk6. El año pasado se unieron con Alexander Ortiz, en el bajo, quien entrega la base potente y el pulso del rap SurAmericano.

Los tres están orgullosos de su trabajo. El Primer Festival de la Nueva Canción Rapera convocó a 200 participantes, entre grupos y MCs de todo el territorio nacional, con el fin de visibilizar y actualizar la nueva escena del rap chileno. “El nivel de competencia es alto y estuvimos dando la cara, entre grupos y MCs de gran nivel, aunque estamos claros de que nos queda mucho por aprender”, dicen.

Rolando Formón afirma que las letras simplemente salen, que el proceso creativo aparece primero como una emoción, la obra gruesa y luego vienen los detalles y la edición. Las ideas que son como un mosaico son las que más lo identifican, porque en el fondo todo lo es. “Nunca he tenido miedo de decir lo que pienso y lo que siento. El rap nos reveló”, afirma.

Las letras de Rolando confluyen como un encuentro histórico social entre América continente y Aysén, su lugar de origen. El continente se tematiza como el lugar donde han ocurrido los genocidios más grandes de la historia, a manos europeas y avalados por la iglesia católica. Agrega que a Chile no le interesan los pueblos originarios, es un país que niega su pasado y su presente indígena. Y eso cruzado con la historia de Aysén.

«Hace unas décadas nos mataban o nos mandaban a desalojar sólo porque así lo dictaminaba el curso del progreso o porque el terrateniente tenía pedida la tierra. Actualmente en Aysén nos golpean cada vez que los pescadores exigen lo digno y lo justo para sus familias, cada vez que muere un minero bajo tierra porque la empresa no hace bien la pega para abaratar costos, en fin, una larga lista de similitudes con lo que pasa a lo largo de toda América. Me pareció interesante destacar el aislamiento del territorio con la frase vengo de donde el sol nace y no se esconde, donde el sur es mi norte; siempre el norte es el referente del progreso, de lo bueno, de lo civilizado, ¿y el sur qué?”, señala.

Entre sus proyectos actuales está la grabación de sencillos y la preparación de un próximo disco. El primer sencillo, «Cosas Simples», ya salió a la luz. En diciembre terminaron el segundo sencillo Llorona, que incluye un video, y cuenta con colaboraciones de otros dos músicos. También se encuentran trabajando en los temas para grabar el disco durante el 2018.

https://www.youtube.com/watch?v=Q4SqVOEIjOM

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